Ana Karenina, Obra De León Tolstoi
Ana Karenina, una obra creada por el autor ruso León Tolstoi, catalogada como un clásico universal, literatura, ficción y realismo. Remonta al lector hacia el régimen político demoninado “zarismo” demostrada por medio de los personajes, y no solo esto, también antivalores e hipocresía en los matrimonios, acompañados de decepciones amorosas y celos compulsivos/tóxicos.
La narración comienza con el error del príncipe Esteban Oblonsky, también llamado Stiva, quien tuvo una aventura con la institutriz de sus hijos, Dolly, su esposa al descubrir aquella infidelidad lo amenaza con el divorcio, a raíz de esto, Dolly prohíbe a su esposo entrar en su habitación, compartir el mismo comer y mucho menos la misma cama. La institutriz ruega a Esteban para que arregle aquella situación tan incómoda, pero sus esfuerzo no son suficientes para conseguir el perdón de su amada, al final esta decide irse a la casa de sus padres junto a sus hijos, no soportaba vivir en una casa la cual compartiera con el infiel de su esposo. Las últimas esperanzas de Esteban son puestas en su hermana Ana Karenina, quien va de visita con el principal motivo de solucionar el conflicto entre Stiva y Dolly. La esposa de Esteban, no daba su brazo a torcer, hasta que Ana le convenció de recapacitar, haciéndola pensar más en sus hijos y la falta que le haría su padre. Kitty es hermana de Dolly, que contrastaba por completo con las opiniones de Ana, aconsejándola de abandonar a su marido, pues no la supo valorar.
Por otro lado, Tolstoi, cuenta el triángulo amoroso entre Kitty Shcherbatsky, la hermana menor de Dolly, Konstantin Levin y el Conde Vronsky. Levin siempre ha estado enamorado de Kitty, desde que ella era una menor, pero nunca pensó, ni piensa que es buen partido para ella, así que con el pasar de los años decidió que lo mejor era alejarse de ella yendo a vivir en el campo, pero al hacer eso se le hizo darse cuenta que no podía vivir sin la menor de las hermanas, amaba a Kitty, pero no como algo efímero, si no como algo que perduraría, pediría la mano de la pequeña, que ya no era tan pequeña. Pero Levin, al volver a Moscú no contaba con que su amor con quien tanto deseaba estar estaba interesada en alguien más, incluso, a los ojos de ella él no era suficiente, pero sí lo era el conde Vronsky, alguien que tenía un gran puesto en la sociedad, era apuesto e inteligente ¿Quién no querría tan buen partido como su futuro cónyuge? Levin se siente defraudado al darse cuenta que no podía ganarle a alguien como Vronsky, así que al final toma la decisión de volver al campo para seguir trabajando con su hermano Nicolas. Tristemente, el conde no amaba a Kitty de la forma como ella esperaba, su prometido estaba interesado por Ana Karenina, esto se hace notar en un baile en el que el conde y Ana bailan alegremente, Kitty sale destrozada de aquella fiesta. Kitty cayó en una profunda depresión, sin querer comer, ni salir de su habitación. Producto de su abandono, comienza enfermarse reiteradamente. Los padres de Kitty se arrepienten por haber escogido a un mal candidato para esposo. De igual manera, reflexionan por humillar y burlarse de las buenas intenciones de Levin. La salud de Kitty mejoró significativamente, hecho que la lleva a tomar la decisión de realizar un viaje hacia Alemania, sus padres apoyaron la decisión para su propio bienestar emocional y físico.
En contra parte está la situación de Ana Karenina, quien tiene un esposo, pero al verse en envuelta en la situación en la que sus sentimientos son correspondidos por el conde Vronsky comienza a dudar de su matrimonio, aunque para ese entonces ya no sentía nada por su esposo pero tampoco quería faltarle el respeto teniendo una aventura; al final, su deseo por el conde gana y viaja con él a San Petersburgo.
En las situaciones presentadas anteriormente, Tolstoi presenta diferentes decepciones amorosas, como papel principal tenemos la infidelidad representada por el matrimonio entre Esteban y Dolly, y el amorío entre Ana y Vronsky los cuales son defendidos por el argumento de ya estar cansados de sus cónyuges, más esto no es una razón justificable para cometer tal acto, si ya estaban cansados de sus parejas tuvieron que haberlo dialogado buscando alguna solución y si no se presentaba alguna entonces quedaba como última opción el divorcio. En contraposición nos muestra un amor no correspondido en el triángulo amoroso de Vronsky, Kitty y Levin; en este podemos ver claramente tres formas de sobrellevar un amor no correspondido; tenemos a Vronsky, quien no sufre por ser rechazado y simplemente continua con su amorío junto a Ana; está Kitty que sufre una gran decepción amorosa al no ser correspondida por su prometido, dándole lugar a una depresión causada por el conde, simplemente no pudo aguantar el dolor en su corazón y dejó que sus sentimientos doloridos actuaran por encima de la razón; y por último tenemos a Levin, quien aunque es decepcionado al darse cuenta que no podía superar al conde Vronsky, aun así no se dio por vencido, nunca olvido a su amor Kitty y siguió intentando conquistarla.
En el viaje a San Petersburgo Ana comienza a sentir celos por el proceder de su enamorado. El conde le dice a Karenina que se tranquilice, ya que sus celos no tienen argumentos concretos. Ella alega que cada momento de ausencia es porque está compartiendo con otra mujer Los celos trastocaron por completo a Ana, haciendo de ella una mujer más insegura y neurótica. Vronsky realiza un viaje inesperado para ver a su madre, quien estaba delicada de salud. Mientras Ana, en su nuevo mundo de fantasía, se imagina a su amado en brazos de otra mujer en complicidad con la madre de Vronsky.
En un acto de arrebato y de celos sin control, Anna Karenina se dirige hacia la casa de su nueva suegra. Allí comprueba que el conde está cuidando se su madre; sus pensamientos de celos enfermizos permanecían en su mente, por lo que dudaba sobre la fidelidad de su amado. Sin embargo, aunque vio a Vronsky cuidando de su madre esto no le basto para calmar su consciencia. Ella considera que para terminar con sus celos enfermizos, debía dar fin a su vida.
En este punto el libro nos muestra la realidad de algunas personas, las cuales nunca llegan a confiar plenamente en sus cónyuges o amantes, creando así unos celos enfermizos que dañan tanto a la mente como al cuerpo y alma. Claramente esta forma de pensar no es sana, hace que las personas se pongan en momentos de euforia como nos lo muestran con los personajes de este libro, no piensan, no razonan.
Poco a poco Anna Karenina caminaba hacia el tren que se aproximaba a ella, hasta así terminar con su vida. Vronsky al enterarse del suicidio, cae en depresión, a tal punto de irse a la guerra con el objetivo de morir también, para así estar junto a Ana hasta la eternidad. Lo peor de tomar decisiones sin razonar es que no se visualizan las consecuencias que esto podría llevar, claramente Anna nunca pensó en el daño que le causaría a el conde, que su vida podía costearle otra.
Aun así no todo es malo en esta historia, Kitty y Levin vivieron felices en su matrimonio, contemplando las maravillas del campo y rodeado de sus seres queridos. Aunque se podría decir que la hermana menor de Dolly al final se emparejo con Levin para ocupar el daño y vacío que le había causado el conde Vronsky a ella.
En la vida cotidiana nos vemos sumidos en situaciones de infidelidad o de decepciones amorosas, aunque estos sean estados ajenos estamos rodeados constantemente de este tema.