Concepto de 'Yo no' en las Reflexiones Filosóficas de Fichte Johann
Fichte Johann
Gottlieb Fichte nació en 1762 en Rammenau, en Sajonia. De familia pobre, pudo realizar sus primeros estudios con la ayuda del barón Von Miltitz, quien lo envió a la famosa escuela de Pforta, donde más tarde estudiaría Nietzsche. En 1780 empezó sus estudios de teología en la universidad de Jena, Wittenberg y Leipzig. En este tiempo se adscribió a la filosofía determinista. Por precariedad económica tuvo que trabajar como tutor en una familia de Zúrich, donde leyó a Rousseau y a Montesquieu. En el 1791, visito a Kant en Konigsberg y le escribió una obra para ganar su atención, esta fue Ensayo sobre la crítica de toda revelación. En 1793, publico Consideraciones destinadas a corregir el juicio del público sobre la Revolución Francesa. En 1794 llego a ser profesor de filosofía en Jena. Su obra principal fue publicada en 1794 con el título de Fundamento de la teoría total de la ciencia y en ella expuso el desarrollo idealista de la filosofía crítica de Kant.
A partes de las obras ya mencionada podemos también citar las siguientes:
- Lecciones sobre la misión del docto, 1794;
- Fundamento de la entera doctrina de la ciencia, 1798;
- Fundamento del derecho cerrado, 1800;
- La misión del hombre, 1801;
- Filosofía de la masonería: carta a Konstant, 1802;
- Introducción a la vida beata, 1806;
- Discursos a la nación alemana, 1808.
En 1810, al fundarse la universidad de Berlín, Fichte fue nombrado decano de la facultad de filosofía. Entre 1811 y 1812 fue rector de la universidad. En 1814, su mujer, le contagio de tifus y murió el 29 de enero de aquel año.
Fichte parte de una doble base para construir su filosofía; la reflexión sobre la naturaleza y sobre el sentido del querer. Consecuentemente, elabora por un lado una teoría de conciencia, por otro una teoría moral.
En la obra la Lecciones sobre la misión del docto, Fichte sostiene que el docto es aquel que ha llegado al culmen de la sabiduría y se le ha confiado una misión. Además estaa obligado no solamente a difundir su saber con los que no saben sino también presentarse como ejemplos vivientes de racionalidad y de moralidad.
La doctrina y la conciencia para Fichte constituyen la parte esencial de la sociedad. En consecuencia el docto adquiere casi inconsecuentemente el rol de educador de los hombres, como un maestro común. Esto quiere decir como maestro social.
La obra más significativa de Fichte fue Fundamento de la entera doctrina de la ciencia de 1794, en ella el autor cambia su punto de vista gracias a la religión. Fichte parte de Kant, en particular de su concepto de conocimiento. Kant había volcado la doctrina tomista que dice que cuando el intelecto conoce se adecua. Afirmando así que son los objetos que tienen que girar en torno al sujeto. Con esto había indicado la suprema unidad fundadora del conocimiento con el centro mental unificador del denominado “Yo pienso”. Kant había dado así importancia al sujeto, pero a pesar de esto seguía siendo un realista no un idealista en cuanto que mete la existencia de una realidad independiente de un individuo y sostiene que de la realidad misma es posible sobre todo el conocimiento del fenómeno, esto quiere decir la realidad como se nos aparece a nuestros sentidos.
Los idealista, sostienen que el individuo puede conocer toda la realidad en cuanto que es el individuo mismo que la crea. A nivel de conocimiento el mundo material existe solamente a medida que lo conocemos. Los idealista quieren cambiar el “Yo pienso” kantiano, de condición formal a condición sea formal o material de la realidad.
Fichte con esto busca así unos principios absolutamente primarios e incondicionados del cual el entero saber pueda ser deducido en forma sistemática. Tales principios serán posibles unificando los resultados de las tres críticas de Kant, esto le dará a la filosofía un saber absoluto y perfecto. Filosofía que podrá exfoliarse de su significado etimológico de amor por la sabiduría para convertirse en saber absoluto.
En Fichte el Yo pienso se transforma en Yo absoluto. Pretende con esto unificar la doctrina de la ciencia para lo cual establecerá una división categorematica. Todo lo que existe puede dividirse entre el yo y el no yo.
Elyo, es el acto espontaneo, activo, intuitivo de la conciencia, el primer movimiento originario de la misma que es conocer. Es la capacidad de conocer todas las cosas. Esto es lo que Fichte llamará absoluto. En cambio el no yo, es todo lo que no es yo y debe ser conocido por el yo, la naturaleza. Este se opone y genera resistencia a l yo que conoce. La naturaleza no es pasiva, ella pone resistencia al yo que la conoce. Además el yo es el principio absoluto que unifica todo el saber, que es garante de la verdad.
El conocer para Fichte, es crear un concepto, y el crearlo no significa solamente interpretar la realidad, sino crearla, pues creo un modelo de lo que la realidad debería ser.
- Los idealistas nos dicen que las impresiones no pasan directamente hacia la razón que las ordena según las categorías de la inteligencia. Existe un paso previo. La imaginación es quien toma lo proveniente de los sentidos y crea el material intuitivo con el que trabajará la razón.
- La conciencia puede conocerlo todo menos la conciencia misma. Y ¿Por qué se da esto? Porque la conciencia misma, es la luz y no puede alumbrarse ella misma. Es la luz que ilumina todo y permite conocer todo. Solo podemos conocer la conciencia a través de los objetos del conocimiento porque estos son imágenes del “Yo absoluto” que lo ha creado.
Además del conocer y del entendimiento existe la voluntad, que es la capacidad del yo de imponerse y modificarse al no yo. El impulso de conocer la realidad es insaciable, solo es apaciguable por el instinto de modificar la realidad. Y ¿Para qué modificarla? Según Fichte, para crear un mundo idílico, armónico en el cual todos los seres de razón, podamos vivir y convivir en armonía.
Por consiguiente la teoría de la ciencia pretende desarrollar el sistema de las formas necesarias de representar y conocer; quiere ser, pues, un filosofía primera o una ontología fundamental. En su doctrina moral, se puede encontrar igualmente el formalismo radical que aparece en la teoría de la ciencia. Fichte entiende la posición de objetos por el espíritu como autentica actividad. La teoría de la ciencia se transforma en doctrina moral, y la del ser, en ética.
Bibliografía
- Copleston. Frederick. Historia de la filosofía, vol. 7, Barcelona, Ariel, 1996, pp. 37-68.
- Hirschberger. Johannes. Historia de la filosofía, vol. 2, Barcelona, Herder, 2000, pp. 225-234.
- [1] J. Hirschberger. Historia de la filosofía, II, Barcelona, Herder, 2000, p.227.
- [2] J. Hirschberger. Historia de la filosofía, II, Barcelona, Herder, 2000, p.231.