Violación de Derechos Humanos en contra de Vendedores Ambulantes
Debido a observaciones personales he decidido escribir este ensayo de los derechos humanos universales, que se violan regularmente en relación de los comerciantes informales por todas las calles de la ciudad de Quito.
Una sociedad que permite la violencia no tiene rumbo alguno. La sociedad ecuatoriana impávidamente permite una serie de abusos por parte de los agentes metropolitanos en contra de los vendedores ambulantes en las calles de la ciudad de Quito y otras ciudades del Ecuador como se evidencia por observación diaria y en videos que se reproducen en redes sociales. Los agentes metropolitanos se encuentran entrenados y armadas, lo cual evidencia una relación desigual y utilizan una fuerza desproporcionada frente a los vendedores ambulantes, que lo que buscan es trabajar para llevar alimento a sus hogares. Esta condición de violencia es alarmante, pero la indiferencia de las demás personas es aún más grave, como reza un antiguo dicho: “Lo único que se necesita para que triunfe el mal, es que los hombres buenos no hagan nada.”, Acaso, ¿Existen únicamente personas buenas y personas malas?, mi respuesta es No. Considero importante limitar este pensamiento y me atrevo a decir que únicamente existen “acciones buenas y acciones malas”.
Debemos partir reconociendo que esto es una problemática social que nos involucra a todos, el fenómeno de la violencia es evitable y es un modelo que se debe evitar incubar y reproducir desde los hogares. Este atropellamiento de derechos no ha sido elemento de exaltación por parte de funcionarios públicos ni de los medios de comunicación, este desinterés quizá se deba a que está vinculado únicamente a un grupo de personas de escasos recursos económicos a quienes se les vulnera sus derechos, pues las personas que tienen menos recursos económicos se les hace casi imposible acceder a un mínimo de justicia.
La Policía Metropolitana interviene ante las ventas informales recurriendo a medidas violentas: desde despojar su mercancía acerbamente hasta la agresión física. Este acto inhumano se evidencia todos los días en las calles de Quito, y se va convirtiendo en un episodio cotidiano, casi indiferente a los ojos de la comunidad, por esta razón se debe sensibilizar a la población de estos acontecimientos, mediante la educación que influya de manera positiva en el pensamiento general, intervenir en la mala administración de los espacios de trabajo y fuentes de empleo, va a generar la necesidad en las personas de comercializar en el espacio público con el único propósito de búsqueda de sustento para sus familias y el no saber actuar frente a los actos violentos que se han naturalizado con el tiempo, nos vuelve seres conformistas con la realidad que se nos presenta, descuidando la idea de que sí podemos modificarla.
El ser humano con el pasar de los años ha ido creando normas, leyes, principios y derechos bajo los cuales se rige el mundo en el que vivimos, y organiza nuestra sociedad, con el fin de alejarnos del caos y estructurar un colectivo basado en el respeto y la igualdad. Tras un largo proceso hasta llegar al reconocimiento de los derechos para todos los seres humanos, se han sufrido las violaciones y atentados a estos, pues siempre existen personas más vulnerables que otras.
Parto de este tema tras varias experiencias personales, el observar en las calles de Quito la violencia y agresión que se utiliza para evitar el comercio informal. Pero acaso, ¿esta violencia esta justificada unicamente porque corresponden a una autoridad? De ninguna manera, ningun tipo de violencia es justificada, este atropellamiento de derechos humanos se suscitan a diario, y las personas no somos capaces de reaccionar. Cierto dia me encontraba en el centro histórico, y pude presenciar uno de estos actos inhumanos. Una mujer de aspecto cansado, muy maltratada por el clima, se encontraba vendiendo fósforos y otros objetos de uso común con su niño pequeño que la acompañaba. De pronto llegaron 3 policias metropolitanos, sin dirigir palabra alguna procedieron a botar el pequeño puesto improvisado que tenía la mujer, y a arrebatarle todos los objetos que vendía. La Sra. desesperada les decía que ya se iba a retirar, pero que no le quitara su único medio de subsistencia. Los agentes metropolitanos, la ignoraron. Algunas personas se amontonaron, como suele pasar ante algun suceso inusual, pocas personas intentaban interceder, otras unicamente observaban, y las demás lo ignoraban por completo. Por que estas situaciones se han convertido en normales, cotidianas, parte del transitar por las calles de Quito, y sobretodo, nos basamos en la indiferencia tan marcada, concebimos que, si no se trata de un problema personal, que nos involucre de manera explicita a nuestra persona, este problema no tiene importancia, y cada persona sabra enfrentarse a los problemas que le deparan sus circunstancias.
