Ding Ling También Es Historia: Feminismo En El Norte De China
En Europa tenemos claro el feminismo. Aunque todavía haya gente reacia a entenderlo, la realidad es que el feminismo es un movimiento de máxima importancia en la vida y la política europea. El continente europeo puede presumir de reformas, de leyes, movilizaciones y todo tipo de acciones que lo fomentan; como ciudadanos europeos estamos orgullosos de nuestros avances, lo que nos lleva muchas veces a mirar y desprestigiar al exterior. Esto sucede principalmente en países africanos o asiáticos, donde vemos que las mujeres no “reaccionan”, que aceptan la realidad en la que viven y se dejan oprimir. ¿Pero es esto del todo cierto? ¿Podemos decir que sabemos algo del feminismo no europeo? ¿Tenemos los conocimientos necesarios como para hablar de otros? Hoy en día me atrevo a decir que hablamos de mucho pero sabemos de poco, no nos ponemos a buscar y saber sobre otras culturas, movimientos ni ideologías. Así somos, personas de poca inquietud y de mucho hablar; siempre es más fácil comentar sin buscar fundamentos que crear opiniones formadas por el saber.
En este ensayo se hablará de Ding Ling, una referente feminista china; se tratará su vida, pues consideramos que es clave para saber su evolución como activista, y su obra principal, El Diario de la Señorita Sofía. Por último, se hará una reflexión del eurocentrismo y de la poca visibilidad asiática en temas como el feminismo.
Ding Ling
Ding Ling fue una activista revolucionaria, feminista y escritora china que hoy sigue teniendo una gran importancia en la historia de China. Nació en 1904 en la provincia de Hunan. Su nombre real era Jiang Bingzhi, vivió con su madre hasta los 17 años —cabe mencionar que su padre falleció—, edad en la que abandonó su hogar y se mudó a Shanghái tras rechazar un matrimonio arreglado que su familia proponía. Allí estudió en la Escuela Femenina del Pueblo y más tarde en la Universidad de Shanghái.1 También hay que decir que además de recibir esta educación, la familia de Ding Ling destacaba por su importancia y por ser una familia instruida, lo que ayudó a Ding a interesarse por los libros y el saber.
Fue tras matricularse en la Escuela Femenina del Pueblo cuando decidió que su vida independiente empezaba, por ello cambió su nombre a Ding Ling. En esa escuela empezó a interesarse por la escritura, por los poemas y cuentos cortos. En 1924, con 20 años, Ding Ling se mudó a Beijing, donde estuvo en contacto con escritores e intelectuales de su tiempo, un ejemplo sería Lu Xun, miembro de la Liga de Escritores de Izquierda a la que más tarde se uniría Ding Ling.
Por esa fecha, Ding Ling publicó su novela El Diario de la Señorita Sofía, un libro cargado de crítica a las costumbres y a la obstaculización de la liberación de las mujeres. En 1930 se unió a la antes mencionada Liga de Escritores de Izquierda; Ding Ling empezó su activismo político en el Partido Comunista Chino y empezó a escribir sobre temas políticos enlazándolos siempre al feminismo, como por ejemplo, la emancipación de la mujer y la importancia del papel de la mujer en la revolución, defendiendo que este era tan necesario como el del hombre. Uno de sus cuentos más de carácter más político es Agua, que no es una historia de mujeres pero contiene descripciones de la lucha y de la opresión china.
Debido a su papel y su lucha política y literaria, Ding Ling fue arrestada en 1933 pero consiguió escapar de los campos de trabajo y se unió a Mao Zedong, líder del Partido Comunista. Se volvió una de las figuras más importantes y respetadas cuando se proclamó la República Popular. Tras esto, Ding Ling siguió con su lucha por la igualdad femenina, por los derechos de las mujeres, criticando como estas eran utilizadas y marginadas en un segundo plano lleno de prejuicios.
Fue acusada de no defender el comunismo alguna vez y por ello fue arrestada pero cuando salió libre no dudó nunca en volver a la escena pública y al activismo característico de la escritora. Falleció en Beijing en 1986 y de forma póstuma se publicaron una serie de cuentos suyos con el título I Myself Am a Woman — Yo Misma Soy una Mujer —.Tras hablar de su biografía creo que es necesario abordar al menos un poco las obras dem Ding Ling porque son el reflejo de sus ideas políticas y feministas. Hay que mencionar que Ding Ling era parte de la generación del Cuatro de Mayo (1919). Estos eran un grupo de escritores, políticos y gente de la cultura china que intermediaron entre el gobierno imperialista y movimiento socialista.
El movimiento del Cuatro de Mayo organizaba círculos literarios para hablar de los géneros y las teorías occidentales; se identificaban con Europa y con América del Norte. Es también por la influencia de autores occidentales por lo que escribieron obras propias del romanticismo y el realismo; preferían la ficción a ensayo o periodismo por el hecho de relacionar sus historias con enseñanzas de carácter moral. Por ejemplo, iban contra el confucianismo y la idea de la familia propia de esta filosofía. Además, como se menciona en el libro Feminismo, Revolución y Literatura en Ding Ling3, “otra razón para elegir la ficción era el poder”.
