Sinopsis de Don Quijote de la Mancha: Visión Renovada de la Mujer

Miguel de Cervantes Saavedra

Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en 1547, la fecha de nacimiento es desconocida pero posiblemente fuese el 29 de septiembre ya que ese día es San Miguel. En lo que respecta a su familia e infancia sabemos que su padre, Rodrigo de Cervantes, se dedicaba entre barbero y médico (zurujano sangrador), de su madre no conocemos numerosos datos, solo que era vecina de Arganda del Rey y que se llamaba Leonor de Cortinas. Miguel de Cervantes fue el cuarto hijo de los siete que tuvo la pareja.

Cervantes estudió las enseñanzas del humanista y catedrático. El primer testimonio escrito de él es un soneto dedicado a la reina Isabel de Valois del 1567. En 1569 Cervantes huye del país y se marcha a Roma ya que era buscado por herir a Antonio Sigura.

Uno de los episodios más conocidos de la vida de Cervantes es su participación en la Batalla de Lepanto donde irá acompañado por su hermano Rodrigo. Durante la batalla, Cervantes resulta gravemente herido en el pecho y en el brazo, por ello es conocido como el “Manco de Lepanto”.

Respecto a su vida amorosa, Cervantes se casó con Ana Franca de Rojas con la que tuvo su única hija, Isabel de Saavedra. Posteriormente, volvió a casarse con Catalina de Palacios Salazar.

El escritor hizo diversas obras teatrales, se conservan Los tratos de Argel y La Numancia. Además de teatro, Cervantes también escribe novelas. En 1585, sale a la luz su primera gran novela, La Galatea. El éxito de Cervantes aparece en 1605 con la publicación de la primera parte El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Posteriormente, se publicaron las Novelas ejemplares (1613), Viaje de Parnaso (1614) y la Segunda parte de El Quijote (1616). Su última obra Persiles se publicó después de su muerte en 1617.

Miguel de Cervantes falleció el 22 de abril de 1616 y fue enterrado el 23 de abril en el Convento de la Trinitarias.

Don Quijote de la Mancha

El libro “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, más conocido como Don Quijote de la Mancha fue escrito por Miguel de Cervantes Saavedra cuando él tenía 57 años. La obra está formada por 2 partes. La primera parte fue impresa en el 1605 en Madrid, aunque es posible que en 1604 ya hubiera una versión que fuese conocida por los círculos literarios. Esta primera parte está compuesta por 52 capítulos. La segunda parte titulada “segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha” fue publicada en 1615. Consta de 74 capítulos y en el prólogo podemos ver la contestación de Cervantes al usurpador, Alonso Fernández de Avellaneda, ya que este escribió en 1614 la continuación de Don Quijote.

La obra es considerada una de las mejores obras literarias de todos los tiempos y que ha sido traducida en infinidad de idiomas.

Sinopsis

En la primera parte se nos presenta al hidalgo Alonso Quijano de unos cincuenta años vive en un lugar de La Mancha. Este hidalgo es un gran aficionado a leer libros de caballería donde se narran aventuras fantásticas, tiene tanta pasión por ellos que finalmente enloquece y se cree que es un caballero andante. A partir de ese momento se hace llamar Don Quijote de la Mancha y a su caballo lo bautiza como Rocinante, además recupera las armas de sus antepasados y decide ir en busca de aventuras. En sus hazañas irá acompañado por su fiel escudero, Sancho Panza y como buen caballero tendrá una dama, Dulcinea del Toboso, está en realidad era una campesina llamada Aldonza Lorenzo. En la segunda parte del Quijote siguen habiendo numerosas hazañas, pero la más importante es la batalla que Don Quijote con el Caballero de la Blanca Luna, en la cual Quijote es vencido y como castigo deberá dejar de ser un caballero. La obra finaliza con la vuelta de Quijote a su aldea donde recobrará la razón y finalmente, morirá.