No nos detenemos a reflexionar sobre lo que considero, el origen de todos los males, la desigualdad. nacemos en diferentes condiciones, con diferentes oportunidades, y personas que ni siquiera tienen oportunidades, y se aferran a la idea de sobrevivir, y en muchas ocasiones estamos conscientes de estas injusticias del diario vivir, pero nos encerramos en nuestra zona de confort.
Los comerciantes que se encuentran en las calles son personas que se hallan en extrema vulnerabilidad, están expuestas a los peligros de las mismas, a la violencia recurrente, a las condiciones climáticas, a la delincuencia, al desprecio de las personas, y sobre todo, a la violencia de la autoridad que parece ser legítima. Pero cabe analizar, realmente si ¿esto les enseñan en su proceso de formación de agentes metropolitanos, a ser violentos, a no ser condescendientes y ser indolentes con el sufrimiento ajeno?
En comparación con las condiciones de los agentes metropolitanos, quienes tienen el deber y la obligación de resguardar las calles de Quito, y a las personas también. Los agentes metropolitanos reciben un sueldo que les ayuda a mantener a su familia, se encuentran protegidos por su cómodo uniforme, y sus armas de seguridad, entre las cuales se encuentra un tolete y gas pimienta. Pero es su deber velar por la seguridad de todas las personas sin distinción alguna, allí observamos una fuerte contradicción, pues ponen en marcha el uso de todo su equipo y su formación en defensa personal, pero utilizan todo esto, sumando una fuerza desproporcionada, sin considerar la situacion de desventaja en la que se encuentra un comerciante informal, para retirarles su mercancía, humillarlos y agredirlos.
Esta no es la Patria que deseo…
La autoridad, es aquella que por designación legítima del pueblo cumple un rol importante para la sociedad, va a velar por el bienestar, de la misma, de acuerdo, a la competencia correspondiente, pero siempre en favor de las personas, pues su posición es gracias a las personas que los eligieron, y ahora tienen la oportunidad de ejercerlo. Un agente metropolitano se forma durante algun tiempo, de igual manera que en una carrera profesional. Entonces me cuestiono, si durante este largo proceso, reciben materia de derechos humanos, se fortalecen en valores, y aprenden como tratar con las personas de manera empática. Al final, detrás de esos uniformes, y su equipo de seguridad, se encuentran personas corrientes, personas que también sufren, que sienten y que tienen familia que alimentar. Pero parece que cuando el ser humano posee, aunque sea un mínimo de poder, se pone su uniforme y carga su tolete, este sufre un proceso de transformación, en donde los sentimientos de las demás personas no importan, su bienestar fisico y emocional ya no es motivo de preocupación, es un tema que no es de interés.
Evolucionamos como seres sociales y esto nos permitió sobrevivir como especie, conseguir alimento, hacerle frente a los animales salvajes y protegernos de las inclemencias climáticas. Por naturaleza, debemos vivir en comunidad, si bien es cierto, que siempre va a existir conflicto, se debe propiciar un ambiente sano y libre de violencia, en donde las personas manejen de la mejor manera sus vínculos sociales. Cada persona desarrolla un papel fungible en la sociedad, y en cada actividad que desarrolle debe practicar los preceptos morales basados en el respeto, tolerancia y condescendencia con el prójimo. Pero al observar tanta violencia, guerras, y caos en las relaciones sociales, me pregunto si realmente hemos evolucionado.
