Sexo Prematrimonial en Distintas Sociedades y Culturas

Evolución de la sexualidad

La sexualidad forma parte del ser humano desde el nacimiento hasta la muerte, abarca el sexo (se refiere a lo anatómica y físicamente diferenciable entre una mujer y un hombre y que tiene que ver con la reproducción), identidades y roles de género, orientación sexual, el placer, la reproducción… La sexualidad engloba muchos aspectos de nuestra vida, nos ayuda a forjar nuestra personalidad; es la forma en que la experimentamos y en la que nos expresamos sexualmente con el lenguaje y corporalmente. La sexualidad comenzó a ser estudiada a finales del siglo XIX y ha ido evolucionando con la historia de la sociedad y la cultura, y de cada hombre y cada mujer en particular.

Según Jose Alonso (2010-248) Sigmund Freud consideró que la sexualidad es uno de los grandes pilares determinantes de la conducta humana. Así fue como nació la sexología, ciencia que investiga el comportamiento sexual desde el punto de vista psicológico y fisiológico. Según José Alonso (2010-249) “Las cuatro dimensiones de la sexualidad más importantes son:

1. Dimensión biológica (sexo). Es el conjunto de características anatómicas, fisiológicas y endocrinas que diferencian a hombres y mujeres y están presentes en toda relación sexual. Esta dimensión afecta a nuestros impulsos y deseos, a nuestra capacidad de responder en una relación sexual y a la posibilidad de la reproducción.
2. Dimensión psicoafectiva. Es una dimensión humana que afecta a las emociones y sentimientos, y está relacionada con las creencias y los valores de cada persona. Además, la personalidad, los pensamientos y los deseos, la propia identidad y la orientación sexual son factores decisivos en las relaciones sexuales.
3. Dimensión sociocultural y ética. Cada sociedad modela el desarrollo y expresión de la sexualidad de sus miembros y establece unos valores y pautas para justificar los comportamientos sexuales. Los antropólogos consideran la ley del incesto como la primera regla básica para el comienzo de la civilización. En la mayoría de las culturas el tabú del incesto prohíbe y condena las relaciones sexuales entre ascendientes y descendientes. Esta prohibición contribuyó a proteger a la sociedad de los problemas genéticos de la consanguinidad y de los problemas sociales que originarían las relaciones sexuales dentro de una familia.
4. Dimensión clínica. La actividad sexual es una función natural de las personas, existen diferentes impedimentos que pueden disminuir el placer o la comunicación o impedir la reproducción. Algunos problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión puede repercutir en nuestra vida sexual”

Antiguamente, la religión y la cultura autoritaria determinaban lo que era normal o anormal en cuanto a la sexualidad se refiere, cuyo único fin debía ser la reproducción, considerando como inmoral el placer o la masturbación. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la sexualidad en nuestras sociedades ha ido evolucionando en su gran mayoría.

Si tenemos que hablar sobre una etapa de nuestra vida en la que la sexualidad influye en nuestro desarrollo biológico, psicológico y social hablaríamos de la adolescencia, es cuando experimentamos más cambios, maduramos y descubrimos entre otras cosas nuestra orientación sexual. Es durante esta etapa cuando comenzamos a intercambiar información con respecto al comportamiento sexual; en el pasado ésta estaba ligada a la religión y a la reproducción, solo teniendo derecho los hombres al placer, pero con el paso de los años, hemos vivido grandes cambios sociales, como por ejemplo el feminismo, defendiendo entre muchos otros derechos el de la mujer a disfrutar su vida sexual al igual que los hombres, ya que esta no deja de ser una expresión de amor.

La adolescencia es una etapa decisiva en la construcción de nuestra identidad sexual. Los dos componentes básicos de esta serían sexo (se refiere a lo anatómicamente diferenciable, lo que nos permite distinguir macho y hembra) y género (es una construcción cultural sobre lo que es masculino o femenino, determinan nuestros rasgos conductuales ligados a cada sexo y forma parte de nuestra personalidad, además varía en función el tiempo y sociedad). También hablamos de los roles de género, se trata de valores asignados según tu sexo, lo que la sociedad espera de ti, un comportamiento y actitudes determinadas, esto contribuye a la construcción del género.

Con respecto a cómo es vista la sexualidad en la sociedad podríamos decir que cada una tiene unas normas o manera de regularla, siendo unas sociedades más abiertas, permitiendo la práctica de ésta en adolescentes y otras más conservadoras, no permitiendo su práctica hasta el matrimonio o hasta una edad adulta, considerándolo como un tema tabú.

