Víctimas de Violencia en el Plano Intrafamiliar

Introducción

Teniendo como base esta concepción de aprendizaje, se puede afirmar que los menores, víctimas de violencia en el plano intrafamiliar, podrán usar lo aprendido como guías para la acción. Es decir, es probable que pongan en práctica, o que al menos vean como normal, dicha violencia. El psicólogo Rybski sostiene que el aprendizaje social ocupa un lugar destacado en las explicaciones que se sostienen respecto al origen del maltrato.

Desarrollo

Esta teoría sigue siendo muy utilizada en el presente, y ha ayudado a explicar concepciones como la trasmisión cultural. Pero tiene otras limitaciones, como la que expone Aroca. Este enfoque rechaza la concepción innata de la agresividad humana y la base genética del temperamento o la personalidad, trasladando el origen de la violencia al aprendizaje por modelado que se produce en las relaciones interpersonales, en nuestro caso, familiares.

Teoría del trauma

El concepto de trauma tiene origen médico, pero posteriormente fue incluido en la psicología por profesionales psicoanalistas como Freud, Breuer, Charcot, etc. Se define como un suceso (o suma de varios) que destaca por su alta intensidad y la imposibilidad que provoca en el afectado de hacerle frente, provocando patologías duraderas en su psiquismo y, con ellas, incapacitándolo en numerosos ámbitos de su vida. 

Se trata de una afección sin lesión orgánica, y el motivo de la patología depende de la persona afectada, de la representación psíquica que este haga del escenario (sobrepasa la excitación mental que este puede elaborar), como de la propia vivencia: una misma situación (traumatismo) puede provocar trauma en uno, mientras que no produce daño alguno, en otro. 

Cuando el suceso no se integra, no se descarga afectivamente y se aísla, se convierte en trauma, queda oculto en el inconsciente (o conciencia segunda, como inicialmente se le llamaba) y se expresa mediante síntomas somáticos que lo representan, considerada descarga de la angustia, y rigidez en el carácter de quien lo sufre. 

En relación con el maltrato infantil, es relativamente habitual que sufran este trastorno los menores expuestos a la violencia; así, la Academia Americana de Pediatría (AAP) ha reconocido que los menores expuestos maltrato tiene un riesgo alto de sufrir traumas.

La exposición al trauma desemboca en una serie de trastornos, según el DSM-V: trastorno de apego reactivo, de relación social desinhibido, de estrés postraumático, de estrés agudo, de adaptación, y otros trastornos relacionados con traumas, especificados y no especificados. Tal y como expone Alcántara, los síntomas que caracterizan al trastorno de estrés postraumático son: la continua reexperimentación del hecho que causa el daño (son recurrentes, por ejemplo, las pesadillas), la evitación de situaciones que se asocien, o puedan evocar recuerdos del acontecimiento, el embotamiento emocional, el incremento de actividad psicológica o física, etc. Moreno, señala que la violencia dentro del ámbito familiar es una causa de estrés postraumático en menores de edad, siendo más numeroso que otros factores desencadenantes de traumas, como accidentes o catástrofes naturales.

Conclusión

Cabe añadir aquí que, para que el trauma se consolide y provoque este u otro trastorno de los señalados, el niño, o niña, debe poder dotar de significado lo que está sucediendo; es decir, una situación que ha ocurrido hace tiempo, se volverá traumática una vez que la persona haya podido entenderla.