Nos hemos convertido en seres pasivos en el último siglo, hemos naturalizado la violencia a tal nivel que se lo vive todos los días y en cualquier lugar. ¿Realmente queremos que estas actitudes indiferentes nos caractericen como pueblo ecuatoriano que somos?, los jóvenes nos hemos convertido en la generación sin revolución, con esto no me refiero a las grandes revoluciones que hemos vivido en la historia, hago alusión a revolución en nuestros pensamientos, en nuestras acciones y en nuestro corazón.
Cuando tratamos el tema de violación de derechos humanos de los agentes metropolitanos a los vendedores ambulantes hacemos pleno énfasis en los derechos que cada individuo posee, y no se puede menoscabar bajo ninguna circunstancia, y mucho menos tratándose de una autoridad, pues se haría efectivo el abuso del poder que poseen, y el aprovechamiento de las condiciones desfavorables de cierto grupo de personas, que por tratar de sobrevivir, salen a las calles con sus productos exponiéndose a un ambiente hostil, con el único fin de llevar alimentos a sus hogares, con el único motivo de supervivencia.
Se ha definido a los derechos humanos como derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna. Todos tenemos los mismos derechos por la única condición de ser humanos. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella.
Observando el incumplimiento del Estado a los preceptos establecidos en la Constitución de la República del Ecuador, partiendo por la inobservancia al Art. 3, numeral 5 que establece los deberes primordiales del Estado como “planificar el desarrollo nacional, erradicar la pobreza, promover el desarrollo sustentable y la redistribución equitativa de los recursos y la riqueza” (Constitución de la República del Ecuador, 2008) para así poder acceder al buen vivir. Al hablar del buen vivir hacemos alusión a una vida digna, libre de violencia para todos, que es el tema a tratar y al hablar de erradicar la pobreza, tal vez los Agentes Metropolitanos entendieron mal, quizá entendieron como eliminarla de las calles u ocultarla, interviniendo sin limitación alguna y sin la contemplación y respeto de los derechos que cada individuo posee. El derecho no debe encontrarse plasmado en papel, es necesario hacer efectivo uso de este, y que se vea el seguimiento del Estado y los ciudadanos por propiciar los derechos y principios establecidos. Así como se menciona en el numeral 8 del mismo artículo, “garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción.” (Constitución de la República del Ecuador, 2008)
El Estado actúa como un ente garantista de derechos, pero es la responsabilidad de todos exigir y contribuir al efectivo goce de los mismos.
Así mismo en el Art. 11, numeral 2 del primer capítulo “Principios de aplicación de los derechos”, se establece que el ejercicio de los derechos se rige bajo varios principios, siendo el más importante el primero que fundamenta sobre la igualdad de derechos, deberes y oportunidades, estableciendo aquí en nuestra carta magna, que la violación de este, está atentando con un principio fundamental reconocido para todas las personas. Además menciona sobre la no discriminación, que no admitirá bajo ninguna causal como la etnia, condición socio-económica, ni por cualquier distinción, individual o que afecta a los derechos colectivos, de manera momentánea o permanente, cuyo fin sea perjudicar o abolir el reconocimiento y goce pleno de los derechos. (Constitución de la República del Ecuador, 2008). Aquí concibe varios motivos por los cuales, a lo largo de la historia, las personas han sido víctimas de discriminación, sin embargo, es imposible redactar todas, y me gustaría exaltar la discriminación hacia los vendedores ambulantes que se ambienta a nuestro contexto. Se debe garantizar un ambiente adecuado a este grupo de personas que por su condición se encuentran en estado de vulnerabilidad, no podemos dejar de lado sus derechos. La ley se encargará de sancionar toda forma de discriminación. El Estado debe adoptar medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real dirigido a los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad, en este caso relacionándolo con el tema del presente ensayo, se asume la condición desfavorable de los comerciantes informales. Hacemos hincapié en los derechos y oportunidades para todos por igual, en la no discriminación por condición socioeconómica, y sobre todo exaltamos la afirmación del estado sobre intervenir de manera directa para promover la igualdad real en favor de quienes se encuentran en situación de desigualdad.
