Revisión de las Técnicas de Imagen Diagnóstica en el Paciente Politraumatizado

Introducción

Comenzaremos este texto tratando de exponer con claridad las características que identifican al paciente politraumatizado. Este tipo de paciente es aquel que presenta una lesión o un conjunto de lesiones en el que al menos una de ellas pone en compromiso su vida. Un politraumatizado grave representa en el mundo la tercera causa de mortalidad y la primera en jóvenes. La mitad de las muertes de estos pacientes ocurre antes de que sea posible su traslado hospitalario, mientras el resto ocurren en el hospital en las primeras horas tras su ingreso. Comúnmente se describe una distribución trimodal; la primera seria “precoz” la que presenta lesiones incompatibles con la vida, la segunda “secundaria ‘producida por hemorragias y la tercera “tardía” debido a fallos multiorgánicos La actuación médica se centra en la segunda fase donde el equipo médico investiga la inestabilidad respiratoria, hemodinámica,…así como el resto de lesiones atendiendo en primer lugar la lesión que presenta más riesgo vital en el paciente teniendo en cuenta signos vitales, lesiones evidentes, etc. 

Es imprescindible toda esta información para poder clasificar el traumatismo y así, poder orientar el estudio de imagen diagnostica, estudio no invasivo, que determina la gravedad real de las lesiones permitiendo elegir la opción terapéutica más adecuada a cada caso. Los métodos de estudio radiológicos son fiables, rápidos, completos y precisos por lo que el estudio radiológico está en constante actualización. Desde 1895 cuando W.C Röentgen descubrió los rayos x hasta hoy la radiología ha evolucionado muy significativamente sobre todo en los últimos años donde se incluye la ecografía, tomografía computada, resonancia magnética y radiografía digital, así como el procesamiento, resolución almacenamiento y trasmisión de imágenes. Aunque el más radical fue el traslado de la radiografía tradicional a la digital. 

Desarrollo

La guía británica para la radiología en el paciente politraumatizado (Royal Collage of Radiologists) establece importantes condiciones en el diseño, localización y el conjunto tecnológico de las instalaciones destinadas a la imagen diagnostica. Una imagen diagnostica es más precisa que cualquier exploración médica, es de suma importancia la rapidez y reducir la distancia y desplazamientos al mínimo. La elección del método empleado en el estudio por imagen diagnostica siempre será el más rápido y certero, generalmente en este tipo de pacientes un TCCC (TC cuerpo completo) No debe retrasarse nunca una prueba concluyente realizando otras pruebas de menor precisión ya que la rapidez en el diagnostico mejora significativamente la supervivencia del paciente. Estas instalaciones deben de estar dotadas de los mismos recursos de soporte vital que las salas de críticos, en aquellas instalaciones que no se encuentren próximas a estas salas se deberán ensayar y planificar los traslados de los pacientes dentro de los protocolos establecidos a este fin. 

La elección de la técnica de imagen para un paciente politraumatizado, debe ser capaz de identificar de forma inmediata todas las lesiones que comprometan la supervivencia del paciente. Ahora, hablaremos de los distintos estudios radiológicos diferenciando la utilidad de las mismos. Durante la revisión primaria es de gran utilidad la radiografía simple de columna cervical, tórax y pelvis. Aun con sus limitaciones técnicas y menor calidad de imagen gracias a su rapidez y disponibilidad aportan información muy útil. Su empleo se ve reducido a medida que aumenta la accesibilidad a los equipos TC en el área de urgencias. 

Un hemotórax o un neumotórax puede identificarse por radiografía o ecografía, pero no identifica pequeños neumotórax o contusiones pulmonares. La radiografía de columna cervical tiene una sensibilidad del 52%, en la radiografía de tórax baja drásticamente al 20% y más bajo aun según aumenta la gravedad del paciente, mientras la radiografía de pelvis puede detectar lesiones, pero no las de gravedad ni hemorragias. Las radiografías de extremidades se reservan para ser realizadas en la valoración secundaria cuando las lesiones de riesgo sean identificadas y tratadas. El ecógrafo puede detectar liquito intraperitoneal y además es una técnica no invasiva, no utiliza radiación ionizante, es barata y es accesible, aunque su uso se ve limitado porque a pesar de ser altamente precisa una FAST negativa no excluye lesiones abdominales de relevancia. No se recomienda su empleo en pacientes con shock traumático y hemoperitoneo ya que, es necesario excluir otras fuentes de sangrado en el tórax, pelvis o retroperitoneo. Su utilidad se limita a casos de mucha gravedad que no pueden ser trasladados a la sala de TC. 

En el caso de la resonancia magnética los tiempos de exploración son largos por lo que su uso en pacientes politraumatizados es reducido. En el caso de que la resonancia magnética fuera la técnica elegida para el estudio de uno de estos pacientes sería necesario asegurarse que se ha extraído del mismo cualquier material ferromagnético y posibles cuerpos extraños. Además, ha de utilizarse material compatible de soporte vital. La TC es la que proporciona un estudio de cabeza a pies del paciente en muy pocos segundos, incluyendo simultáneamente cabeza, columna cervical, tórax, abdomen y pelvis. A este estudio lo llamamos TCCC o TC de cuerpo entero. 

La Tc proporciona una gran una gran resolución de imagen y tiene una sensibilidad y especificidad superior a la radiografía simple y el ecógrafo para identificar y clasificar las lesiones. La Tc se realiza en una revisión primaria permitiendo de forma rápida y detallada efectuar un balance global de las lesiones e identificar aquellas de riesgo vital incluyendo hemorragias activas y lesiones que no se sospechaban con anterioridad. Entre sus principales ventajas también se encuentra la disponibilidad de diagnósticos definitivos lo que permite decidir con rapidez las acciones terapéuticas. Si comparamos el TC con el resto de métodos diagnósticos, emplea tiempos muchísimos más cortos de estudio, no se necesita ni la mitad de traslados y está demostrado que, en pacientes estudiados con esta técnica, sus estancias en cuidados intensivos son mucho más cortas, necesitan menos días de ventilación asistida y su porcentaje de supervivencia también es mayor. En las sucesivas revisiones agiliza el tratamiento definitivo y en ocasiones al alta hospitalaria. Las lesiones inadvertidas se reducen al mínimo con un lógico efecto en el aumento de supervivencia sobre todo, en pacientes graves. La TC es una técnica fundamental en la actualidad. 

Conclusión

Tras haber estudiado las diferentes técnicas de imagen para detectar con precisión lesiones de riesgo vital en el paciente politraumatizado hemos llegado a la conclusión de que la más completa es la TC. Es la técnica más rápida, más precisa, con mayor porcentaje de sensibilidad y especificidad además de ofrecer mayor porcentaje de precisión diagnostica que mejora las probabilidades de acierto en el tratamiento terapéutico aumentando la probabilidad de supervivencia del paciente y acortando tiempos de permanencia en las salas de cuidados críticos y eventualmente la estancia hospitalaria. Como desventaja se encuentra una mayor dosis de radiación en el paciente, pero está totalmente justificada dadas todas las ventajas vitales que ofrece su utilización.

07 July 2022
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