Vida De Galileo Y Su Libro

Introducción

Entrevistador. Estimados lectores, con las alas de la imaginación trasladémonos a través del tiempo y del espacio, al día 6 de enero de 1642, y a Arcetri, Florencia, Italia. Llegaremos a la casa de un gran científico, quien supo darle un fuerte impulso a la ciencia y a la tecnología y ha propuesto un método para hacer investigación científica. Él es Galileo Galilei, originario de Pisa, Italia.

Desarrollo

Entrevistador. Buenas tardes, señor Galileo.

Galileo. Buona será, caro amico.

  • Soy reportero de El Mensajero, periódico de la comunidad científica de la Comarca Lagunera. Le solicito una entrevista para dicho periódico. Le aclaro que retrocedí en el tiempo desde el año 2020.
  • ¡Qué sorprendente viajar en el tiempo! Luego me cuenta cómo se hace. Con molto placere acepto esta entrevista; pero primero acláreme ¿en dónde se encuentra la Comarca Lagunera? Disculpe mi desconocimiento.
  • México es parte de lo que fue la Nueva España, cerca de la provincia de la Nueva Vizcaya. En el Noroeste de México.
  • Ah, recuerdo muy bien la Nueva Vizcaya porque fue fundada un año antes de mi nacimiento.
  • ¿Qué le trajeron los Reyes Magos este día?
  • Nací el 15 de febrero de 1564. En dos años más cumpliré los 80. Los Reyes Magos me regalaron tranquilidad. Entre más me acerco a la muerte estoy más sereno.
  • Maestro, ¿qué estudios realizó usted?
  • Estudié Medicina en la Universidad de Pisa. Me considero demasiado curioso, observador y analítico y eso me sirvió para avanzar en el terreno científico y tecnológico.

Por ejemplo, una vez que estaba en misa en la catedral de mi ciudad natal; bueno, “estaba en todo, menos en misa”, pude observar que la lámpara del templo era mecida por una ráfaga de viento, se movía de un lado a otro uniformemente y pude constatar que recorría siempre la misma distancia en el mismo tiempo. De aquí llegué a la idea del péndulo, útil para medir el tiempo.

  • Efectivamente, maestro, pues algunos años después de usted otro científico, Christian Huygens habría de inventar el reloj de péndulo. ¿Realizó algunas otras invenciones, usted?
  • En cierta ocasión me platicaron que un general utilizaba en el campo de batalla un instrumento, un tubo con unas lentes en su interior, dispuestas de tal manera que podía ver más claramente los movimientos del enemigo.

Con esa plática me puse a construir telescopios de esos hasta que fabriqué el primer telescopio astronómico, el cual ampliaba la imagen treinta y dos diámetros. Con dicho telescopio descubrí que la Luna es un cuerpo opaco con muchos cráteres. También encontré que la Vía Láctea o Camino de Santo Santiago está compuesta de innumerables estrellas.

Comprobé la teoría de Copérnico de que la Tierra gira alrededor del Sol y no al revés, como comúnmente se creía en esos días. Llegué a esta conclusión porque pude constatar que los satélites de Júpiter giran alrededor de este. Le pido, de favor, se abstenga de publicar lo anterior, no me vaya a llegar de nuevo la Inquisición.

También inventé una balanza hidrostática para determinar los pesos específicos de los cuerpos así como el baricentro de los cuerpos.

  • Ya que mencionó la Inquisición, platíquenos ¿cómo le fue con la misma cuando divulgó sus conocimientos científicos? Porque sabemos que lo juzgó dicho tribunal.
  • Efectivamente. La Iglesia no aceptaba en ese tiempo la afirmación de que la Tierra gira alrededor del Sol, porque interpretaba aquel pasaje de la Biblia cuando Josué, viendo que se le estaba terminando la luz del día y le faltaba poco para ganar la batalla a sus enemigos, ordenó diciendo: “Detente Sol, Luna no avances”, como si el Sol y la Luna giraran alrededor de la Tierra. En esta ocasión la Inquisición tan solo me recomendó que me retractara de mi teoría, y yo, para no tener problemas, lo hice. Esto sucedió el año 1611, cuando era Papa Pío V.

Pero en 1632, cuando subió al papado Urbano VIII, creyendo que las circunstancias habían cambiado, publiqué un “Diálogo sobre los sistemas del Mundo”, en el que intervenían Simplicio, Salgredo y Salviat. Simplicio se presentaba muy ingenuo y era quien le rebatía la nueva teoría a Salviat. Esta teoría no era otra que el heliocentrismo, es decir, que la Tierra gira alrededor del Sol.