Según Carol Ember y Melvin Ember (1997-407) “el sexo antes del matrimonio se aprueba o desaprueba dependiendo de las diferentes sociedades. Por ejemplo, los habitantes de las islas Tobriand alentaban las relaciones prematrimoniales, que se consideraban como una importante preparación para la vida matrimonial. Por lo que, los chicos y chicas, al comenzar la pubertad, recibían información sobre cómo practicar el sexo y se les facilitaban las condiciones para que lo ejercieran en la intimidad. Algunas sociedades no sólo permiten las relaciones prematrimoniales, sino que favorecen el ensayo del matrimonio entre los adolescentes. Entre los Ila-parlantes del África central, en la época de la cosecha, las chicas que viven en casa de sus padres juegan a ser esposas del chico que ellas escogen, por lo que la virginidad no dura en esa sociedad más allá de los diez años.

Por lo contrario, otras muchas sociedades persiguen las relaciones prematrimoniales; por ejemplo, entre los indios Tepoztlán de México, la vida de las chicas transcurre desde el momento de su primera menstruación. No se les permite ni hablar ni animar a los chicos de ninguna manera.

La responsabilidad de guardar castidad y reputación de una o más hijas hasta la edad de su matrimonio corresponde generalmente a la madre. En muchas sociedades musulmanas se comprueba la castidad prematrimonial de las mujeres después de casarse, de manera que en la noche de bodas se utilizan como prueba de castidad de la novia las sábanas manchadas de sangre. Sin embargo, todas las sociedades no permanecen inmutables. Así en Estados Unidos, en el pasado se retrasaba el ejercicio del sexo hasta después del matrimonio, pero en los años noventa la mayoría de los americanos aceptaban las relaciones prematrimoniales.”

Por otro lado, encontramos las relaciones extramatrimoniales, donde nos cuestionamos la fidelidad en el matrimonio. Como en las relaciones prematrimoniales, dependiendo de la cultura y sociedad en la que vivas, este tipo de relaciones tendrá unas normas u otras, tendrá una visión más conservadora, liberal o machista por lo general. A lo largo de todos estos años, se ha podido observar que la mayoría de sociedades son más estrictas cuando una mujer ha sido infiel a su marido que cuando sucede al contrario, debido al machismo y la sociedad patriarcal en la que vivimos.

En cambio, el sexo en el matrimonio está permitido en la totalidad de las sociedades, en la mayoría con una finalidad, la reproducción, pero al igual que en el otro tipo de relaciones, depende de la cultura en la que vivas. Cada sociedad tiene sus propios rituales o costumbres diferentes en la práctica del sexo.

La homosexualidad es la atracción de dos personas del mismo sexo, independientemente de la identidad sexual. Siempre se ha considerado como una degeneración, pero afortunadamente, dejó de considerarse una enfermedad con el paso del tiempo. Por el contrario, sigue estando, (en menor medida), presente en nuestras sociedades la concepción de ésta como algo impuro y anormal, lo que sigue causando mucho sufrimiento.

La permisividad de la homosexualidad en las sociedades, depende de muchos otros factores, por ejemplo, una sociedad en contra de las relaciones extramatrimoniales o prematrimoniales, también lo va a estar en contra de la homosexualidad. Hay lugares en los que directamente ésta orientación sexual está prohibida y niegan su existencia, pero no es que realmente no exista, sino que no salen a la luz puesto que son perseguidos e incluso castigados con la pena de muerte.

Pero, ¿Por qué en algunas sociedades está permitido y en otras no? Según Carol Ember, Melvin Ember (1997-409) “Hay varias investigaciones sobre por qué algunas sociedades están a favor de las relaciones homosexuales y otras no. Una de estas afirman que en sociedades donde se prohíbe el aborto y el infanticidio, presentan ser intolerantes con la homosexualidad. También en sociedades en las que se quiere incrementar la población ésta es restringida. Sin embargo, en sociedades donde padecen hambruna y carecen de recursos para toda la población, aceptan e incluso fomentan la homosexualidad ya que ésta reduce el número de nacimientos.