En la Sección octava “Trabajo y seguridad social” del Art. 33, trata un tema primordial en cualquier estado, que es sobre el trabajo, situándolo como un derecho y un deber social, es considerado un derecho económico que fue reconocido tras un proceso de luchas sociales históricas, y la conceptualiza como una fuente de realización personal y base de la economía. El Estado actúa como un ente garantista de las personas trabajadoras que incluya todos los beneficios y basados en la dignidad de cada persona. Además no acepta ningún trabajo que se ejerza de manera obligatoria, esto quiere decir que no exista un medio externo que ejerza una fuerza a manera de obligación. (Constitución de la República del Ecuador, 2008)
“El Estado adoptará las medidas necesarias para advertir, erradicar y sancionar cualquier forma de violencia. Entre los derechos que priman en nuestra constitución, en el numeral cuatro del mismo artículo se reconoce el derecho a la igualdad formal, igualdad material y la no discriminación.” (Constitución de la República del Ecuador, 2008)
A través del análisis de estos artículos, podemos exaltar la responsabilidad del Estado, y el rol que cumple en la sociedad para afrontar las problemáticas sociales que nos envuelven. Pero este problema no solo le compete al Estado, involucra el compromiso de todos los ciudadanos para construir una sociedad basada en derechos y principios que se cumplan, se debe partir del respeto y la reproducción del pensamiento referente a la igualdad. También es importante, resaltar la igualdad material, como una limitación al desarrollo integral de las personas.
De acuerdo con Aristeo García González, la Dignidad Humana es el núcleo duro de los Derechos Humanos. García considera que la dignidad humana es un valor fundamental e indeleble, a pesar de que este concepto puede ser interpretado por las personas de manera múltiple, cada persona en concordancia con su criterio va a asimilar la idea de dignidad de diferente manera, su fundamento radica en que todo ser con capacidad para razonar y decidir se hace acreedor a ella, es decir, a todo ser humano le corresponde. (Gonzalez, 2017)
Los vendedores ambulantes se encuentran circulando por todas las calles de Quito, pero uno de los lugares más recurrentes para el comercio informal es el centro histórico. Este es un espacio público reconocido a nivel nacional e internacional, puesto que la UNESCO lo ha nombrado, el primer Patrimonio Cultural de la Humanidad. Por lo que su conservación estética y referente a la seguridad es sustancial para el desarrollo turístico del país, considerando que parte de la población considera que el comercio informal le puede restar belleza a este lugar turístico, y que molesta a los transeúntes, además de brindarles un ambiente inseguro. Sin embargo, ¿Es necesario que, bajo estas circunstancias, la violencia sea justificada para mantener el orden en la ciudadanía y el esplendor de la ciudad?
La cultura de la colectividad se concentra y se manifiesta en el espacio público donde se establece la relación de las personas que se encuentra más allá de la arquitectura que adorna estos sectores, con esto me refiero a que las personas que conforman los espacios públicos como las plazas, el centro histórico, sus calles van a representar parte esencial de la cultura y es característico de cada contexto. En la actualidad, los espacios públicos permanecen más libres y abiertos que antes, pues muchos autores como el reconocido filósofo Foucault que consideraba que, en la antigüedad los espacios públicos eran concurridos en función de las clases sociales estableciendo de esta manera una cultura excluyente frente a las minorías. Aquí se constituye dentro del grupo de las minorías, los vendedores ambulantes que son rechazados por la sociedad.
