Dificultades En El Aprendizaje en las Personas con Síndrome De Down
Nuestro cuerpo, está formado por millones y millones de células, cada una de ellas contiene un núcleo, donde es almacenado el material genético, en los genes. Los genes llevan los códigos responsables de todos nuestros rasgos heredados y se agrupan a lo largo de estructuras llamadas cromosomas. Normalmente, el núcleo de cada célula contiene 23 pares de cromosomas, la mitad de los cuales se heredan de cada progenitor (padre y madre).
Pero en el caso de un niño con síndrome de Down, no tiene ese mismo proceso en el existe un error en la división celular llamado ‘no disyunción’ que da como resultado un embrión con tres copias del cromosoma 21 en lugar de los dos habituales. Antes o en la concepción, un par de cromosomas 21 en el esperma o el óvulo no puede separar, como el embrión se desarrolla, se replica el cromosoma extra en cada célula del cuerpo Hay otros tipos de expresión de dicha mutación genética como es el caso del mosaicismo que ocurre cuando la no disyunción del cromosoma 21 se lleva a cabo en uno pero no todas las divisiones de célula iniciales después de la fecundación. Cuando esto ocurre, hay una mezcla de dos tipos de células, algunas conteniendo los 46 cromosomas habituales y otros que contienen 47. Esas células con 47 cromosomas contienen un cromosoma extra 21, y en otros casos se puede dar a través de la translocación donde parte del cromosoma 21 se rompe durante la división celular y se conecta a otro cromosoma, normalmente cromosoma 14. Mientras que el número total de cromosomas en las células permanecen 46, haciendo que se produzca la presencia de una pieza extra del cromosoma 21.
Evidentemente no todas las personas que nacen con este síndrome tienen una patología de la misma intensidad, ni siguen el mismo proceso de desarrollo; como ocurre con las personas consideradas normales en el nacimiento, los factores personales moldean y modifican hasta cierto grado el desarrollo cerebral, de acuerdo con la plasticidad que las neuronas poseen, así como también hay casos en los que presentan el síndrome de manera contraria y poseen otras características tanto físicas como psicológicas.
Encontramos una serie de características bastante comunes que dificultan o retrasan el desarrollo cognoscitivo de estos niños y niñas:
- En general, el proceso de aprendizaje es más lento.
- Suelen precisar de más tiempo para conseguir los objetivos curriculares, lo que implica más años de escolaridad.
- Presentan dificultades con el procesamiento de la información: tanto en la recepción de la misma, como a la hora de aplicarla a situaciones concretas.
- Les cuesta correlacionar y elaborar los conceptos aprendidos para tomar decisiones secuenciales y lógicas
- Problemas para manejar diversas informaciones, especialmente si se les presentan de forma simultánea
- Dificultades de abstracción y de conceptualización por sus limitaciones cognitivas.
- Mayor facilidad para olvidar lo aprendido.
- Escasa iniciativa y proactividad.
- No suelen pedir ayuda cuando no entienden algo o les cuesta llevar a cabo una actividad.
- Tratan de evitar enfrentarse a nuevas actividades o retos.
Pero cabe resaltar que dada su mejor percepción visual, aprenden con mayor facilidad si se apoyan en signos, gestos, señales, imágenes, dibujos, gráficos, pictogramas o cualquier otro tipo de clave visual. Se podría aprovechar su alta capacidad de observación y de imitación para favorecer y reforzar la adquisición de los distintos aprendizajes, utilizando el denominado aprendizaje por observación o vicario siempre que sea posible sería una opción que cualquier colegio podría adecuar y más bien, favorecería a muchos de los alumnos que se consideran “normales” en el ámbito escolar y que capaz presenten algunos problemas con los estudios.
Evitaríamos en gran parte que muchos de los niños que se encuentran aislados puedan formar un ambiente de amistades nuevas, convivencia y sobre todo sentirse queridos y también se podría inculcar a muchos niños desde pequeños que todos debemos ser tratados por igual, que nada y muchos menos un cromosoma más nos pueda hacer diferentes. Hay algunas limitaciones que las escuelas deberían tomar en cuenta si es que quisieran agregar a su sistema educativo este tipo de inclusión social ya que existen varios grados del retraso mental que pueden presentar estos niños y niñas, y eso podría ser evaluado por las escuelas, porque hay casos donde este retraso es muy avanzado lo cual si impedirían totalmente un desarrollo normal, a nivel de todo un salón de clase.