Según Jose Antoni Langarita Adiego y Jordi Mas Graw (2017-317) “A lo largo de los años ochenta y principios de los noventa se vive lo que podríamos llamar la transición sexual española. La desaparición de la censura, al menos formalmente, y los deseos de aperturismo sexual explican fenómenos como los del destape, a saber, la exposición del cuerpo desnudo o semidesnudo —muy especialmente el femenino— en el cine (con comedias pícaras), en las revistas de contenido erótico y también en las playas españolas5 . La sexualidad y las relaciones sexo-amorosas empiezan a ocupar el espacio televisivo con programas de gran audiencia. El tipo de sexualidad presente en los medios de comunicación es eminentemente heterosexual y androcéntrico, por lo que las expresiones sexo-genéricas disidentes tienden a ser visibilizadas con fines jocosos y/o condenatorios. Ello explica la sobreexposición a la que son sometidas algunas figuras transgénero, convertidas en iconos del exceso y la extravagancia por programas nocturnos marcadamente sensacionalistas (Guasch Andreu y Mas Grau 2014). En el mundo del cine, algunos directores españoles de la época explicitan en sus películas las cuestiones sexuales. Entre ellos destacan Pedro Almodóvar o Ventura Pons, que en sus filmes acostumbran a dar protagonismo a personajes homosexuales y transgénero. En el ámbito literario florecen autores que ofrecen otras miradas del género y la sexualidad, como es el caso de Juan Goytisolo (1985), Carmen Martín Gaite (1992), Eduardo Mendicutti (1982), Luis Antonio de Villena (1982 y 1989), Esther Tusquets (1978) o Manuel Vázquez Montalbán (1987), entre otros. Asimismo, la diversidad sexual se hace cada vez más visible en las grandes ciudades españolas. En ellas proliferan los colectivos de defensa de los derechos de las personas LGTB y la celebración del 28 de junio se convierte en un acto habitual de los grandes centros urbanos del país. Poco a poco aparecen zonas de ocio y de socialización dirigidas a la población gay, como la zona del Gaixample en Barcelona o el barrio de Chueca en Madrid”.

Con respecto a las conductas heterosexuales, la permisividad de las relaciones prematrimoniales en unas sociedades u otras depende de su estructura social, las sociedades estratificadas o jerarquizadas tienden a una menor permisividad en este tipo de relaciones. Esto se debe al temor de las familias a que sus propios hijos mantengan relaciones con personas que no son de su misma clase social (especialmente que se encuentren por debajo) o con alguien inapropiado. De ahí que muchas familias estén dispuestas a intercambiar dinero por matrimonios concertados”

Otro tema a abordar sería la educación sexual recibida por parte de nuestros padres, colegios, institutos… Por una parte, el sistema educativo se queda bastante corto a la hora de aportar o facilitar información sobre la sexualidad en los centros educativos, dejando en la incertidumbre temas importantes como la prevención de ETS o de embarazos no deseados. Todo esto, conlleva sobrecargas de tabúes culturales sobre la educación sexual en adolescentes. La sexualidad está influenciada por la cultura, las normas religiosas, políticas y estas condicionan el comportamiento de los sujetos. Esto provoca que muchos padres no sepan o mejor dicho, no se atrevan a dar una información adecuada a sus hijos acerca del sexo, puesto que este siempre ha sido un tema tabú, cuyo significado está relacionado con lo prohibido, por lo que hablar “temas tabú” se consideraba antiguamente como romper con la norma.

Las generaciones anteriores no tenían suficiente información, por lo que eso les creaba inseguridades y evitaban el tema simplemente “dando largas” o encomendando esa tarea al colegio. Muchos de ellos sentían vergüenza cuando sus hijos les hacían alguna pregunta sobre sexualidad o reproducción; ésta era un sentimiento muy común, sobretodo, cuando habían sido educados en un ambiente restrictivo o conservador, donde no se trataban estos temas.

¿Cómo evoluciona la sexualidad en nuestros hijos? Según el Dr. Félix Zubiri Sáenz

“Durante los dos primeros años de vida los niños poseen la capacidad de experimentar placer, especialmente por medio del contacto corporal, a través de la piel. Resulta muy relevante en esta etapa la relación del niño con las figuras de apego, que generalmente son sus padres. Si el vínculo afectivo del niño con las personas que están a su cargo es satisfactorio, esto repercutirá en un correcto desarrollo de su sexualidad, y favorecerá su seguridad emocional, la confianza en sí mismo y en los demás.

