Crecimiento del Interes de Los Latinos hacia El Partido Demócrata en Los Estados Unidos

Los latinos son el grupo minoritario étnico de más rápido crecimiento que vive en los Estados Unidos hoy en día. Desde que la Ley de Inmigración y Naturalización de 1965 eliminó las cuotas de inmigración y abrió la puerta a una ola de inmigrantes de América Latina, la población ha crecido 55.3 millones personas: el 17.4% de la población total de USA en 2014. La Oficina del Censo americana, estima que para 2060, 119 millones de latinos residirán en los Estados Unidos y representarán más de una cuarta parte de la población. Basado estrictamente en las tendencias de participación electoral de los años de elecciones presidenciales que datan de 2000, el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Nombrados (NALEO) estima que 13.1 millones de latinos emitirán votos, lo que marcaría un aumento del 17% en la participación y un 8.7% de aumento en la participación latina en el voto desde las últimas elecciones presidenciales en 2012.

El que los latinos sean el grupo étnico de más rápido crecimiento provoca que los partidos rediseñen campañas que incluyan su participación más activa. Las elecciones del 2012 ya mostraron su creciente influencia política cuando fueron parte de una coalición de mujeres, asiáticos, negros y jóvenes; grupos claves para la victoria de Barack Obama además de tradicionalmente asociados con el partido demócrata. Ante este contexto, este estudio se pregunta si los latinos tienen una mayor tendencia a votar por el partido demócrata; yendo más allá y respetando la existencia de swing states, se pregunta si la comunidad latina residente en el estado de Florida tuvo un comportamiento electoral similar al comportamiento electoral de la comunidad latina del resto de Estados Unidos.

Desde la perspectiva de este trabajo académico, la pregunta planteada es de suma relevancia dadas las circunstancias sociales de la comunidad hispana en Estados Unidos, así como la forma en la que dicha comunidad ha interactuado en el espacio político. Sin embargo, también se ha considerado plantearse la pregunta a nivel Florida, pues se presume que la comunidad hispana en dicho estado pudo haberse comportado distinto. Hay que tener en cuenta que la mayoría poblacional de Florida son de origen cubano por lo que su trayectoria de voto con el partido republicano pudo influir en los resultados del estado.

Como pasa con otros grupos étnicos como los asiáticos o los negros, que categorizan al partido republicano como el de los anglos-pudientes o como el partido de los blancos por excelencia, la opinión de los hispanos no dista de esta ideología. Dicho esto, este estereotipo no está relacionado de ninguna manera con el tema “racial”, por lo que el desencanto por apoyar la candidatura de los representantes demócratas, tanto en el Senado como en el Congreso nos lleva a pensar si ¿Los hispanos votan al partido demócrata por sus políticas más de izquierda? O ¿Tenemos que asumir que el electorado hispano vota al candidato demócrata por defecto?

Marco Teórico

En las últimas décadas, el potencial electorado latino ha adquirido cada vez más las características de los inmigrantes de segunda y tercera generación que ocupan sus filas. Los nuevos votantes nacen en Estados Unidos, tienen educación en los Estados Unidos y hablan inglés con mayor fluidez que las generaciones que los precedieron, y sus intereses, conciencia política y sentido de responsabilidad cívica a menudo difieren de los de sus mayores. Cada vez se instalan más allá de los enclaves geográficamente estrechos de sus padres y abuelos, y si bien las comunidades latinas aún no son dominantes en todo Estados Unidos, su influencia política se está extendiendo lentamente por todo el país.

La demografía del votante ‘Latino’ o ‘Hispano’ connota una identidad singular y desmiente la compleja composición de la comunidad latina, comenzando con una diversidad de países de origen. En términos generales, los latinos en los Estados Unidos pueden rastrear su herencia a todos los rincones de América Latina. Los de ascendencia mexicana representaban un 64.1%, seguidos por los cubanos y salvadoreños con un 3.7% y dominicanos con un 3.4%. En este sentido, el país de origen y la historia política pasada juegan un papel importante al querer explicar la tendencia demócrata entre latinos. Los datos recopilados durante los últimos quince años, de 1989 – 1990 por la Encuesta Política Nacional Latina (LNPS) y del 2000 por la Encuesta Latina de Votantes (LVS), muestran que aproximadamente “el 67% de los mexicanos y entre el 64% y el 69% de los puertorriqueños son demócratas, y que entre 66% y 69% de los cubanos son republicanos”.

Los latinos han votado demócrata en todas las elecciones presidenciales que datan de 1960, y generalmente por amplios márgenes. Ronald Reagan (37%) y George W. Bush (40%) recibieron la mayor proporción de votos latinos entre los candidatos presidenciales republicanos en 1984 y 2004 respectivamente. Bill Clinton ganó la mayor proporción de votos latinos de cualquier candidato durante las elecciones de 1996 (72%), seguido de cerca por Barack Obama, quien recibió el 71% del voto latino en 2014. Desde el 2000, los latinos han establecido su tendencia con el Partido Demócrata. Logrando que en 2006 la brecha en la afiliación del partido se redujera a 49% demócrata y 27% republicana, pero que en 2012 se ampliara durante la administración de Obama, alcanzando el 70%.