Volviendo a nuestra escritora, por lo que destacó Ding Ling dentro de este movimiento fue por hablar del tema de la mujer en sus obras. Sus libros e historias se centraban en el papel y “problema” de la mujer. Además, con el tiempo, se interesó por otra clase de temáticas más referentes a lo político y a lo social. Es por la importancia del mensaje de sus obras por lo que a continuación trataremos, El Diario de la Señorita Sofía.
Feminismo en El Diario de la Señorita Sofía
Con esta obra, Ding Ling obtiene prestigio y reconocimiento nacional. Como se explica en la sinopsis del propio libro “El diario de la señorita Sofía relata la vida emocional de una mujer tuberculosa con una fuerte pasión erótica por un hombre”4. La misma sinopsis sigue con la interpretación y el simbolismo del personaje protagonista, Sofía. Sofía representa los principios básicos del feminismo del Cuatro de Mayo, como la prioridad de la autonomía, el alejamiento del control familiar, la importancia de los actos premeditados, la experimentación sexual, la importancia del amor como una consecuencia de la libertad, etc., un retrato psicológico de la joven moderna china de la década de 1920. (Ling, 1927)
Empezamos el análisis con Sofía, más bien con su nombre, que está cargado de simbolismo feminista. Una tendencia que tenía la autora era poner nombres extranjeros a sus personajes femeninos, no solo sería el caso de Sofía pues en la obra encontramos nombres como Wendy, Mary y Lisa. Estos nombres son asociados a la feminidad. ¿Por qué los asociaba Ding Ling? Esto se debe a la tradición china por sí misma pues el nombre se podía relacionar con la futura personalidad o tener un importante trasfondo. De Sofía no es únicamente importante su nombre, Ding la sitúa como la personificación de la corrección de la mujer y de la posición de estas en cuanto a la libertad. Esto se puede ver en el interés de la protagonista por la manera de actuar, por el como ser femenina, natural de forma innata y por como ser lo que “una mujer debe ser”; todo esto son valores que la tradición china ha importado. Esto es representado en el libro por cualidades como el erotismo reprimido, la impulsividad y el romanticismo exagerado.
Inspirándose en libros como Madame Bovary, Ding Ling carga a Sofía con esencia sexual y es lo que ve de forma reconocible como algo femenino. Citando de nuevo a Feminismo, Revolución y Literatura en Ding Ling (Barlow), la autora dice “Sofía habla de la confusión entre el amor y la lujuria, y sabe que su naturaleza está definida por el deseo reprimido”. (Barlow, 2014)
Además de la represión sexual que sufre la protagonista, como dice la sinopsis, hay otros valores que marcan este libro como feminista: la autonomía del personaje, el rechazo al control familiar y el amor libre. Estos tipos de virtudes no son los que se solían encontrar en las mujeres cuyos orígenes era una familia tradicional china, que hay que decir que era uno de los ejes más importantes de la sociedad, comparando —según las enseñanzas de Confucio— al Estado como una familia donde el emperador es padre de sus súbditos.5 Pues bien, estas familias estaban marcadas por el patriarcado ejercido por los hombres de la familia, especialmente por el de mayor edad, ese hombre era quien tomaba las decisiones sobre la casa y todo lo que tuviese relación con la familia. El caso que tenemos presente aquí es el de una mujer —Ding Ling— que no aceptaba esa forma de vida.
Se podría quizás decir que el hecho de no contar desde niña — pues su padre falleció cuando ella tenía cuatro años — con una figura paterna propia de la sociedad china de entonces fue lo que también la llevó a pensar con una mayor libertad sobre las mujeres y su sumisión a la política y sociedad. También hemos dicho que desde niña tuvo la oportunidad de formarse y de instruirse, situación que también le ayudaría a pensar sobre la situación del país y del papel de las mujeres en este.
El interés por Europa propio del Cuatro de Mayo fue también algo clave en la posición de Ding Ling. Atraída por libros occidentales tuvo ocasión de leer libros de diferentes autoras o de conocer las diferentes personalidades de personajes que no encajaban con la imagen de la mujer china.
Din Ling, junto con otras revolucionarias de la cultura, defendían el individualismo frente a la ya mencionada familia tradicional. Negaban de todos los pensamientos y diferencias adquiridas por la cultura, por lo establecido y por lo que se les imponía. Junto con más pensadores utilizaron las ciencias, la narrativa, la sociología con la visión de hacer una diferencia entre el hombre y la mujer por la identidad sexual y no por la cultura recibida. Se reafirmaban en que la naturaleza iba mucho más allá que la cultura; la cultura era lo que las dejaba en un escalón menor por el hecho de ser mujeres mientras que la naturaleza y la ciencia solo hacía distinción por el sexo, nadie era mejor ni peor que nadie. La tradición china colocaba al hombre como algo superior; lo que defendían Ding Ling y otros pensadores se basaba en liberarse de lo impuesto, quitar todo signo de cultura tradicional arraigada, reivindicar que eran iguales mediante la naturaleza, a ojos de ésta solo eran hombres y mujeres. (Barlow, 2014).
