Una Propuesta De Solución Contra El Acoso Sexual
Según la Organización del a Naciones Unidas el acoso sexual, uno de los problemas más grandes que encontramos en nuestra sociedad, se ha incrementado en los últimos años. Por ello, en Ginebra, el gobierno europeo ha implementado un programa de ayuda social llamada ACNUR, obteniendo buenos resultados. Este programa se encarga en capacitar a los trabajadores sistemáticamente en la identificación y reducción de riesgos, incluyendo los de explotación, abuso y acoso sexual. El objetivo de ese programa es combatir las desigualdades profundamente enraizadas, incluidas las de género, en las que existen las condiciones que pueden dar lugar a una conducta sexual inapropiada. A pesar del éxito que tuvo el programa social en el país europeo, esta medida no obtendría el mismo resultado en el país.
En primer lugar, una razón para pensar que el programa ACNUR no funcionaría completamente es por la falta de gestión en el gobierno. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) ya habían implementado programas similares para la prevención de la violencia familiar y el acoso sexual. En el 2015, se aplicó un proyecto llamado “Detengamos la violencia” con el objetivo de inculcar en los centros educativos a los niños, niñas y adolescentes a enseñar las acciones preventivas contra la violencia familiar. Según el informe del INEI, esté proyecto solo logró el 20% de lo planeado en capacitar a los profesores en los centros educativos. Asimismo, Verdera, economista y director del Instituto de Estudios Internacionales de la PUCP, menciona que el Estado obtuvo un resultado desastroso por la ineficiencia administrativa y por el incremento de la corrupción en el gobierno. Debido a esto, se deduce que la implementación del programa sería incompetente por la mala gestión del Estado.
En segundo lugar, una razón más para considerar que el programa ACNUR no funcionaría completamente es por la falta de apoyo del gobierno en la inversión del presupuesto para el desarrollo de programas sociales. Mientras que en Ginebra el gobierno financió su desarrollo para implementar en los centros de trabajos, colegios, redes sociales para combatir con esta problemática, el gobierno del Perú deja de lado el ámbito social y no financia el presupuesto destinado en medidas contra el acoso sexual. Según el Instituto de Estadística e Informática, el Estado peruano solo invierte el 32% del PBI en problemas sociales, la tercera más baja en el continente sudamericano. Es decir, como señala el economista Verdera, las malas gestiones de políticas públicas pueden llegar a ser normas insuficientes para combatir por sí sola esta vulneración de derechos, siendo necesario contar con los medios apropiados para que se cumplan en forma oportuna. En razón de lo expuesto, la implementación del programa sería incompetente por la falta de presupuesto del Estado.
En conclusión, podemos observar que el proyecto del programa social ACNUR no podría ser viable en el país. Esto se debe a que actualmente, el Estado peruano no toma importancia en los programas sociales para combatir contra el acoso sexual.