• De los 2 a los 6 años. En este periodo comienza a aparecer la curiosidad sexual, se descubren las diferencias anatómicas entre niño y niña, se cuestionan de dónde vienen los niños y van definiéndose los roles de cada sexo.
• De los 7 a los 11 años- Puede haber un gran interés por los juegos con contenido sexual. En muchos casos, se descubre el placer sexual.
• De los 12 a los 15 años. Se produce un gran cambio originado por las modificaciones físicas y cognitivas. Se inician los enamoramientos y la atracción sexual. En lo referente al desarrollo físico, procurarán identificarse con modelos idealizados de mujeres y hombres. A nivel cognitivo, utilizan la recién estrenada capacidad de abstracción para cuestionarse todo, especialmente el mundo de los adultos. Se sienten incomprendidos, circunstancia que les empuja a mirar fuera de sí. Buscan la cuadrilla como medio de compartir su soledad y su crítica al mundo de los mayores. Surge la necesidad de aceptación”.

Como conclusión, la sexualidad es un tema tan natural e importante como cualquier otro, no sólo se trata de hablar de sexo con tus hijos, abarca muchas más esferas como hemos podido comprobar. Tratar estos temas con normalidad y no como un tema tabú nos ayuda a desarrollarnos más fácilmente, nos ayuda a comprender nuestro comportamiento, identidad sexual, roles de género y miles de matices relacionados.

Los padres que evitan conversar sobre esto con sus hijos, no les favorecen en nada, incentivan la pérdida de confianza, que sus hijos cometan algún error por la falta de información o que ellos mismos se sientan avergonzados o inseguros al hablar sobre sexo, puesto es eso lo que nos han enseñado en casa, que sea un tema tabú, un tema de adultos.

Éste tema debería normalizarse tanto en casa como en los colegios, dando una información sexual adecuada y la oportunidad, con ello, de resolver dudas, aunque dependiendo de la época y el contexto cultural, se recibió y recibe un tipo de información determinada.

Según Isabella Cosse (2010) “pensar en los años sesenta es evocar imágenes ligadas al protagonismo de los jóvenes y, en general, a la ruptura con la moral sexual y familiar vigente en las décadas previas. Si antes imperaba el mandato de la virginidad hasta el matrimonio, los noviazgos formales, la esposa ama de casa y el varón proveedor, en los sesenta se afirman innovaciones que legitiman los vínculos más libres, el goce sexual, la proyección profesional de la mujer y una mayor participación del hombre en el cuidado de los hijos”

Aquí podemos ver cómo dependiendo de la época político-cultural y social la información sobre la sexualidad tendrá una estructura u otra. Se observa una mayor participación de la mujer en ámbitos que antes solo eran de hombres, y hombres participando en esferas que antes sólo la ocupaban las mujeres, como el cuidado de los niños y de la casa. Ésto se debe al movimiento feminista, que gracias a éste las mujeres cada vez tienen más derechos y oportunidades para acceder a las mismas oportunidades laborales que los hombres, cosa que antiguamente, era prácticamente imposible.

Sin embargo, somos personas libres, deberíamos poder hacer lo que nos plazca con nuestra vida, tomar nuestras propias decisiones, sin que nadie nos prohíba hacer o sentir algo porque lo consideren mal, anormal, raro o inmoral. Nadie debería tener poder sobre nosotros a la hora de decidir sobre nuestra orientación sexual o gustos; especialmente las mujeres, es injusto estar subordinadas o tener que depender de un hombre porque históricamente se ha considerado superior.

Bibliografía

1. Alonso García, I, 2012, “La sexualidad humana”, Psicología 1º Bachillerato, Valencia: Mc Graw Hill
2. Cosse,I.,2010,Pareja, sexualidad y familia en los años sesenta, Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.
3. Ember, C. R. y Ember, M. (1997). “Sexo, género y cultura”. En Ember, C. R. y Ember, M. Antropología Cultural (8ª ed.) (pp. 391-410). Madrid: Prentice Hall.
4. Langarita Adiego, J.A, y Mas Grau, J.,2017, “Antropología y diversidad sexual y de género en España. Hacia la construcción de una especialidad disciplinaria”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, nº 2: 311-334.
5. https://www.ecured.cu/Sexualidad_en_la_Sociedad_actual (15/3/2020)
6. https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/IVES_Juventud_Monografico_Padres.pdf (17/3/2020)
7. file:///C:/Users/rafid/Downloads/Dialnet- ConcepcionesSobreSexualidadEnAdolescentesYPadresAP-6186168%20(1).pdf (20/3/2020)
8. https://zonahospitalaria.com/por-que-les-cuesta-a-los-padres-hablar-de-sexo-con-sus-hijos/ (20/3/2020)
9. https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=41828 (20/3/2020)