Introducción al tema

Cervantes fue capaz de reunir una gran variedad de personajes, en ellos podemos ver un cambio de papeles y de actitudes, sobre todo por parte de los personajes femeninos ya que algunos desarrollan un papel muy diferente al esperado de una mujer de aquella época. Esta peculiaridad da una sensación más realista de las diferentes personalidades y una visión renovada de la mujer.

Algunos de los personajes femeninos que aparecen en la obra son modelos que se utilizaban en las obras de la época, por ejemplo tenemos el caso de Marcela, una pastora (novela pastoril), Clara (novela de amor cortés), Zoraida (novela morisca), Dorotea y Luscinda (novela estilo Lope de Vega)…

Como puntualización, quisiera remarcar que Miguel de Cervantes estuvo siempre rodeado de mujeres, sus hermanas y su madre. Al parecer, algunas de sus hermanas no se casaron, algo insólito en la época. Por ello no es de extrañar que Cervantes quisiera plasmar este cambio de roles de las mujeres en su obra.

La representación de los personajes femeninos

• Dulcinea de Toboso

Este personaje es uno de los más importantes de la obra, aunque lo que conocemos de este personaje es por las descripciones de Don Quijote y Sancho. Realmente Dulcinea no existe, es un personaje imaginario inventado a partir de otro personaje, Aldonza Lorenzo un amor del pasado de Don Quijote.

“Llamábase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla «Dulcinea del Toboso» porque era natural del Toboso: nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.”

Aldonza es una labradora, fuerte, no muy modesta ni muy aseada según es descrita en la obra. En este personaje podemos ver donde Cervantes utiliza un toque humorístico y a veces un poco cruel.

Pero Aldonza no tiene nada que ver con el personaje de Dulcinea, una joven y muy bella, emperatriz de La Mancha (nombrada por Don Quijote). El personaje de Dulcinea es un claro ejemplo de la idealización de la amada ya que continuamente Don Quijote engrandece la figura de su dama pero realmente su visión es muy diáfana a la realidad.

Por otro lado, Don Quijote realmente está siguiendo los ideales caballerescos, por ejemplo podemos ver que el nombre de Dulcinea no es escogido al azar sino que los nombres acabados en “ea” como Galatea o Melibea son nombre de las damas de clase alta y con un carácter dulce. Con este nombre vuelve a exaltar la figura de su dama.

Aunque al principio solo necesita una doncella para el papel de caballero, Dulcinea se acaba convirtiendo en el motor de impulsor de las aventuras de Don Quijote ya que es a ella a la que se encomienda en cada hazaña e incluso intenta enviarle cartas para hablarle de ellas. Además, Don Quijote se cree tanto su papel que incluso cumple penitencias por ella y pasa noches pensando en ella, inmerso en su fantasía.

• Marcela

El personaje de Marcela aparece en los capítulos “intercalados” de la obra. Este episodio, concretamente, podríamos clasificarlo en el género pastoril, aunque Cervantes hace su propia versión. Por un lado, tenemos la figura de la amada (Marcela) aunque ella no corresponde al amado (Grisóstomo) y este decide morir al no ser correspondido. Además, el ambiente de soledad y paz a la que solemos estar acostumbrados en este tipo de obras, se ve interrumpido por los otros pastores que intentan seducir a Marcela. Como podemos ver, Cervantes utiliza un género literario típico de la época y hace su propia versión.

Marcela es una pastora huérfana que posee una gran belleza, culta ya que sabe leer y escribir, y rica pero que decide vivir apartada en una sierra. Por su gran belleza muchos pastores la pretenden pero ella es una mujer libre y que rechaza una vida encadenada al matrimonio, ella quiere ser libre y reivindica la soledad como forma de vida.

