Comienxo de la Cuarta Revolución Industrial
Estamos comenzando la cuarta Revolución Industrial. Las tres primeras revoluciones industriales destruyeron mucho trabajo, desde trabajo artesanal y también fabril, pero ayudaron creando mucho más trabajo especializado. Pero en esta cuarta revolución industrial está ocurriendo algo que no sigue los patrones habituales de desplazamiento y creación de puestos de trabajo de las revoluciones industriales anteriores. Ese algo es ‘La Automatización’.
La automatización está afectando mayormente a todos los puestos de trabajo de las clases medias de todos los países, inclusive de los más avanzados. Y lo está haciendo a una velocidad nunca antes vista. ¿Será que la automatización, ya sea en forma de algoritmos, robots o aplicaciones nos dejará sin trabajo? ¿O con trabajos precarios? El filósofo Friedrich Engels tiene parte de la explicación.
La primera Revolución Industrial creó una fuerza de trabajo que tuvo que lidiar con enormes desafíos y nuevas formas de organización social. Entre otros: la desaparición del trabajo artesano, la aparición de los horarios de trabajo rotativos y la creación del sistema educativo, que se pensó ex profeso para responder a la demanda de las fábricas y empresas. Mucho de ese trabajo era trabajo repetitivo y peligroso. Pero por primera vez en la historia, esa primera revolución industrial sacó a una parte no menor de esa mano de obra, de la pobreza extrema.
La segunda revolución industrial creó la primera globalización. La aparición de las comunicaciones inalámbricas, el avión, la electricidad, pero también los avances en medicina, vacunas y fertilizantes fueron el motor de una nueva economía, y una vez más se destruyó mucho del empleo, pero eso permitió crear nuevos puestos de trabajo, más especializados y mejor pagados. Aquí se empezó a gestar el germen de lo que se iba a llamar ‘clase media’.
La tercera revolución industrial, con la aparición de las computadoras desplazó a cientos de miles de puestos de trabajo, pero (una vez más) creó toda una nueva economía basada en el manejo de datos, aumentando todavía más la especialización, aunque haciendo que millones de familias disfruten de las comodidades de lo que se conoce como ‘Estado de bienestar’.
Entonces, parte del trabajo creado en las revoluciones pasadas siempre se basó en trabajo repetitivo (obrero de línea de montaje), especializado (por ejemplo, un Radiólogo), y de manejo de datos (abogados, o contadores).
La cuarta revolución industrial nos encuentra en una encrucijada: ya existe una clase de trabajador que no se enferma, no falta, no se toma vacaciones, no pide aumentos y hace más rápido y mejor el trabajo especializado, repetitivo y de manejo de datos: El autómata (entendido como un algoritmo, un robot o una aplicación). La automatización está desplazando a gran parte clase media y clase baja. Empujando a muchos a hacer trabajos que las máquinas no pueden hacer pero que son mal pagados.
Esta situación se conoce como ‘la pausa de Engels’. La pausa de Engels es el tiempo en que toma a una sociedad salir del estancamiento salarial provocado por el aumento de la productividad y la especialización. La pausa de Engels no es un fenómeno nuevo, pero con países como China volcando su mano de obra al mercado mundial, provocando entre otras cosas la deslocalización de puestos de trabajo, está creando todavía más tensión en el mercado laboral actual.
¿Cuál es la solución a esta situación? No es fácil, pero es posible. Aunque requiere el trabajo articulado de muchas partes de la sociedad. En primer lugar, cambiar el sistema educativo actual. Que obliga al alumno a aprender datos de memoria y solo se basa en calificaciones. En segundo lugar, requiere un compromiso muy grande entre gobiernos, sindicatos y empresas para hacer que los trabajadores puedan reciclarse en trabajadores con mejores estudios y capacidades que el mercado demanda y no solo sea una persona que obedezca órdenes. En tercer lugar hacer que este tema sea un tema de prioridad en la agenda política actual, para que cuando la automatización alcance a todos los puestos de trabajo haya soluciones disponibles y no haya que enfrentar una crisis de dimensiones desconocidas, que afectarán lo social, económico, político y lo humano, en una escala y magnitud como no se conoció jamás.
