William James: Padre Del Autoconcepto

William James fue el precursor del autoconcepto, éste en su obra ‘’Principios de Psicología’’ señala que se pueden distinguir dos dimensiones dentro del yo total, el sí mismo como conocedor y el sí mismo como conocido. El sí mismo como conocedor lo definió como la parte de uno mismo que ordena y entiende las experiencias de forma totalmente subjetiva, es decir, que la particularidad de sus experiencias lo distingue como persona, mientras que el sí mismo como conocido es la suma total de todo lo que un individuo puede llamar «sí mismo».

Según James la jerarquía del autoconcepto tendría forma de pirámide. En la base estaría el self material, es decir, su cuerpo y sus posesiones, en el centro estaría el self social que se refiere a las características que tienen en mente sobre él las personas que le conocen, y en la cima, el self espiritual que se refiere a los pensamientos, juicios morales, etc. que sería lo más valioso y duradero. 

Así también, encontramos que James dice en su libro ‘’Principios de Psicología’’ que el hombre se muestra ante los demás de diversas formas tratando de conseguir su reconocimiento y la idea que crea ante los demás forman parte de su autoconcepto. Así expresa: ‘’Un hombre tiene tantos yo sociales cuantos individuos le reconocen y conservan mentalmente una imagen de él’. James anticipó de esta manera, el carácter eminentemente social del autoconcepto influyendo de manera notable en el interés, dentro del interaccionismo simbólico, por esta dimensión social del autoconcepto y, en consecuencia, en toda la abundante literatura que al respecto se ha publicado hasta la fecha.

Numerosos autores han seguido investigando y sacando teorías sobre el autoconcepto, un siglo más tarde, Machargo define en su libro El profesor y el autoconcepto de sus alumnos:

‘’El autoconcepto se construye y define a lo largo del desarrollo por influencia de las personas significativas del medio familiar, escolar y social, y como consecuencia de las propias experiencias de éxito y fracaso.’’

Según González y Tourón el autoconcepto hace referencia a las percepciones que el individuo tiene de sí mismo. Para los autores es una formación cognoscitiva que se crea a partir de una mezcla de imágenes de lo que somos, de lo que deseamos ser y de lo que manifestamos a los demás. Se trata por tanto de un conocimiento que no está presente en el momento del nacimiento, sino que es el resultado de un proceso activo de construcción por parte del individuo a lo largo de todo su desarrollo evolutivo.

Son muchos autores los que han ido renovando la definición de autoconcepto, entre ellos García y Doménech, Fariña, García y Vilariño, Salum-Fares, Marín y Reyes, etc.

En una definición del concepto más actual, Estévez dice que el autoconcepto se puede definir como el conocimiento y las creencias que el sujeto tiene de sí mismo en todas las dimensiones y aspectos que lo configuran como persona, esto es, en el aspecto corporal, psicológico, emocional, social, etc. Involucra una descripción objetiva y/o subjetiva de uno mismo, que tiene una multitud de elementos o atributos.

Un año más tarde, García-Sánchez, Burgueño-Menjibar, López-Blanco y Ortega lo definen como ‘’las etiquetas que una persona se atribuye, generalmente relacionado con parámetros físicos, comportamentales y emocionales’’.

Según el Diccionario de la RAE, el autoconcepto es la “opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva asociado un juicio de valor”. Por lo tanto el autoconcepto influye mucho en la personalidad. Según Cazalla-Luna & Molero si logramos tener un autoconcepto alto desde edades tempranas se evitarían muchos problemas psicológicos y pedagógicos futuros.

El autoconcepto durante años, ha tenido una concepción unidimensional y global, pero desde mediados de los años setenta fue evolucionando a una concepción multidimensional y jerárquica, produciendo un gran cambio en la forma de concebir el autoconcepto, éste cambio muestra que el autoconcepto tiene un carácter pluridimensional y presenta una estructura compuesta por varias dimensiones dispuestas de forma jerárquica.

Siguiendo a Rodríguez, podemos observar varios modelos diferentes que ponen de manifiesto la probable relación que existe entre los diferentes factores que forman el autoconcepto:

  • El modelo multidimensional de factores independientes plantea que no existe ninguna correlación entre los factores del autoconcepto y defiende la relativa ausencia de tal correlación, la cual ha recibido cierto apoyo empírico, y no tanto la versión más restrictiva del mismo.
  • El modelo multidimensional de factores correlacionados plantea que todos los factores del autoconcepto están relacionados entre sí, habiendo recibido mucho más apoyo empírico que el modelo de factores independiente.
  • El modelo multidimensional multifacético donde hay una única vertiente, es decir, el contenido de los dominios del autoconcepto, presenta múltiples niveles: los diferentes dominios del autoconcepto (el físico, el social o el académico).
  • El modelo multidimensional multifacético taxonómico, es diferente del anterior porque varia en que hay mínimo dos fases, y cada fase tiene al menos dos niveles.
  • El modelo compensatorio que confirma que existe una fase general del autoconcepto en la cual se integran las fases más características que se relacionan de forma recíproca.
  • El modelo multidimensional de factores jerárquicos sugiere que el autoconcepto está compuesto por dimensiones organizadas de forma jerárquica donde el autoconcepto general domina la cima de la estructura.