Ella es acusada de la muerte de Grisóstomo, uno de sus pretendientes, al morir él todos la culpan de su muerte pero ella se defiende y vuelve a proclamar su libertad y el poder de elegir su propio camino. “…Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos, mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura… … como sabéis, tengo riquezas propias, y no codicio las ajenas; tengo libre condición, y no gusto de sujetarme; ni quiero ni aborrezco a nadie; no engaño a este ni solicito aquel; ni burlo con uno ni me entretengo con el otro. La conversación honesta de las zagalas destas aldeas y el cuidado de mis cabras me entretiene.”

El personaje de Marcela muestra unas características muy inusuales para la época, es una mujer valiente que no le importa enfrentarse a los ideales de su tiempo y decidir su propio camino. Hay críticos que la han considerado como la primera “feminista” de la literatura española.

• La Duquesa

La duquesa representa a la mujer de la alta nobleza. Es una gran amazonas y una apasionada a la lectura de las novelas, por ello, ella conoce la historia de Don quijote y su escudero ya que se ha leído la primera parte del Quijote. Los duques acogen a Don Quijote y a Sancho en su castillo ya que dicen que los admiran. Ella utiliza la locura de Don Quijote para hacer burlas muy crueles junto a su marido y sus criados para combatir el aburrimiento.

“Las razones de Sancho renovaron en la duquesa la risa y el contento; y enviándole a reposar, ella fue a dar cuenta al duque de lo que con él había pasado, y entre los dos dieron traza y orden de hacer una burla a don Quijote que fuese famosa y viniese bien con el estilo caballeresco, en el cual le hicieron muchas tan propias y discretas, que son las mejores aventuras que en esta grande historia se contienen.”3

La Duquesa y sus criados, sobretodo destacar a Altisidora, incluso llegan a fingir escenas donde Don Quijote es atacado por unos gatos, aunque él cree que son unos encantadores, la situación es atroz y burlesca hacia la persona de Don Quijote. Algunos críticos creen que esta escena es un homenaje a la obra Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán.

La Duquesa tiene un papel de mujer cruel, no tiene piedad con Don Quijote y Sancho e incluso es la que más que se ensaña con ellos. Habitualmente se nos presentan a mujeres nobles que son dulces, amables y delicadas, en cambio, ella representa todo lo contrario. 

Los Duques son un ejemplo de la nobleza cortesana de la época, la cual fue utilizada por Cervantes en el Quijote para criticarla por modales y sus hobbies.

Conclusión

Como hemos podido ver, en el libro aparecen todo tipo de mujeres: nobles, pastoras, campesinas… y con personalidades muy dispares. Cada una tiene un papel claro en el que se debe de desarrollar, hay algunas que deciden tomar sus propias decisiones y no seguir “las normas” de la época, como por ejemplo el caso de Marcela o Dorotea y Luscinda, ellas deciden ejercer su libertad e imponerse a lo que en aquel momento era “lo correcto” para una dama, como era el caso de un matrimonio no deseado.

En aquella época el papel de la mujer era ser una buena esposa, tener hijos y llevar la casa, mientras los hombres eran los que tomaban las decisiones. Actualmente esta situación, no podemos decir que haya cambiado mucho ya que en la mayoría de casos la mujer es la que debe de encargarse de la casa, los hijos y de su trabajo. Además, aún se mantiene la idea de que la mujer necesita un hombre a su lado y para lograr una vida plena, debe casarse y tener hijos.

Por último, destacar que Cervantes consiguió con los personajes femeninos hacer una comparación entre lo que debía hacer una mujer de la época para ser una mujer respetada y lo que realmente sentía que debía hacer, tomar sus propias decisiones sin importarle los ideales de la sociedad. En mi opinión, creo que las mujeres que tomaron la determinación de enfrentar a la sociedad fueron las que realmente ganaron porque sobre todo consiguieron ser felices, como podemos ver en el caso del personaje de Marcela.

Como puntualización final, quiero señalar que Cervantes utilizó unos 39 personajes femeninos en el Don Quijote de la Mancha.