Violencia Articulada De Hannah Arendt
En el marco de mi trabajo integrador en instancia de coloquio por promoción indirecta en el área de ciencias políticas, he decidido desarrollar el tema de Hannah Arendt: Sobre la violencia articulándolo con el de Nancy Fraser: En escalas de justicia, correspondientes a las unidades 3 y 4 respectivamente.
Arendt señala las cuestiones de violencia en el terreno político. Repugnaba infinitamente la violencia como un derecho propio del poder. El poder como tal es un instrumento de mando, mientras que el mando debe su existencia al “instinto de dominación”
“Un hombre se siente más hombre cuando se impone a sí mismo, y convierte a otros en instrumentos de su voluntad” decía Sartre, y esto, a su vez le proporciona un incomparable placer.
Se considera a la burocracia o, en todo caso, el dominio de un complejo sistema de oficinas como uno de las formas más formidables de ejercer dominio, denominada como el Gobierno de Nadie, donde nadie es responsable, un gobierno tirano, en el que nadie pregunta que está haciendo el otro y en el que se dificulta la localización del enemigo. Todas las instituciones políticas son manifestaciones y materializaciones del poder, esto quiere decir que indirectamente se ejerce poder, no con armas, cuchillos ni nada que represente a la violencia en sí, sino que, mediante la manifestación de leyes que, a su vez, los hombres aprobaron y que decaen cuando el mismo hombre deja de apoyarlas y cumplirlas.
Una distinción entre violencia y poder, es que el poder siempre precisa el número, mientras que la violencia puede prescindir del número porque descansa en el instrumento, la extrema forma de poder es la de todos contra uno, y la extrema forma de violencia es la de uno contra todos, y esta última nunca es posible sin instrumentos, ahí es donde se hace referencia a lo antes mencionado.
Hannah se basa en palabras claves, como lo son “poder”, “potencia”, “fuerza”, “autoridad” y por supuesto “violencia”, mientras que Nancy Fraser, se basa específicamente en la “justicia”, haciendo hincapié en que esta nunca se experimenta directamente, si experimentamos indirectamente el sentido de injusticia, y, a través de ella, experimentamos lo que es la justicia. “Superar la injusticia significa desmantelar los obstáculos institucionalizados que impiden a algunos participar a la par con otros, como socios con pleno derecho a la interacción social” dice Fraser, haciendo referencia a que una injusticia se produce cuando se institucionalizan situaciones que inhabilitan la participación de unos en la vida social.
Nancy Fraser se basa en ciertas reivindicaciones de justicia social, una de ellas es la reivindicación de redistributivas pretendiendo una distribución más justa de los recursos y riquezas. Otra, es la política de reconocimiento, la cual reconoce como objetivo un mundo que acepte las diferencias, pero que no las utilice para discriminar, ya sea por su color de piel, género, sexualidad o cualquier característica de un ser humano. Es aquí, donde personalmente articule los textos de ambas autoras, creyendo que una persona al momento de discriminar se siente más poderosa, ejerciendo sobre otro una violencia innecesaria y teniendo cierto desprecio por los sentimientos del discriminado. También se une con el concepto de “fuerza” a la que hace referencia Arendt, se denomina dicha fuerza como la que utilizamos en el habla cotidiana, siendo sinónimo de fuerza e imponiendo cierto grado de coacción. “Autoridad” podría ser considerada como otra palabra para describir cierto grado de violencia en el entorno de discriminación, ya que una persona sumisa y expuesta a la discriminación le otorga a otra el sentido de autoridad indirectamente por el miedo que puede llegar a ejercer.
Si bien Hannah Arendt se contextualiza en un ámbito de violencia y poder por parte del Estado, y Nancy Fraser mas en el ámbito social de la justicia, me pareció más oportuno relacionar estos textos, en cierto punto Fraser también relaciona a la justicia social hacia el Estado por cuestiones de economía por parte de grupos sociales marginados, buscando justamente una distribución equitativa de los recursos y riquezas.
Concluyo mi trabajo haciendo referencia a los ideales de Hannah Arendt, que decía que el poder no necesita justificación, surgiendo de donde las personas se juntan y actúan concertadamente, mientras que Fraser hace referencia a la justificación y reconocimiento de la justicia.
