Afecciones Mentales: Estrés Y Ansiedad

Resumen

La ansiedad y el estrés, son afecciones con una fuerte evidencia de relación, que ha causado la falta de atención ante estos trastornos mentales, que provocan sensaciones irritantes, moletas o provocan ganas de huir ante situaciones diversas. Pese a compartir estos síntomas, la diferencia que mas destaca entre ambas es el tratamiento que necesitan, el estrés se puede erradicar con tratamiento psicoterapéutico y la ansiedad, requiere tratamiento psicológico y en algunos casos farmacológico en conjunto.

Introducción

Las afecciones mentales son consecuencias de factores biológicos, ambientales, psicológicos y sociales, es por ello que algunas afecciones, tales como el estrés y la ansiedad, afectan de forma emocional y física a un individuo, lo cual provoca que compartan diferencias y semejanzas, a tal grado de causar confusión. Es por ello que este trabajo, tiene el fin de sintetizar ambos trastornos, así como definir las cualidades que diferencian, ya que ambas emociones son parecidas en sus efectos, tanto negativos como detonantes, generalmente por sensaciones de amenaza y falta de control en el entorno, que desbordan agotamiento, malestar e irritabilidad.

Estrés

El estrés es un mecanismo de supervivencia, es algo natural en la vida del ser humano, un mecanismo que permite atacar o huir ante una amenaza y se relaciona con la presencia de un estado de tensión nerviosa, que es producida por diferentes situaciones en la vida diaria. Es una presión que puede venir de la escuela, el trabajo excesivo, la familia o cualquier situación que conlleve a la socialización. El estrés, es una reacción común que puede presentarse en cualquier etapa de la vida; sin embargo, más común en la adolescencia y la etapa adulta.

El estrés, no es considerado como malo, de hecho, es bueno un poco de esta sensación, ya que a muchas personas le es favorable el necesitar algo de presión, ya que conlleva al esfuerzo en actividades de la vida cotidiana, como la realización de proyectos o aprendizaje, desde este punto de vista, el estrés no presenta algo negativo o maligno, el problema comienza cuando el estrés se sale de control.

El estrés agudo, como se menciono anteriormente, es el mas común, y en algunos casos benéfico, pues las presiones y exigencias pueden causar episodios emocionantes sobre algunas situaciones, está presente en la vida de cualquiera, es tratable y manejable, aun así, cuando se excede la presión, puede resultar demasiado cansado, incluso puede provocar enojo e irritabilidad, problemas musculares como colores de cabeza, de espalda, problemas en tendones y ligamentos, así como problemas estomacales, acidez, flatulencias, diarrea, estreñimiento y la sobreexcitación la cual consiste en la elevación de la presión sanguínea, ritmo cardiaco acelerado, transpiración, palpitaciones, mareos, migrañas o dificultad para respirar, y dolor en el pecho.

Así como el estrés agudo es manejable, el crónico no resulta ser nada favorable, se trata de un estrés mas agotador, que desgasta la vida de la persona día a día, año tras año, pues destruye al cuerpo y la mente. Surge cuando no se encuentra una solución durante un tiempo prolongado, provoca ataques de pánico e incluso depresión. Lo peor, es que, si no se controla, el estrés puede llegar a alanzar un nivel de ansiedad que ocasionaría diferentes trastornos en el cuerpo humano.

Del estrés a la ansiedad

La ansiedad, se presenta en crisis de ansiedad o ataques de pánico, consiste en el inicio brusco e inesperado de síntomas en el cuerpo, como lo son las palpitaciones intensas o elevación de la frecuencia cardiaca, sensación de ahogo, mareos, se acompaña de la sudoración, hormigueo en brazos y manos, así como en algunos casos, contracciones en el cuerpo, nauseas o malestar abdominal.

Hay problemas físicos que pueden desencadenar estas crisis, así como también causas psicológicas como la falta del control del estrés. Casi siempre, se puede tener crisis de ansiedad entre los 17 y los 30 años, todos podemos tener este tipo de crisis, es mas factible que se obtenga cuando el nivel de estrés se rebaza, en muy pocos casos, se ha detectado que personas sin estrés, tienen crisis de pánico.