El debate principal sobre la naturaleza del partidismo en la política estadounidense se ha centrado en cuán estables son estos apegos a lo largo del tiempo; sin embargo, a pesar del hecho de que la identificación partidista es un elemento clave del comportamiento político estadounidense, sabemos poco sobre la naturaleza y la estabilidad de la identificación del partido latino. Los estudios de partidismo en los Estados Unidos generalmente se han basado en conjuntos de datos nacionales como el American National Election Study (ANES) y las Encuestas Gallup cuya muestra de hispanos es muy poca. La mayoría de los estudios que han examinado el comportamiento político latino han tenido muestras relativamente pequeñas o muestras que no son representativas a nivel nacional, lo que hace que las generalizaciones sean problemáticas. Una excepción es Uhlaner, Gray y García (2000), quienes, utilizando la Encuesta Política Nacional Latina (LNPS), una muestra representativa a nivel nacional, encuentran que las posiciones políticas afectan la identificación del partido latino más que la ideología o las variables demográficas como la educación y el ingreso.

El partidismo como un recuento constante del desempeño del partido, sus creencias ideológicas y su posición son un buen indicador para determinar el poder de su influencia y la fidelización de sus votantes. En términos de políticas preferidas se ve al partidismo latino como como el principal argumenta para las reformas de inmigración; por lo tanto, el apoyo latino a Obama surge porque su administración ha tomado pequeñas medidas diseñadas para mejorar la vida cotidiana de la comunidad. Desde una perspectiva instrumental, entonces, la preferencia de los latinos por el Partido Demócrata proviene de su posición generalmente liberal en una variedad de temas sociales y económicos. La inmigración es un problema importante que a veces ha servido para movilizar a la comunidad latina en oposición a la retórica y las políticas anti-inmigratorias que históricamente ha beneficiado al Partido Demócrata y ha desfavorecido al Partido Republicano.

Voto latino en Florida

Los latinos constituyen una porción significativa del electorado potencial en Florida con un 18.1% a diferencia de otros seis estados de abandono donde representan el 5% o menos del electorado potencial. Si bien la población latina puede ser pequeña en algunos estados, un voto concentrado a favor de un partido u otro podría marcar la diferencia en una elección cerrada. Hecho que se nota más en elecciones presidenciales dada la naturaleza ganadora del sistema de colegios electorales, en donde los estados con menos electores latinos: New Hampshire, Iowa, Ohio, Virginia, Pennsylvania, y Wisconsin juntos equivalen a solo 71 votos electorales de los 270 votos necesarios para asegurar la presidencia.

Florida es el objetivo más grande en elecciones presidenciales con 29 votos electorales. Con una población latina que se ha inclinado históricamente por los republicanos al estar influenciada por la comunidad cubana en el condado de Miami-Dade, Barack Obama ganó el voto latino y el estado en 2008 y 2012. Las tendencias de registro del partido muestran que los latinos de Florida se están moviendo hacia el Partido Demócrata, entre 2006 y 2016, el número de latinos que se identificaron como demócratas aumentó un 85%, superando el número que se identificó como republicano por primera vez en 2008.

Este cambio en las preferencias de voto es atribuible en gran parte al cambio demográfico dentro de la comunidad latina en general de Florida, y entre los cubanoamericanos en particular. La población cubana en el sur de Florida creció bruscamente después de que Fidel Castro asumiera el poder, llegando a 2006 donde la gran mayoría de cubanos se identificaron con el Partido Republicano. Sin embargo, varios factores han cambiado la composición de la comunidad cubanoamericana en Florida, incluidos los cubanos nacidos en Estados Unidos que han ingresado al electorado y tienen opiniones políticas diferentes a las de sus padres y abuelos.

Hay que recordar que más de la mitad de los cubanoamericanos que viven en Florida llegaron a los Estados Unidos después de 1990. Además, mientras que la mayoría de los latinos de Florida son de herencia cubana (30.7%), el número de puertorriqueños aumentó 110% entre 2000-2014, lo que lo convierte en el segundo grupo de origen hispano más grande en Florida con el 28% de la población latina del estado. Si bien los republicanos pudieron beneficiarse del voto de expatriados cubanos con una política dura sobre Cuba, la opinión pública en general y en específico entre la comunidad, esta se ha alejado de la línea dura. Una encuesta realizada en diciembre de 2015 entre cubanoamericanos encontró que el 56% aprobó la normalización de las relaciones iniciada por Barack Obama y Raúl Castro un año antes, y el 53% apoyó el fin del embargo comercial de medio siglo. El apoyo al anticastrismo se rompió bruscamente a lo largo de líneas generacionales: el 77% de los cubanoamericanos de entre 18 y 49 años lo apoyaron, en comparación con menos de la mitad de los mayores de cincuenta años. Entre los inmigrantes de primera generación, más de la mitad de los que llegaron después de 1980 aprobaron la normalización, mientras que más de la mitad de los que llegaron antes de 1980 lo desaprobaron; entre los nacidos en los Estados Unidos, el 80% lo aprobó.

En conclusión, aunque históricamente a los demócratas les ha ido bien entre los latinos, tendrán que hacer más que simplemente atacar las posiciones republicanas en materia de inmigración si esperan recibir ese apoyo en el futuro. La comunidad latina es mucho más que una comunidad de inmigrantes o un bloque de votación de un solo tema, y solo a través de un compromiso más consistente en una variedad de asuntos de política los demócratas podrán preservar su apoyo a largo plazo.

24 May 2022
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