Cien Años de Soledad, Análisis
Una de las obras cumbre del afamado escritor Gabriel García Márquez, puede sonar algo pretensiosa o hasta aburrida, pero les aseguro que en cuanto empiecen con esta maravillosa muestra de la ficción latinoamericana quedarán totalmente enganchados. Y sí esto no es suficiente para enamorarlos de la magia de Macondo y sus habitantes la lectura amena y sin pretensiones de una manera simple y sencilla el escritor va envolviéndonos en una historia de fantasía sin adornos pretensiosos o lenguaje rebuscado dejando así solamente la belleza de sus palabras y teniendo en primer plano la historia de los personajes, sin distracciones.
El libro demuestra que más allá de todo existe una familia, que te protege, cura, previene, te enseñen las cosas malas y buenas y estén con uno hasta el momento en que agonizan o hasta la muerte y a veces más allá de esta. De que más allá de que uno sienta la soledad, de lo único que no se va a olvidar nunca es de la Familia y los personajes que fueron parte de sus vidas para bien o para mal y es lo único que se puede salvar de las tragedias de ‘100 años de soledad’. También nos enseña que valoremos todas las cosas que para nosotros son pasadas como inadvertidas, cuando por dentro son más valiosas de lo que uno piensa. De vivir la vida que es demasiada corta para guardar rencor y todo lo que se puede cargar en la conciencia de uno que a lo largo de los años caigan como culpa. De poder hacer todo lo que uno desea porque después no puede volver hacia atrás. Es más, algunas veces de guiarse por los instintos, ¡aunque “todo está escrito”! ‘apártense vacas que la vida es corta” (Aureliano Segundo).
Esta novela es una novela muy interesante y buena por la gran historia que esta nos presenta. A pesar de todo vemos en la novela una gran cantidad de saltos en el tiempo de la historia para poder entender dichos saltos en el tiempo se necesita un gran interés en la lectura, ser un lector apegado a la novela y mantener siempre una lectura continúa de la novela.
No me gustó que al terminar el libro llegas a la conclusión de que hagas lo que hagas tu huella no quedará en el mundo para siempre ya que una familia surge y su estirpe se acaba años después, pero la vida sigue y aunque algunos notan la falta, cuando estos ya no estén nadie recordará. Sin embargo, tampoco hay que verlo todo en un sentido negativo y el libro puede interpretarse como una llamada al carpe diem. El final del libro recoge parte de su encanto y creo que es este final el que lo ha salvado de que no me guste, ya que en las páginas finales se relacionan todos los sucesos que han ido surgiendo a lo largo de la historia y te das cuenta de que el autor, aunque a veces te aburra, sabe compensarte al final.
El libro llega a ser un poco confuso en algunos capítulos, es muy explicativo o descriptivo sobre varias generaciones de 1 familia, posee varias leyendas combinadas de aventuras de sus antecesores. Es una novela muy interesante y a medida que se va leyendo queda la intriga por saber que les sucederá a esta familia, se recomienda leer.
El episodio en el que Remedios la Bella se eleva hasta al cielo mientras doblaba sábanas es cierto. Esto se explica porque el escritor tenía una hermana que se fue a vivir con un hombre sin estar casada y como a la familia le daba vergüenza decir la verdad, le decían a los vecinos que “estaba doblando sábanas y se voló”.
‘Llegaron a sospechar que el amor podía ser un sentimiento más reposado y profundo que la felicidad desaforada pero momentánea de sus noches secretas’.
‘Se sintió olvidado, no con el olvido remediable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte’.
‘El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad’.
‘Optaron por no volver al cine, considerando que ya tenían bastante con sus propias penas para llorar por fingidas desventuras de seres imaginarios’.
Gabriel José de la Concordia García Márquez fue un escritor, guionista, editor y periodista colombiano. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura. Fue conocido por su apodo Gabo, y familiarmente y por sus amigos como Gabito.
Para leer realmente ‘Cien años de soledad’, una persona debe tener por lo menos doce años, a esa edad los jóvenes ya tienen herramientas lectoras que no los frustrarán, sino que los atraparán.
Este libro la verdad que no ha sido de los que más me ha gustado, pero tampoco me ha disgustado. Es verdad que me costaba ponerme a leerlo pues es muy denso y hay que prestarle mucha atención para no perderse.
El argumento me ha gustado pero el final nada de nada. Me ha gustado mucho que en este libro el autor mezcla mucho realidad y fantasía con lo que en algunas ocasiones tenía que releer varias veces el mismo fragmento pues me costaba entenderlo y me perdía. Me gustaría poder volver a leerlo en otra ocasión en la que tenga más tiempo para dedicarle y poder concentrarme en él pues creo que es un libro que si lo lees en profundidad puede desvelarte historias muy diferentes a las que en un primer momento pudiste haber entendido.