Comentario: “El Comercio Transatlántico De Esclavos”
El documental de Trotamundos, “El comercio trasatlántico de esclavos”, está presentado por Zoe Palmer hace un viaje a través de cuatro continentes para mostrar, como el título indica, el comercio transatlántica de esclavos en un periodo de aproximadamente trescientos años en los que millones de africanos fueron llevados al Nuevo Mundo y vendidos como esclavos.
Contexto
El motor de la conquista del continente americano, primero por parte de la Monarquía hispánica y posteriormente por otras potencias, fue la conquista de los recursos naturales y mineros propios principalmente del continente sur. Donde los colonos encontraron tierras fértiles y minas de plata y oro.
El afán por el algodón, cacao, tabaco y azúcar dio lugar a la transformación de las tierras de cultivo en grandes latifundios de tierra que dio origen al sistema de plantaciones que aún sobrevive a día de hoy. Ese afán por ganar tierra y cultivar productos altamente demandados en Europa era un producto de las ansias de beneficios que vino acompañada de la necesidad de una mano de obra barata y productiva. Ello desembocó en el comercio de esclavos que duró casi trescientos años y de los que algunas potencias como Gran Bretaña y Portugal se lucraron especialmente.
La población africana fue apresada en su propio continente y llevado hasta puertos de la costa occidental africana donde eran llevados a América y allí subastados a los grandes terratenientes con sed de oro; el cual conseguían con la venta de productos americanos al mercado europeo.
Todo ello se tradujo en un desequilibrio/desigualdad socioeconómica en la que los ricos se hicieron más ricos, los pobres más pobres y los esclavos eran brutalmente maltratados y obligados, literalmente, a trabajar hasta la muerte, como veremos en el documental de Trotamundos.
Resumen del documental
Se estima que entre quince y veinte millones de esclavos fueron sacados de África, de los cuales solo una tercera parte sobrevivió, desde el inicio del comercio de esclavos en los siglos XV y XVI. Entre los puertos de esclavos estuvieron: Nueva Orleans, Jamaica, Salvador y Santa Lucía. Y entre las ciudades europeas que se hicieron ricas gracias a este comercio humano hallamos: Liverpool, Londres y Lisboa.
El continente africano era una mina de culturas y materias primas como oro y especias que atrajeron a los europeos. Sin embargo, con el descubrimiento del continente americano lo que se empieza a codiciar es la mano de obra esclava africana. Se construyeron decenas de fortificados para apresar a los africanos capturados, los principales puertos de salida fueron Cabo Verde, Isla de Gorea, Elmina y Ouidah. Las mujeres podían pasar en los calabozos podían pasar hasta tres o cuatro meses antes de ser trasladadas. Los calabozos de los hombres eran aun peores que el de las mujeres, donde fueron capturados millones de personas hasta la abolición de la esclavitud.
Los testimonios de los visitantes de estas islas y casas de esclavos muestran la impresión que produce caminar por esos pasillos y atravesar las puertas por la que millones de personas se despidieron de África para embarcarse hacia un destino controlado por quienes los compraban.
No fueron únicamente los europeos quienes estuvieron vinculados en el comercio de esclavos, algunos líderes africanos fueron partícipes de la práctica. Muchos de estos esclavos fueron obligados a caminar desde el interior del continente hasta las zonas portuarias en las que esperaban a ser embarcados. Una de las familias más estrechamente vinculadas fue la de Francisco de Souza, trasladado desde Brasil para controlar el comercio de esclavos en Ouidah; a quien se nombró virrey. En la actualidad el documental menciona que sus descendientes están orgullosos de su antepasado a quien no quieren culpabilizar y todavía es una familia respetada en Ouidah.
En el viaje de ida hacia América, con una duración aproximada de ocho semanas, se realizaba una primera parada en Ribeira Grande (Cabo Verde) para abastecerse de víveres y aún más esclavos. Para los comerciantes, la compra de esclavos en Cabo Verde era tentadora pues, alejados del continente, sobrevivían los mas fuertes, quienes, además, para aumentar su valor eran bautizados. Hasta treinta barcos podían anclar en esas aguas en el siglo XVII, contribuyendo al auge del comercio de esclavos.
Para los supervivientes, explica el documental, la vida en el Nuevo Mundo, no era mejor. En Brasil desembarcaron más esclavos que en ningún otro país. A su llegada al continente los esclavos eran recluidos hasta que eran subastados a los colonos para trabajar en las plantaciones o minas. En 1888 la esclavitud fue abolida en Brasil, ochenta años después que Gran Bretaña y veinticinco después que los Estados Unidos.
