Cuidados De La Alimentación Para Prevenir El Cáncer

Introducción

En la base de los cuidados esenciales a tener para prevenir el cáncer se encuentran una alimentación variada y equilibrada, junto con la práctica de actividad física, ya que el exceso de peso y la obesidad están relacionados con el aumento de riesgo de cáncer. Evita el consumo de alimentos ricos en azúcar y grasas. La ingesta excesiva de calorías, lleva al aumento de peso corporal, lo que además de aumentar el riesgo de desarrollo de cáncer, deja poco espacio para el consumo de alimentos saludables responsables de su prevención. Aumenta el consumo de verduras y frutas su consumo está relacionado con un menor riesgo de desarrollo de cáncer de pulmón, de boca, del esófago, del estómago y el colon, por su riqueza en vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y fitoquímicos. 

Frutas y hortalizas, así como alimentos blancos (plátano, melón, ajo, cebolla) son cada vez más asociados a la reducción del riesgo de cáncer. Los de color púrpura (mora, berenjena) y rojo (fresa, tomate), están directamente relacionados con la disminución de cáncer del tracto urinario. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de al menos 400 g de hortofrutícolas por día. Incluye en tu alimentación leguminosa. Su riqueza en fibra, vitaminas y minerales, contribuye a la disminución de riesgo de cáncer de colon, estómago, pulmón, útero y ovario. El consumo de leguminosas debe ser de una a dos raciones diarias (una porción = tres cucharadas de sopa de legumbres secas o frescas cocinadas, unos 80 g).

Consumir cereales integrales. El efecto protector de los alimentos con base en cereales integrales, está especialmente vinculado al cáncer de colon, ya sea por su riqueza en fibras, ya sea por la existencia de hidratos de carbono fermentes civiles. El consumo de fibra debe ser de 25 g por día. Limita el consumo de carnes rojas y carnes procesadas aumenta el consumo de pescado y carnes blancas (aves, conejos, caza). Las carnes rojas y procesadas industrialmente (embutidos, jamón) son ricas en grasas saturadas y colesterol, y potencialmente responsables por el aumento del cáncer colorrectal, de pulmón, mama, endometrio y próstata. Los pescados grasos (sardinas, salmón), fuentes de ácidos grasos omega-3, tienen un efecto protector contra el cáncer.

Limita el consumo de bebidas alcohólicas Las bebidas alcohólicas deben ser bebidas con moderación. El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de desarrollo de cáncer de boca, faringe, laringe y esófago; y el riesgo asociado al alcohol es aún mayor cuando las personas son simultáneamente fumadoras. Si eres un adulto sano, puedes beber hasta dos vasos de vino al día (hombres) y un vaso de vino (las mujeres); además de hacerlo con las comidas. Consume menos sal (fuentes de sodio) los alimentos procesados pueden contener altas cantidades de sodio, por lo que debemos leer las etiquetas para saber exactamente el valor de sodio existente en el alimento. Recuerda que puedes ingerir un máximo de 5 g de sal por día. 

Intenta eliminar la sal de mesa, y prefiere el uso de hierbas aromáticas y especias para condimentar tus platos. Ten cuidado con la preparación de los alimentos. Opta por no ingerir alimentos total o parcialmente quemados. Evite los alimentos salados y ahumados. Estos productos pueden contener compuestos cancerígenos. No reutilices las grasas ten en cuenta que las grasas que se utilizan para cocinar como la mantequilla, margarina y aceites, que se alteran con temperaturas elevadas, pueden formar sustancias cancerígenas. Utiliza poca grasa en la confección de alimentos y prefiere el aceite de oliva o aceite de cacahuete. 

Conclusión

El aceite de oliva, rico nutricionalmente en ácidos grasos monoinsaturados, puede disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama, de colon, de ovario y de próstata. Intenta tener una alimentación variada y equilibrada; además de practicar actividad física. El exceso de peso y la obesidad están relacionados con el aumento de riesgo de cáncer de mama en las mujeres después de la menopausia, colon, endometrio, riñón y esófago; entre otros. También hay conexión directa con el cáncer de páncreas, esófago, vesícula biliar, tiroides, ovario y de cuello uterino. De ahí que debamos preferir una alimentación que contenga los diversos grupos de alimentos, además de llevar a cabo alguna actividad física con frecuencia.

22 October 2021
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