Ritos Funerarios y Sus Prácticas En La Antigüedad

Introducción.

Los inicios de la práctica de rituales funerarios se remontan a la época del hombre prehistórico específicamente a los neandertales, en muchas excavaciones se encontraron fosas rudimentarias donde se observan esqueletos cortejados de diferentes objetos como vasijas, y algunas herramientas de caza, igualmente, paleontólogos han estudiado las pinturas rupestres que estos impregnaban en paredes rocosas, donde claramente existía un tipo de ritual. 

Para estos, la muerte no era el fin de la existencia humana, sino un cambio del mundo terrenal a otro espiritual (Apoyo al Duelo). Del mismo modo se cree que las ofrendas a las personas fallecidas comenzó a gestarse en China o Egipto, continuándolas los árabes allá por el siglo VIII. Más tarde, el arte de ofrendar a los muertos fue importado por los moros de la Península Ibérica.

Desarrollo.

Estos rituales surgen por la necesidad que tiene el ser humano de preparar y despedir a sus seres queridos, también por contar con la satisfacción de la permanencia del espíritu del fallecido entre otros, estos ritos han estado condicionados por diversos factores como las creencias religiosas y la forma de afrontar la muerte de cada cultura es por esto que cada sociedad tiene una visión diferente sobre este fenómeno, sin embargo, todas tiene puntos en común velatorio, entierros, incineraciones, momificaciones, cremaciones, creación de monumentos o lápidas, sacrificios.

A pesar de su sorprendente variabilidad, los ritos funerarios tienen como fin frecuente asegurar el destino de los componentes materiales como lo es el cadáver e inmateriales como son las almas y el recuerdo de los difuntos por medio de formulismos, ceremonia o costumbres más o menos elaborados. Los iniciales en discutir de rituales funerarios más allá de los Homo sapiens fueron los hermanos Jean y Amédée Bouyssonie, fueron dos curas católicos que en 1908 descubrieron los restos de un neandertal de hace 50.000 años en la cueva de La Chapelle-aux-Saints, en Francia. 

Según los Bouyssonie, la posición fetal del cuerpo y las herramientas que lo acompañaban en la zanja donde lo encontraron apuntaban a un entierro intencionado. Abundando en la especulación, referían que los autores de aquel ritual tenían capacidad simbólica y creían en una vida después de la muerte.

Conclusiones.

La bioarqueología de las prácticas funerarias, que de igual forma ha sido llamada arqueo tanatología, trabaja los tratamientos que se proporcionan a los difuntos. Procura reconstituir los distintos tiempos de la secuencia funeraria analizando la disposición de los restos humanos en los contextos arqueológicos donde fueron descubiertos. 

02 May 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.