Causas e Impacto de La Migración: Integración y Los Derechos Humanos
Las migraciones han sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad. La búsqueda de un futuro mejor, la huida de situaciones sin futuro o la construcción cotidiana y esforzada de un futuro diferente, pese a las dificultades que pudieran existir están presentes en los movimientos migratorios pasados y presentes. Las migraciones han acompañado al ser humano a lo largo de la historia, la actual configuración global del mundo les proporciona nuevas características y dimensiones. Las condiciones adversas en el ámbito político, económico, social y cultural, unidas a la búsqueda de un futuro mejor, siempre han estado detrás de los flujos migratorios, el incansable sueño americano, la búsqueda de riquezas, el cambio de vida, y miles de cuestiones más, todas encaminadas a condiciones adversas. En el actual contexto en el que se producen, las migraciones son en gran parte resultado de las fuertes desigualdades en términos de desarrollo y poder entre unos países y otros. Los flujos migratorios procedentes de los países más pobres, emergen como consecuencia de la dependencia económica, política, comercial, tecnológica e incluso cultural respecto de los países más ricos y desarrollados.
La migración tiene un impacto tanto en las sociedades de origen como en las de acogida en los tres niveles: económico, social y jurídico (Aru, 2008). Desde el punto de vista económico, las remesas de dinero procedentes de la población emigrada y destinadas a sus lugares de origen constituyen en algunos países una de las principales fuentes de ingresos. Por otra parte, en los países receptores de inmigrantes existe la tendencia a abordar la migración desde el punto de vista de las consecuencias económicas, ya sea desde el rechazo (los inmigrantes reducen las oportunidades laborales de la población local) o desde la aceptación (la inmigración es aceptada porque supone mano de obra barata, ocupa los espacios del mercado laboral que fueron rechazados por la población local). Desde la perspectiva social, la migración tiene importantes consecuencias en las comunidades de origen, como las rupturas familiares y el rompimiento de sus lazos comunitarios. En las sociedades receptoras la cuestión se plantea en términos educativos y de convivencia entre la población inmigrante y la local. La interculturalidad, entendida como la convivencia pacífica de ambos bandos, es una de las principales preocupaciones para todos los sectores a lo que puede llegar afectar la migración, esto porque representa no solo grandes cambios, sino nuevas adaptaciones. Los migrantes representan cada uno una parte de la esencia de su lugar de origen, son factores ajenos al entorno al que llegan a residir, el hecho de salir de su lugar de origen, da cabida a un nuevo proceso de adaptación en un entorno, a nuevas costumbres, nuevas formas de vida, nuevas perspectivas y sobre todo a formas diferentes de convivencia. Sin duda alguna este fenómeno es una de las causas mas grandes de la diversidad en el mundo. Desde millones de años atrás, la migración ha sido un factor determinante para el conocimiento de nuevos espacios, de nuevas costumbres, de nuevas tradiciones, el intercambio de miles de elementos claves han logrado que nos podamos conocer de lado a lado del mundo.
Si bien ya lo habíamos mencionado, la migración representa nuevas oportunidades, tanto para la población local, como para ellos mismos. La diferencia en el pago de los salarios, la manifestación de nuevas formas de vida y también de nuevas formas de trabajo, abre miles de posibilidades para un desarrollo colectivo, pero también representa rupturas entre la sociedad de la que esta parte de la población se desprende, perdemos parte de nuestra cultura cuando nuestra gente y nuestro pueblo comienzan a irse, las generaciones avanzan detrás de estas, siguen el mismo camino, el mismo proceso, los jóvenes ven normal el hecho de salir de casa y abandonar sus raíces, las escuelas comienzan a cerrar por la falta de estudiantes, porque incluso todos, pueden llegar a preferir estar ganando dólares, a estar trabajando el campo en su comunidad. Toda esta ruptura en el lazo de una comunidad, genera nuevos procesos de cambio, esos agentes que salieron de su lugar de origen, tarde o temprano regresan, y cuando lo hacen traen arraigadas nuevas formas de vida que intentan reproducir dentro de su propia comunidad, y esto continua como una larga cadena en la que todos llegamos a ser partícipes,todos nos quedamos con una parte de lo nuevo que llega a nuestra comunidad, todos nos quedamos con mínimos elementos que crecen hasta hacerse parte de nuestro hogar y de nuestra familia.
Pero, así como hablamos de los lugares de origen de los migrantes, hablemos también de los lugares a los que ellos llegan a insertarse. Modificamos el entorno al que emigramos, cambiamos todo lo que nos rodea y lo volvemos familiar al lugar de dónde venimos. Miles de países en el mundo albergan a grandes poblaciones de migrantes, quizá por esto en México se prepara tan buena comida chida aun estando del otro lado del mundo, quizá por esto los japoneses conozcan nuestros famosos tacos, o la misma razón por la que consumimos materias primas de diferentes partes del mundo. Llevamos y traemos, nos volvemos de aquí y también de allá.
Emigrar no es un proceso fácil, la adaptación tampoco lo es, y es cierto que genera grandes cambios, pero también mueve diferentes movimientos dentro de cada sistema, por ejemplo ¿qué ocurre cuando la discusión se plantea en términos de los derechos de los inmigrantes? Es cierto que existe un acuerdo en las sociedades sobre los derechos humanos, la justicia o la democracia, todo esto se ve cuestionado en la práctica cuando se debate sobre los sujetos beneficiados por de tales derechos. De hecho, la situación actual que vivimos en el mundo puede ser propicia para la violación de sus derechos. Solo en términos de igualdad y reconocimiento de derechos se logrará una verdadera integración, desde el ámbito educativo y social. Respetar los derechos humanos de cada ciudadano, permite que podamos generar un ambiente acorde lo bueno de la migración, bueno en el sentido de que todos los nuevos elementos que integra cada persona deben ser tratados con respeto y con igualdad. Quizá la clave para una sana convivencia en el mundo y en todas las sociedades, este dentro de ejercer el derecho que poseemos como seres humanos, vivos y libres de transitar por el mundo, sin tener barreras, ni muros que nos detengan, porque aun estando ahí, aun impidiendo nuestro libre tránsito, cada pueblo, cada estado, todo nuestro país, tiene elementos de miles de lugares del mundo y cada rincón del mundo tiene elementos de nuestro país, un pedacito de la cultura y las tradiciones de su gente, de las raíces y de la tierra.
Referencias bibliográficas:
- Aru, R. S. (2008). Causas, consecuencias, efectos e impacto de las migraciones en Latinoamérica. Universidad de Buenos Aires, 100-116.