Los agentes metropolitanos como todas las profesiones del mundo están normados y regidos por la “Lex Artis”, por reglamentos y códigos que aseguren el cumplimiento óptimo de sus funciones. Revisando el Procedimiento para las aptitudes que desempeñan a través del reglamento metropolitano, como mantener un ambiente estable en las vías públicas, la expulsión de los comerciantes ambulantes, en los casos previstos en este código para la retención de la mercadería siguiendo el debido proceso, los agentes metropolitanos deberán cumplir con el siguiente procedimiento:
a) “Cuando se trata del desalojo de ventas ambulantes de un sitio o sector, los agentes metropolitanos deben propiciar orden de acuerdo con la Comandancia General de la Policía Metropolitana, la cual debe ser motivada en todas las ocasiones. Podemos observar que, en nuestro contexto, se irrespeta el debido proceso.” (Codigo municipal para el distrito metropolitano de quito, 1997)
b) Si para limitar e impedir las ventas en espacios públicos a los vendedores que no tengan el respectivo permiso o autorización municipal, es necesario confiscar los artículos u objetos puestos a la venta, el policía metropolitano de superior rango designado a esta misión, debe realizar el respectivo parte de decomiso, en 24 horas. (…) (Codigo municipal para el distrito metropolitano de quito, 1997)
“En ningún caso este procedimiento debe superar las 48 horas contadas a partir de la hora del decomiso, cuando se trate de artículos no perecibles y 24 horas cuando se trate de artículos perecibles.” (Codigo municipal para el distrito metropolitano de quito, 1997)
En este procedimiento no encuentro y considero fundamental que se establezca algunas especificaciones sobre derechos humanos. Se debería instaurar el buen trato que se debe brindar a todos los ciudadanos que comercializan informalmente, y tipificar la sanción en caso de que existan agresiones o actos violentos por parte de los agentes metropolitanos, ya que se está vulnerando los derechos de este grupo y al parecer nadie ni siquiera la ley los ampara.
Si bien es cierto, dentro de nuestra Constitución existe un sinnúmero de leyes que ampara a todos los ciudadanos sin distinción alguna, existen ya varios reconocimientos basados en principios de justicia e igualdad, existen reglamentos y códigos que norman todos los oficios, entre los cuales hacemos alusión a los Agentes Metropolitanos. Sin embargo, en el pleno ejercicio de los mismos no existe un cumplimiento riguroso, los procedimientos no se siguen de manera sistemática, y el Estado no garantiza los derechos humanos concebidos, no para todos, existe una división clasista en el acceso a estos. El estado debe dar apertura a nuevas plazas de empleo que garanticen un empleo digno para todas las personas, crear nuevas fuentes de empleo, reduciendo el presupuesto en gastos opulentos como los salarios excesivos a los asambleístas, a los ex presidentes y funcionarios del Estado. Reducir los gastos de publicidad, y propiciar a la inversión extranjera a través de proyectos viables en favor de nuestra población.
Me gustaría hacer mención, a que Ecuador un país pequeño y diverso con una población aproximada de alrededor de 16 millones de personas, que al recibir población extranjera lo único que hace es aumentar el cinturón de miseria y desempleo. Se debe priorizar y actuar de manera inmediata, o el daño será irreversible.
Además del papel protagónico del Estado, la sociedad ecuatoriana también forma parte esencial para afrontar este problema social, empezando por la comprensión de que los comerciantes informales son personas y poseen los mismos derechos, y que se encuentran en las calles luchando por subsistir.
La violencia durante mucho tiempo ha sido utilizada bajo orden del poder, como medio de doblegación de la población civil. Con el desarrollo de este ensayo, podemos expresar que la mala administración de las fuentes de empleo y espacio público, han generado el desenvolvimiento de las ventas informales, la sociedad civil jamás debe justificar la violencia en busca del orden. El problema no son las ventas, el problema es la violencia.
Referencia bibliográfica
- Codigo municipal para el distrito metropolitano de quito. (31 de 12 de 1997). Obtenido de http://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic2_ecu_anexo13.pdf
- Constitución de la República del Ecuador. (2008). Montecristi.
- Gonzalez, A. G. (2017). Revista Juridica IUS. Obtenido de Dignidad Humana: http://www.unla.mx/iusunla28/reflexion/La%20Dignidad%20Humana.htm