San Anselmo De Canterbury, Relato de Su Vida
Introducción
Eugenio Molera, El relato de la vida de San Anselmo ha llegado hasta nosotros de la manera más auténtica y fidedigna, por medio de un discípulo suyo, compañero en sus viajes y testigo de la mayor parte de las cosas que cuenta u oyó contar a su maestro. Filósofo italiano originario de Aosta el cual nació en los años 1033 más reconocido por haber sido arzobispo por unos años en esta ciudad a los 15 años este personaje intento ingresar a un monasterio, pero no lo logro, ya que su padre tenía otros planes para el luego de algún tiempo se reveló y a la edad de 27 años logro entrar a un monasterio en donde escribió dos de sus obras:
El Monologion: meditación teológico-filosófica sobre las razones de la fe, en donde nos presenta algunas pruebas de la existencia de Dios, propias de la tradición agustiniana, y el Proslogion: donde encontramos el llamado ‘argumento ontológico’, que constituye la aportación más original de san Anselmo a la filosofía medieval.
Desarrollo
Sus preocupaciones fundamentales eran de tipo religioso y espiritual Era considerado el padre de la escolástica sus enseñanzas eran basadas en la meditación las cuales justificaban la existencia de Dios Su principal punto de Discusión era la fe y la razón lo cual lo llevo a que muchas de sus preguntas quedaran sin responder pues claro por la fe suceden milagros, pero la razón impide a los hombres ver milagros y es más que obvio que los milagros son lo único que está fuera de la razón todo aquello que no se cree de donde vino ni como sucedió Aun así esta argumentación no le evitó el rechazo de filósofos como Kant. Ya que el hecho de creer que algo existe no explica su existencia. Sobre todo esto sucede al ocurrir en la mente de una persona, no en la realidad.
El argumento utilizado por San Anselmo se basa en establecer una correlación entre ideas y realidad. Es por toda esta argumentación que fue bienvenido por filósofos como René Descartes y Gottrifried Wilhelm.
No se debía anteponer la razón a la fe. Sin embargo no utilizar el uso de la razón era negligencia.
Frases:
- Al reexaminar el trabajo a menudo, no he podido encontrar nada de lo que he dicho en él, que no concuerde con los escritos de los Padres Católicos y especialmente con los del bendito Agustín
- Aunque no quisiera creer en ti, no puedo dejar de comprender que existes.
- ¡Vamos, pequeño hombre! Huye por un tiempo de tus tareas, escóndete por un pequeño espacio de la agitación de tus pensamientos.
- Ven, deja a un lado tus penosos cuidados y deja de lado tus trabajos
- Por un momento, dedique su tiempo a Dios y descanse un momento en él.
- Entra en la cámara interior de tu mente, cierra todas las cosas, excepto Dios y todo lo que pueda ayudarte a buscar a Dios; y habiendo bloqueado la puerta de tu cámara, búscalo.
- Habla ahora, oh mi corazón, oh mi corazón entero, habla ahora y di a tu Dios: Mi rostro te buscó: Tu rostro, oh Señor, buscaré.
Él vio que la forma más fácil de seguir difundiendo la filosofía era formando disciplinas filosóficas con la cual podrían convivir intelectualmente que se pudiera comprender lo que el filósofo quería decir para él la primera tarea fue trasladar el aparato conceptual al latín de la filosofía griega luego de esto comenzó su filosofía emergente haciendo comentarios a los libros de Aristóteles en sus tratados originales
Otra muestra valiosa de la profundidad de su pensamiento está en que mediante su precisión de que la creatura es un ser por participación, un ser compuesto, se llega forzosamente a la distinción real de esencia y existencia, según lo puntualizado por Manser en La esencia del tomismo.
Otro ejemplo de esto es que llego a distinguir con tanta unidad los dominios de la filosofía y la logia, conquista doctrinaria que sin embargo no fue aprovechada en los albores de la Edad Media y que lo sería recién cuatro siglos después. Boecio afronta el problema de los universales en la línea de Aristóteles, aceptando que ellos son aspectos de las cosas individuales abstraídos por la mente.
Este filósofo dedicó sus obras a la pobreza extrema
Llamado príncipe de los nominalistas él dio vida a este sistema filosófico llamado nominalista, ya que abandono las ideas principales y empezó a tomar su propio criterio y sus propias ideas uno de los metafísicos más importantes de su época y se destacó por su teoría metodológica
Ockham estuvo en la Universidad de Oxford hasta 1321 y en el convento Franciscano de Londres entre 1321 y 1324. En 1323, fue llamado a explicar su teoría de la relación al capítulo provincial de Cambridge Escritos lógicos tales como la Expositio súper Porphyrium, la Expositio super Librum Praedicamentorum, la Expositio superduos Libros Perihermeneias y la Expositio superduos Libros Elenchorum datarían de una fecha algo posterior a 1318.
Vanegas Carvajal, Edgar Alonso Ockham debió de ingresar muy joven a la Orden Franciscana, fundada por Francisco de Asís en 1209, pues entró en 1310 al Convento de los Menores en Oxford, sede de la más importante universidad inglesa, perteneciente a la diócesis de Lincoln.
Sus ideas se convertían muy rápido en objeto de controversia
Conclusión
Pionero del nominalismo, algunos consideran a Ockham el padre de la moderna epistemología y de la filosofía moderna en general, debido a su estricta argumentación de que solo los individuos existen, más que los universales, esencias o formas supraindividuales, y que los universales son producto de la abstracción de individuos por parte de la mente humana y no tienen existencia fuera de ella. Su tesis sobre la diferencia entre lo universal y lo particular (lo universal, decía, solo existe en la mente humana) la aplicó a la religión, y por ello se le considera un precursor de la separación entre razón y fe. Para conocer a Dios, según Ockham, solo puede servir la fe. Se alejaba así de Tomás de Aquino, partidario de conjugar filosofía y teología.
En sus razonamientos hizo frecuente uso del principio de economía», aunque no llegase a escribir la frase que se le atribuye: entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem (no hay que multiplicar los entes sin necesidad) Mediante su filosofía, Ockham rompe el lazo con el cristianismo y la filosofía, desembocando en una separación entre la razón y la fe, donde la filosofía gana independencia, a la vez que la teología. Según él, no se puede demostrar ni la existencia de Dios ni de lo divino.