La esperanza de vida de los esclavos en las plantaciones era de siete años. A los compradores de esclavos les salía más barato ponerlos a trabajar hasta morir y luego comprar más esclavos que cuidarlos. Estados Unidos y ciudades como Londres, Ámsterdam, París, Madrid y Lisboa se lucraron del trabajo esclavista. Como ejemplo, el documental nos traslada a Londres, donde explican que los bancos financiaron y se beneficiaron del comercio esclavista, una gran inversión en la época. Vinculo que se extendía hasta la política (alcaldes mayores, gobernadores, etc.).
La población europea que no tenía vinculo con la práctica rara vez conocía la brutalidad a la que se sometía a la población africana esclavizada; pero algunos casos que llegaron a juicio y el trabajo de personajes como Olaudah Equiano (1745-1797), esclavo liberado. La gente pudo leer de su mano, por primera vez, testimonios auténticos de la vida a la que estaban sometidos: barcos abarrotados de personas, gente muriendo a bordo y descripciones de lo que le esperaba a la llegada de América. Aunque ganó la batalla moral de la esclavitud, no era un hombre con un peso suficientemente grande como para cambiar las cosas, pero William Wilberforce si lo era y propuso un proyecto de ley para eliminar la esclavitud en 1791. Hicieron falta veinte años para conseguirlo y doce proyectos de ley.
Aunque en 1807 finalmente se abolió la esclavitud en Gran Bretaña y muchos países europeos siguieron sus pasos, en Estados Unidos el país se dividió en dos (norte -unionistas o federalistas abolicionistas- y sur -confederados esclavistas-) y se produjo una verdadera Guerra Civil por la esclavitud y el significado de la libertad en América. La guerra duró 4 años y terminó con la victoria de Abraham Lincoln y los unionistas del norte.
El desplazamiento de millones de africanos dio origen al nacimiento de unas potentes culturas afroamericanas y afrocaribeñas que han sobrevivido a la abolición de la esclavitud, encontrando manifestaciones en la danza-artes marciales (capoeira en Brasil), la música resultante del choque de dos culturas (Jazz en Nueva Orleans) o el carnaval (en ciudades vinculadas al comercio transatlántico de esclavos).
Informe sobre “Fortificación de la Isla Gorea”
Para esta parte del trabajo he escogido la Isla Gorea; la cual, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue durante más de tres siglo un importantísimo puerto de salida de esclavos africanos con destino al continente americano. Invadida por portugueses en el siglo XV, su primera Casa de los esclavos fue construida un siglo después y se mantuvo activa hasta 1848, fecha en que Francia abolió la esclavitud. El museo actual perteneció a un holandés que mandó construir la Casa de los Esclavos a finales del siglo XVIII.
Como se menciona en el documental, se estima que entre quince y veinte millones de esclavos africanos fueron vendidos en el continente americano. Gorea, en este contexto, fue un enclave importantísimo en el intercambio de mano de obra esclava. Las personas eran trasladadas incluso desde el interior del continente y apresadas en la Casa de esclavos, una especie de prisión separada por sexos, edad y constitución en la que muchos morirían antes de embarcar.
La actual Casa de esclavos en un museo que conserva la sala donde se recluían a los hombres, la de las mujeres, la de los niños y la sala de engordamiento. El espacio donde eran amontonados los hombres es, si es posible, más lúgubre que el de las mujeres, quienes en el mercado esclavista, tenían un valor por norma general. A los esclavos se los valoraba según el estado de salud, el busto y la dentadura. Después eran expuestos en el exterior del edificio para que los comerciantes pudieran discutir su precio.
La casa tenía la función de intermediaria entre América y África, tras ser evaluados, eran embarcados por un pasillo que desembocaba al mar en el que se despedían de su continente natal. En ocasiones, el último lugar en que las familias podían verse; aunque en el documental se menciona que en ocasiones las familias podían acabar en un mismo lugar. En las embarcaciones, agolpados unos con otros, se deshacían de los enfermos o considerados no vendibles y otros tantos morían en el duro trayecto hasta donde eran venidos. Se estima que unos dos millones de esclavos africanos murieron en el viaje de ocho semanas que separaba los dos grandes continentes.
En la Isla de Gorea actualmente se puede visitar la Maison des Esclaves desde la década de los sesenta del siglo pasado como un lugar que recuerda el coste humano de la esclavitud africana; pese a que no todos los historiadores sostienen que los esclavos africanos pasaron realmente por el todavía en pie edificio.
Conclusiones
La sed de oro y tierras por parte de las grandes potencias europeas y posterior Estados Unidos condenó a la esclavitud a millones de personas en condiciones desastrosas de las que, por entonces, la población europea no era completamente consciente. En la actualidad el esclavismo sigue siendo un tema delicado de tratar y sobre el que no podemos hacernos una verdadera idea del costo humano, más allá de las cifras y el dinero, que supuso.