Estos episodios aparecen de forma brusca, pues en escases de minutos (no más de 5 minutos) se puede alcanzar la intensidad máxima y si no se realiza algo, esta se mantiene pues su intensidad máxima puede durar de 30 minutos a 1 hora, luego desaparece espontáneamente, mejorando el estado físico de la persona, aun así, aun no se entra en estado ansioso, solo el cuerpo percibe enfermedad, así como miedo a morir. Las crisis de ansiedad, pueden aparecer con tal naturalidad, así como un estornudo, es decir, no se producen a continuación de un susto o disgusto.

Cuando las crisis son repetidas, en algunos casos desde la primera crisis, se tensa el cuerpo, por el miedo a repetir la experiencia, es llamado a esta situación ansiedad anticipatoria, pues una persona no es capas de rendir a en su día a día, por ejemplo, puede costar trabajo el concentrarse, ya sea en una lectura, en el trabajo, en las relaciones sociales, por la preocupación a percibir algún síntoma. Es muy común que la ansiedad se mezcle con otras enfermedades mentales, depresión, abuso de sustancias, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno por estrés postraumático, o trastornos alimenticios.

Claves distintivas

A simple vista, se encuentran demasiadas similitudes, pues la línea que las separa es tan ligera; sin embargo, el estrés y la ansiedad comparten significados opuestos, por ello es muy importante distinguirlas, para saber como hacerles frente y cuando es necesario recibir ayuda profesional, que ayude a la regulación de estas.

Una diferencia a simple vista, es que el estrés, es un problema momentáneo, el cual lleva a hacer frente a una exigencia y a menudo culmina una vez el evento estresante finaliza, mientras que la ansiedad, deja un sentimiento de ineficiencia e insatisfacción, por otro lado, la ansiedad es una enfermedad mental que afecta por momentos prolongados e inesperados.

En el estrés, las emociones que se presentan son la preocupación en el entorno, irritabilidad, tristeza, nerviosismo y la frustración, ante la posibilidad de no superar aquello que se presenta. En la ansiedad, la emoción que predomina es el miedo, a que algo malo pueda suceder, esto causa que una persona se encuentre en constantes pensamientos negativos sobre situaciones catastróficas que puedan suceder.

Quizá, en la presentación de síntomas, se encuentren las diversas semejanzas, por lo parecidas y compartidas que tienen. Los síntomas del estrés, aparecen únicamente ante un estímulo, por ejemplo, la época de exámenes, una vez superado, todo síntoma desaparece y la persona vuelve a su estado normal, en contra, la ansiedad esta asociada a factores internos, retomando la situación del examen, la persona puede seguir pensando en que podía haber realizado mejor la prueba, en cual será su nota, como afrontara los siguientes exámenes, su situación actual si llega a fracasar, manteniendo así los niveles altos ante una crisis.

La intensidad del estrés depende de la importancia que tiene un factor, con la ansiedad la intensidad es irracional, pues se presenta de forma incontrolable y elevada, ante situaciones que no causaron una respuesta negativa o tan catastrófica.

La ansiedad, es considerada como resultado final del estrés crónico, como una respuesta emocional, o síntoma derivado. Esta situación, no se presenta de forma inversa, es decir, el estrés incontrolado, produce ansiedad, pero la ansiedad no produce estrés.

El tratamiento de estas afecciones mentales es su mayor diferencia, ya que la ansiedad, al ser más persistente, requiere un tratamiento para su disminución o control. El estrés, si no cede después del evento, se puede iniciar un tratamiento psicoterapéutico con el fin de aprender nuevas estrategias para combatirlo, incluso unas vacaciones puedes ayudar a bajar el nivel de estrés, por otro lado, el tratamiento de la ansiedad, llega a requerir asistencia psicológica y en algunos casos farmacológica combinada.

Conclusión

A lo largo de este trabajo y durante la investigación, se puede aprender más sobre lo importante que es el poder entender la importancia que se debe dar a cualquier síntoma, cualquier emoción negativa, saber cuando hablar y alzar la voz. Así como la salud física es vital e importante, se debe normalizar que es mas necesaria la mental, en algunos casos, el estrés y la ansiedad pueden causar problemas a largo plazo, acompañados de la depresión, pues una persona puede hundirse y desmoronar su integridad y por miedo, a expresarse, se ahoga, se encuentra sin salida, en algunos casos, recurren a el abuso de sustancias, al daño físico o incluso al suicido. Es importante alzar la voz cuando ya no se puede más, al final, siempre hay una solución, que quizá no podemos ver, pero un profesional sí.

Bibliografía

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17 August 2021
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