Como Disminuir La Violencia De Género
Es el 20 de enero de 2017, y Donald Trump ha sido juramentado oficialmente como el presidente número 45 de los Estados Unidos, anunciando una nueva era política. Mientras tanto, alrededor de 217 personas son arrestadas debido a sus oposiciones a los comentarios discriminatorios de Trump sobre las mujeres, los inmigrantes indocumentados y los musulmanes.
Interesantemente, el día siguiente aproximadamente 5 millones de personas participaron en la Marcha de las Mujeres a través de los Estados Unidos, con el propósito de defender los derechos de las mujeres, el derecho a la salud, el derecho a una educación pública de calidad, la igualdad de derechos de las personas LGBT, entre otras situaciones políticas que surgieron luego de la elección de uno de los presidentes más racistas y machistas de los tiempos modernos en el país de la libertad. Similarmente, 673 manifestaciones a diferentes horas del día, en 87 países y territorios de los cinco continentes fueron llevado a cabo con motivos similares a eso de los Estados Unidos. En conjunto, todos exclamaban: “¡Los derechos de las mujeres son derechos humanos!”. Todos menos la isla del encanto, Puerto Rico.
Por supuesto, no es culpa de la isla que las famosas Fiestas de la Calle San Sebastián tomaron lugar ese día, haciéndolos no tener más remedio que seguir festejando, ignorantes quizás de toda la tensión política sucediendo a la vuelta de la esquina. Es sorprendente ver cómo en un país considerado primermundista se evidencia tanto la violencia de género mientras que el pueblo ni se inmuta a estas consecuencias, prefiriendo festejar primero. Aunque quizás la razón por este tipo de violencia sea la falta de educación al respeto, el hecho de que la isla es un país cristiano es otra razón por la cual se debería de implementar la perspectiva de género en las escuelas públicas del país, sin importar todas las protestas cristianas que esto causaría. Al recapitular las miles de clases de historia enseñadas a través de la primaria y secundaria, cada puertorriqueño conoce que, junto a la llegada de los españoles, llegó el cristianismo a la isla, y con ella, su preciosa y adorada Biblia que, al parecer, fue escrita en contra de los derechos de la mujer.
La mayor parte de las enseñanzas de la Biblia sobre las mujeres se basan en los fundamentos establecidos en Génesis. Al desobedecer a Dios, este le condena a Eva, la cual sirve como representación de la mujer: “Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y tu voluntad será sujeta a tu marido.” Sí, es un libro antiguo que refleja fuertemente las ideologías y filosofías de la sociedad de esa época. Aun así, existe cientos de frases a través de todo el libro, en contra de la equidad. Si realmente existiera un dios, ¿no trataría a sus humanos por igual en lugar de hacer un género inferior al otro? Este precisamente es el problema en Puerto Rico, un país donde 97% de sus residentes se consideran creyentes.
Primeramente, es bueno recalcar que la violencia de genero se define como cualquier acto de violencia que se ejerce a las mujeres, por el simple hecho de ser mujer. Esta discriminación se basa en todo ataque tangible o simbólico que afecta la libertad, dignidad y seguridad de las mujeres, y sirve para mantener el estatus de la dominación masculina. Esta definición es distinta, pero aun así relacionada, a la de violencia doméstica ya que esta última hace referencia a violencia producida dentro del hogar, tal como del marido a su esposa o de una madre a sus hijos.
Para que las mujeres puedan superar la violencia de género, es recomendable buscar ayuda psicológica para así incrementar el autoestima y recobrar la dignidad y el respeto merecido. En el 2015, según la Policía de Puerto Rico, se contabilizó alrededor de 746 víctimas, 630 féminas y 116 varones entre las edades de 14 y más de 65 años. Hubo 747 personas ofensoras, alrededor de 620 varones y 127 féminas de 16 años o más. Estos números son alarmantes ya que muestra que la violencia de género sigue aumentando cada vez más en la isla y esto es debido a la falta de educación con respecto a la violencia de género.
Por otro lado, una implantación de la perspectiva de género en las escuelas públicas de Puerto Rico puede ser la mejor solución a estos problemas sociales atravesando la isla. La perspectiva de género es una forma de conseguir igualdad entre los géneros. Aquí, se estable que las mujeres y los hombres son iguales, con los mismos derechos y capacidades, siendo esto uno de los objetivos principales.
Con la perspectiva de género, se reducirá la violencia de género debido a que esta resultaría de más oportunidades sociales y económicas, al igual que derechos humanos y justicia social, para los hombres y las mujeres. Aunque esto suene como una solución perfecta al problema de violencia de género, en la isla este idealismo ha causado tremenda controversia. Estos grupos en contra de la perspectiva de género argumentan que esta enseñanza va en contra de sus valores como cristianos, y que esto implementaría temas de orientaciones sexuales e identidades de género dentro de la escuela, mientras que los grupos a favor señalan que la educación con perspectiva de género y la educación sexual son temas distintos.
En fin, un currículo con perspectiva de género en las escuela públicas del país permitirá a que los niños y las niñas aprendan que ambos tienen los mismo derechos y capacidades, y que ninguno es superior o inferior solamente por sexo con el cual nació. Cuando se cría a un niño sin perspectiva de género, este verá a la mujer inferior y al crecer, este ser se convertirá en un hombre machista y maltratará a la mujer física o psicológicamente, tal como los hombres han hecho a lo largo de la historia. Por ende, una educación con perspectiva de género es la única manera de erradicar el machismo y la homofobia en la isla, y así bajar los números de violencia de género anualmente.
