Violencia Doméstica Una Problemática Que Se Perpetúa
Introducción
La violencia doméstica es una grave problemática a nivel mundial que traspasa los límites de la clase socioeconómica, edad, religión y origen étnico. De hecho, se estima que en Ecuador 8 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia, la gravedad de esta situación obligó a las autoridades a promulgar en el año 2007 el Plan Nacional para la erradicación de la violencia de género e intrafamiliar, como un intento por acabar con esta problemática un enfoque multidisciplinario mediante.
En este contexto, la Ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia conceptualiza la violencia intrafamiliar como “toda acción que consista en maltrato, físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la familia en contra de la mujer o demás integrantes del núcleo familiar.” Pero, primero tenemos que reconocer las formas de violencia para emprender las acciones adecuadas en cada caso.
Desarrollo
La Ley antes mencionada reconoce 3 tipos de violencia intrafamiliar; Física es todo hecho de fuerza que cause daño, dolor o sufrimiento a las personas agredidas, cualquiera que sea el medio empleado. La Psicológica es toda la acción u omisión que cause daño, dolor, perturbación emocional o alteración psicológica al familiar agredido. Se incluyen la violencia verbal, intimidación, chantaje y amenazas. Sexual es toda acción mediante la cual se obligue a una persona a tener relaciones sexuales mediante el uso de fuerza física o coerción de cualquier tipo.
Dada la naturaleza de nuestra profesión, usualmente el médico es el primero en detectar los signos de violencia física y sexual, sin embargo, es un escenario común que su respuesta ante estos actos se limite a la curación y al examen médico-legal. Por lo tanto, ni las víctimas reciben la ayuda adecuada ni los agresores el castigo oportuno, entonces la situación se prolonga con resultados fatales en algunas ocasiones.
El Art. 10 de la Ley la Violencia a la mujer y la familia dictamina que los profesionales de la salud que tuvieran conocimiento de hechos punibles de violencia intrafamiliar, están obligados a denunciarlos en un plazo máximo de 48 horas, o de lo contrario se les considerará encubridores. Por ello, es importante que el médico sepa cómo actuar cuando está ante un caso de violencia física. En primer lugar hay que conservar la calma, no se debe criticar la actitud de la víctima ni confrontar al agresor; hay que entender que a nivel psicológico las dinámicas son bastante complejas y las respuestas de la víctima pueden ser muy variadas.
Conclusión
No se debe dejar sola a la víctima en ningún momento, aun si no está presente el agresor, esta podría intentar autolesionarse. Si la víctima decide denunciar, hay que facilitar el proceso llamando a las autoridades competentes de inmediato y si decide no hacerlo hay que hacer la notificación y tratar de retener a la víctima el mayor tiempo posible hasta que las autoridades lleguen.
Cabe destacar, que el médico bajo ningún concepto debe minimizar la gravedad de las lesiones y deben quedar adecuadamente consignadas en la historia clínica de la paciente y en las formas que le suministren los organismos de protección. Es fundamental que la víctima reciba apoyo legal, psicológico y de grupo para poder salir de la situación.