 

Entre los diferentes modelos multidimensionales que existen, destacamos la propuesta de García y Musitu  y Goñi; plantea que el autoconcepto está formado por múltiples dimensiones organizadas de forma jerárquica, donde el autoconcepto general se encuentra en la cúspide de la estructura. Este modelo fue planteado por Shavelson et al, y aparece en la siguiente figura:

Como podemos observar en la Figura 1, el autoconcepto general se compone del autoconcepto académico y del no académico. El autoconcepto académico se refiere a las destrezas y habilidades atribuidas a lo escolar y el autoconcepto no académico se refiere a la percepción que cada uno tiene de sí mismo. Al mismo tiempo, el autoconcepto no académico se subdivide en tres tipos de autoconcepto: autoconcepto social, autoconcepto emocional o personal y autoconcepto físico.

Según Esnaola et al:

  • El autoconcepto social se refiere a las percepciones como ser social que una persona tiene sobre sí misma, estas percepciones varían en función de las interacciones de la persona en diferentes contextos.
  • El autoconcepto personal se refiere a la percepción que cada persona tiene sobre sí misma.
  • El autoconcepto físico se refiere a la visión que una persona tiene sobre su propio aspecto físico.

Según Contreras, Fernández, García y González el autoconcepto físico es una de las dimensiones más importantes en la construcción de autoconcepto general y podría definirse como: ‘’la representación mental que se elabora al integrar la experiencia corporal y los sentimientos y emociones que ésta produce’’ 

También debemos destacar la notable importancia del autoconcepto académico, ya que sería imposible entender la conducta escolar sin considerar las percepciones que el individuo tiene de sí mismo y de su propia competencia académica. Por lo tanto según Miras, podemos definir el autoconcepto académico como la representación que el individuo tiene de sí mismo como aspirante a la adquisición de determinadas habilidades o características para la adquisición del aprendizaje en un contexto educativo.

El contexto educativo tiene un gran dominio por lo que tanto los docentes como los alumnos representan una gran fuente de información para la construcción del autoconcepto académico.

Además numerosos estudios relacionan el autoconcepto académico con el rendimiento académico, según Byrne y Mboya se trata de una relación más fuerte que la que se establece entre el rendimiento académico y el autoconcepto general.

El rendimiento académico supone la realización de las metas, logros y objetivos que se establecen en la programación de cada asignatura que un estudiante cursa, formulado a través de calificaciones, resultado de una evaluación para expresar si el alumno ha superado o no las determinadas pruebas, materias o cursos. Por otra parte, Rodríguez y Torres determinan que el rendimiento académico es el grado de conocimiento que un alumno demuestra en un área o materia, en comparación con la norma y la media escolar.

Como bien dice Martí el rendimiento académico se relaciona con variables como la personalidad, el coeficiente intelectual, la motivación, las costumbres, el autoconcepto, la autoestima o la relación docente-alumno.

Numerosos estudios afirman la relación que existe entre el autoconcepto y el rendimiento académico de los alumnos.

La significación que el rendimiento académico tiene para el autoconcepto no es dependiente solamente del nivel absoluto de rendimiento que el alumno ha alcanzado, sino de la apreciación que el alumno tiene de su rendimiento comparado con el de sus iguales. Por lo tanto, puede suceder que dos alumnos con un mismo rendimiento académico pero situados en dos clases diferentes no tengan el mismo autoconcepto académico. Según Marsh y Parker la comparación social determina el autoconcepto, así mismo el alumno compara su capacidad académica con las de sus iguales y utilizan esta sensación de su habilidad académica para construir su autoconcepto académico. Así mismo Jerusalem y Lange, Schwarzer  dicen que un individuo se considerará adecuado o no adecuado en función del entorno en el que se encuentre, ya que la comparación con grupos de menor nivel incentiva al individuo, mientras que la comparación con grupos de mayor nivel disuade al individuo.

Dentro del ámbito educativo los principales logros a alcanzar son: aumentar el autoconcepto académico, la autonomía y el rendimiento académico. Los estudios que conectan el autoconcepto y el rendimiento académico son extensos tanto en las primeras etapas educativas como en la educación primaria. Se ha demostrado que el autoconcepto académico y el rendimiento se consolidan de forma mutua, cuando uno avanza el otro también.

Por otro lado, Núñez & González-Pienda diferencian cuatro probables pautas de causalidad entre el autoconcepto y el rendimiento académico:

  1. El rendimiento académico establece el autoconcepto. Las vivencias escolares favorables o no favorables influyen de forma significativa en el autoconcepto del alumno.
  2. Los grados de autoconcepto establecen los niveles de rendimiento académico y al mismo tiempo, el autoconcepto puede intervenir en el tipo de sucesos que proporcionar personas significativas para los alumnos, como por ejemplo los docentes.
  3. El autoconcepto y el rendimiento académico tienen una relación de causa-efecto, uno influye en el otro y además se determinan de forma mutua.
  4. Otras variables de tipo personal y ambiental, académicas o no académicas también pueden ser causa del autoconcepto o del rendimiento académico.

 

Asimismo, Ashman, Hay y Van-Kraayenoord, han comprobado los favorables efectos que un buen nivel de autoconcepto produce. Se ha constatado con estudios en los que se compara alumnos con un autoconcepto bajo con otros alumnos de autoconcepto alto y se ha observado a través de los informes de los docentes, que los alumnos con un autoconcepto alto son admirados por los docentes por su popularidad, cooperatividad, persistencia en el trabajo de clase, por presentar menores niveles de ansiedad, ambiente familiar con mayor nivel de apoyo y expectativas de éxito futuro más altas.

17 February 2022
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.