Alguien fue de chismoso con el Papa y le dijo que él era Simplicio y yo Salviat, por lo que nuevamente me encarceló la Inquisición. Me exigió que me retractara de mis teorías y me impuso la ciudad de Roma como cárcel. Yo inmediatamente firme la retractación para salvar mis huesos.

  • No tenga preocupación por la Inquisición, como vengo de tiempo futuro en relación con el suyo, le aseguro que dicho tribunal ya no existe y la totalidad de los científicos del mundo le reconocen y le dan toda la razón en lo referente al heliocentrismo.
  • Francamente no me inquieta la autoridad eclesiástica, porque no he escrito nada irreverente contra la Santa Iglesia, además que su jerarquía me ha tratado con cortesía y consideración.
  • ¿Usted cree que falló la infalibilidad del papa?
  • En el caso concreto mío el papa no habló Ex cathedra” para definir un dogma. Luego nada tenía que ver la infalibilidad pontificia, además que fue la Inquisición y no el papa quien me juzgó.
  • Ahora díganos ¿Cómo dio a conocer sus inventos y descubrimientos?
  • Escribí y publiqué El ensayador, Discurso sobre los cometas, Diálogo sobre los dos principales sistemas del mundo: ptolemaico y copernicano, Diálogo sobre las dos nuevas ciencias mecánica y movimiento local, La balanza, Operación del compás geométrico y militar, Discurso sobre el flujo y reflujo del mar, publiqué un periódico, al que titulé “Sidereus nuntius”, que se traduce al español: Mensajero del cielo.
  • Usted diseñó un método para la investigación científica. Háblenos, por favor, de dicho método.
  • ¡Este punto lo considero sumamente trascendente! ¡Qué bueno que me lo pregunta! Yo creo que para avanzar a la segura en el terreno de la ciencia es indispensable un método, el método científico, el cual consiste en manejar la observación, la experimentación y la verificación como pasos fundamentales.
  • ¿Qué tan cierto es que usted dejó caer dos cuerpos de distinto peso desde lo alto de la Torre de Piza?
  • Materialmente no lo hice, pero si insistí muchísimo en que dos cuerpos de pesos distintos bajan simultáneamente, contrario a los enseñado por Aristóteles y los peripatéticos.
  • Ya para terminar, señor Galileo ¿Usted realmente dijo la frase que se le atribuye “Y sin embargo se mueve” cuando salió libre de la cárcel?
  • No, eso no la dije. Yo mostré sumisión al tribunal eclesiástico, firmé la retractación y opté por permanecer en silencio, obedeciendo en todo a la Inquisición; para qué le buscaba más. Algún gracioso la agregó por ahí. Tan es así que sintiéndome enfermo solicité me permitieran cambiar de residencia a Florencia en vez de Roma, lo que me fue concedido; si hubiera dicho eso nada me hubieran autorizado.
  • Muchas gracias, Maestro, por sus comentarios. Tenga la seguridad que los jóvenes de la Comarca Lagunera lo apreciarán más a usted y como un homenaje estudiarán con mayor ahínco y entusiasmo ciencia y tecnología con lo cual vendrá el desarrollo de la región y del país: México.
  • Quedo a sus órdenes. Arrivederchi.
  • Esta fue una entrevista con el científico Galileo Galilei para ustedes el Reportero.

Conclusión

La fría madrugada del 9 de enero de 1642, Galileo falleció en Arcetri, cerca de Florencia. Bertrand Russell explica que Galileo impulsó de verdad la ciencia, y a partir de este impulso los inventos y descubrimientos se multiplican cada vez con mayor rapidez. Los antiguos vieron al mundo más como poetas que como científicos. 

¡Qué frío hace! Esa es su casa. Se aprecia modesta, pero se respira tranquilidad en ella. El maestro muestra nariz recta y ancha, frente amplia, rostro surcado por las arrugas de los años, sus manos deformadas a consecuencia de artritis, luce pelo y barba blancos; ya tiene sus años, parece un octogenario. Su mirada es penetrante, con sus grandes ojos vivarachos, aunque ya con dificultades para ver, que manifiesta mucha paz, la paz interior que solo la da la sabiduría del vivir dignamente.

17 August 2021
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