Valores Educativos En Medios De Comunicación
Introducción.
Las personas a lo largo de un solo día reciben una inmensa cantidad de mensajes de todo tipo mediante los medios de comunicación. Estos medios comunicativos, más específicamente la publicidad, poseen una fuerte influencia educativa en la sociedad. La publicidad es un agente de organización institucional y de educación permanente que crea un tipo concreto de personas, personas consumistas con valores y actitudes específicas. Teniendo esto en cuenta, se ha llegado a considerar que los medios ejercen un papel similar al que ejercía la iglesia en un pasado. Por ello, es importante conocer y analizar el tipo de valores que se transmiten por medio de la publicidad.
Desarrollo.
Los anuncios publicitarios construyen ciertos valores y modelos de vida que intentan imponer, y para conseguir esto, se aprovechan de la vulnerabilidad e inconsciencia de las personas utilizando lo que más mueve y define a la sociedad capitalista actual, la búsqueda de la felicidad, del disfrute y el ideal de exprimir la vida hasta el último segundo. Es decir, saben cómo manipular las emociones de las personas a la hora de lograr su objetivo, vender el producto y por consiguiente, obtener ganancias.
Cabe destacar que una de las fuentes de información y de transmisión de cultura más importantes y más utilizadas en todo el planeta es la televisión. Esta posee una gran capacidad de difusión, y por lo tanto, tiene una fuerte influencia en el mundo social. Asimismo, es el lugar en el que más anuncios publicitarios se retransmiten, ya que todos los programas televisivos están separados por espacios dedicados a la publicidad. Además de crear estos ideales imposibles de belleza, alegría y felicidad, también provocan falsas necesidades materiales. Es decir, parece que las personas que no tengan una casa ideal, o un coche nuevo no serán capaces de alcanzar la felicidad.
En resumen, la publicidad suma un conjunto de técnicas de Comunicación Social que se utilizan para anunciar y dar a conocer un producto o servicio, con el fin de que sea consumido y utilizado. Trata de persuadir al público, ya sean espectadores, lectores u oyentes. Esto es, la publicidad además de informar, persuade. El objetivo de los anunciantes comerciales no es otro que generar un mayor consumo de los productos. Para ello, crean unas marcas y a continuación, proceden a repetir una y otra vez dichas marcas para provocar que las mentes de los consumidores asocien automáticamente las marcas con la necesidad de conseguirlas.
Esto ocurre por ejemplo con los juguetes para niños, objetos que además de estar influido por la moda, son efímeros. Es decir, a medida que triunfan y logran darse a conocer cada vez más, cumplen aproximadamente los cinco años, y deben ser renovados (Mateo). Toda una estrategia de marketing que introduce a las personas en la espiral del consumismo. Cuanto más consumen más necesitan, y así sucesivamente. En cuanto al impacto de la publicidad en los niños, cabe mencionar que los estudios realizados acerca de esta reflejan resultados diferentes en comparación con la de los adultos. Los niños/as debido a su psicología durante la infancia, aceptan y creen todos los mensajes que reciben, independientemente de su origen, contenido o intencionalidad, situándose así ante una indefensión natural.
Este es uno de los principales motivos del atractivo de la imagen infantil que tienen los anunciantes. Otro de estos motivos es la influencia que los pequeños/as ejercen sobre el consumo familiar, que afecta no solo a la alimentación sino a otros servicios como pueden ser, electrodomésticos, equipos de imagen y sonido, viajes, restaurantes o automóviles, y en tercer lugar se encuentra el interés de las empresas por incorporar lo antes posible a los niños/as a la actual sociedad de consumo, creándoles hábitos basados en el consumismo que se mantengan en el futuro.
Conclusiones.
Por lo tanto, los medios de comunicación juegan un papel muy importante en la sociedad de hoy en día, y esto es un aspecto que la educación no puede obviar. Ya que, como se ha mencionado previamente, el discurso publicitario adentra a los niños en el consumismo y los educa en valores. Valores que además de estar basados en falsos ideales de felicidad, vehiculan ideas sexistas basadas en un sistema patriarcal que cosifica y denigra a las mujeres.
En los anuncios dirigidos a un público infantil en los que el niño es el protagonista, se muestra una imagen de nuño activo, rebelde y violento que demuestra valentía, destreza, ingenio e imaginación mientras que la niña, que suele aparecer como secundaria, muestra una actitud pasiva, obediente y delicada, relacionada con los estereotipos más tradicionales de la mujer.
Además, en la publicidad de juguetes se puede observar la división de papeles en función del sexo. La mayoría de los juguetes se presentan única y exclusivamente para niños o para niñas sin dar lugar al intercambio. Los de los niños suelen ser juegos de lucha, competición o vehículos, mientras que los de niñas fundamentalmente son para jugar a mamás o con muñecas y sus accesorios. Estos mensajes son inadecuados, perjudiciales y peligrosos para los menores. Por otro lado, este mismo problema también se da e incluso se agrava en los anuncios dirigidos a los adultos, anuncios que los/las niños/as pueden ver sin problema ya están completamente normalizados.
