Como Determinar Un Género Literario En Obras Famosas
En los ámbitos académicos, hay toda una complejidad al tomar la Biblia como literatura y por eso, entre los científicos existe la resistencia de aceptarlo como género literario por pertenecer al campo religioso; pero se debe considerar que la Biblia no es un libro de uso exclusivo de las entidades religiosas, por lo tanto, no se puede poner trabas donde la misma literatura no las puso, ya que la literatura es escrita desde la vida, y la religión es una de las experiencias más profundas que las culturan humanas viven, como diría Paul Tillich: la religión es la substancia de la cultura, y la cultura es la forma de la religión, concibiendo que las culturas son dinámicas (1974, p.180) y la literatura entiende eso, así que, en su gran mayoría, hay una conexión intrínseca entre narrativas literarias y tradiciones religiosas, fenómeno que abunda en la Biblia como un todo.
En relación al género apocalíptico, a lo largo de las investigaciones se consideraron tres hipótesis:
La primera, afirma que el apocalipsis es un género literario. En este grupo se encuentran autores como Kummel, que afirma que la literatura apocalíptica sí es un género literario constituido por un universo simbólico de interpretación de la realidad (1982); o Mcginn, quien dice que: “los apocalipsis pertenecen a una forma literaria que, categóricamente, requiere una lectura que contenga más que el sentido aparente”. (1997, p. 508)
La segunda, es que el apocalipsis no es un género literario. Por ejemplo, Gerard Von Rad cree que el apocalipsis no representaría un género literario como tal y, según la historia de las formas, clasifica esos escritos como un mixtum compositum (2006, p.738), pero sí acepta que esa literatura recibió muchas influencias extranjeras, principalmente de la literatura sapiencial con textos de ideas cosmológicas y escatológicas.
La tercera, es que el apocalipsis es un texto no literario que posee aspectos literarios, o que está ubicado dentro de un macro género o de subgéneros. Autores como Klaus Koch, creen que el género apocalíptico es un macro género en el cual se hace necesario distinguir los diversos tipos literarios que lo componen; mientras John G. Gammie, ubica la literatura apocalíptica como subgéneros, por creer que no se trata de un bloque monolítico y sí de una variedad de formas, entre ellas: himnos, oraciones, fabulas, alegorías, diálogos, parábolas, profecías, etc. (1976, p. 193).
De acuerdo a la fundamentación teórica de esta investigación, la hipótesis a la que se le da más validez es a la primera, debido a la riqueza del lenguaje literario de las obras apocalípticas, que no le hace justicia el considerarlo solo como portador de aspectos literarios, y aún menos, como no literario. Está fundamentada en autores como Kummel (1982), Richard (1996), McGinn (1997), Valdez (2002), Soares (2006), Scliar (2009), Collins, Hanson y Russel; que defienden el apocalipsis como un género literario, con un lenguaje rico de significado, donde sus autores insertan todos sus contextos socio-políticos y diseñan mensajes proféticos desde sus propias realidades, creando así, una para-realidad a través de símbolos, que se profundizará mejor en el tercer capítulo.
Sin embargo, un género literario de una obra debe ser determinado más por su forma literaria que por su contenido, pero como plantea Collins, en el caso del género apocalíptico, la definición debe ser dada por una combinación de forma y contenido
Hay que reconocer que aun considerándolo como un género literario. no es tan simple establecer precisamente sus delimitaciones. El autor John J. Collins presenta tres razones para el uso variado del término apocalipsis: Primero, porque designa una amplia serie de elementos literarios, fenomenológicos y sociales; segundo, porque no hay tanta claridad en reconocer el género en la antigüedad, ya que el mismo género solo fue reconocido desde el Apocalipsis de Juan y; tercero, porque los apocalipsis judaicos toman de formas literarias muy distintas, entre ellas, visiones, leyendas, testamentos, etc.
Pero, aun con esas implicaciones, es posible establecer que entre los siglos III a.C. y II d.C., hubo un movimiento literario complejo que tomó elementos de muchos otros géneros, pero es reconocido por sus peculiaridades y estilo de escritura que es identificado como apocalíptico.