Como Tani E. Barlow señala en el estudio preliminar de El Diario de la Señorita Sofía — Feminismo, Revolución y Literatura en Ding Ling — “la persuasiva contraposición entre el patriarcado y el individualismo se basaba en la posibilidad de que las mujeres y los hombres se desarrollaran de forma natural como seres autónomos una vez liberados de su común pasado”. Con esta crítica al modelo tradicional, el feminismo chino logró que el activismo formarse parte de la política de China, siendo así tratados temas como la esclavitud femenina, la educación, la autonomía, la libertad y la represión de las mujeres. Y aunque eran temas reivindicativos que no todos veían con buenos ojos lo cierto es que estos temas empezaron poco a poco a ser importantes para una mayor parte de la población, especialmente para la élite. (Barlow, 2014)
Europa y Asia
Acabaremos el ensayo tal y como lo hemos empezado, hablando de dos continentes que a primera vista cualquiera podría decir que no tienen mucha similitud puesto que la cultura es diferente, la educación es diferente, las etnias son distintas y también las formas de vida.
El hecho de que China sea tan diferente al modelo estándar de país europeo no significa que sea más atrasado o avanzado que otro. Nadie duda de China en cuanto a relaciones comerciales o posesión armamentística, yendo más allá, es algo en lo que mucha gente llega a pararse sin llegar siquiera a observar otros rasgos de los que se podría aprender. Si nadie duda de China como potencia económico, ¿por qué parece que surge una mayor discrepancia cuando hablamos de ciertos valores o avances de carácter más humano?
El por qué es bastante sencillo y se llama eurocentrismo. Europa está tan obsesionada con mirarse a sí misma que deja de tener interés en otros continentes que no sean el suyo o que no le beneficien a nivel comercial. Esa falta de interés lleva a desconocer al otro, a no tener curiosidad, a no indagar y por consecuencia a crear una imagen errónea y alejada de lo que es la realidad.
Este eurocentrismo no solo nos lleva a los tópicos clásicos sobre China, también lo podemos llevar a una materia tan importante y trascendental como lo es el feminismo. Se tiende a pensar que en China no existe feminismo, que la sociedad no avanza y que siguen en lo que se podría decir la “Edad Media” europea. No hay argumento más equivocado, sí, es cierto que la sociedad china ha estado influenciada por el modelo patriarcal de familia, ¿Europa puede decir que su caso sea el contrario? ¿No han estado las mujeres, tanto del continente americano o europeo — por poner a los “desarrollados” — en la misma situación? ¿Por qué nos negamos entonces a ver que en países como China también han existido mujeres que han luchado por sus derechos? ¿Por qué tendemos a pensar que “ese tipo de temas” como el feminismo no existen en Asia? ¿No deberíamos empezar a ver que estamos rodeados de prejuicios inculcados que nublan nuestra vista y no nos permiten saber más sobre temas de tal importancia en países tan notables como el caso de China?
Creo que Ding Ling puede ser alguien que nos hará esclarecer nuestros arraigados tópicos sobre el feminismo chino. En este ensayo hemos contado con el desarrollo de la vida y de la obra de una mujer que luchó por sus derechos y por los de su pueblo; luchó por la igualdad, por la libertad y por el derecho a decidir de las mujeres en la China del siglo XX. Además fue un ejemplo de mujer de alto prestigio, era respetada como escritora, como activista y como mujer; formaba parte de grupos de intelectuales y era una más en grupos mayormente formados por hombres.
El feminismo no solo es cosa de Europa, no es un tema que solo evolucione en ciertos países, es un movimiento universal y promovido por diferentes países. La historia del feminismo no debe centrarse solo en personajes como Virginia Woolf o Marie Curie entre otras. En la historia del feminismo también está Ding Ling.
Bibliografía
- Barlow, T. E. (2014) Feminismo, Revolución y Literatura en Ding Ling. En D. Ling, El Diario de la Señorita Sofía y En el Hospital (págs. 7-38). Barcelona: Bellaterra.
- Edicions Bellaterra. (s.f.). El diario de la señorita Sofía. En el hospital. Recuperado 29 diciembre, 2019, de http://www.ed- bellaterra.com/php/llibresInfo.php?idLlibre=1007
- Gudiña, V. (2008, 24 julio). Biografía de Ding Ling. Recuperado 28 diciembre, 2019, de https://www.poemas-del-alma.com/blog/biografias/biografia-de-ding-ling
- La mujer china. (2008, 13 junio). China: un infierno para la mujer. Recuperado 2 enero, 2020, de http://mujerchina.blogspot.es/1213362720/nota-cnn-/
- Lidan Qi (2016, 12 enero). La familia, pilar de la sociedad china. Recuperado 2 enero, 2020, de https://www.elmundo.es/economia/2016/01/12/5694f5d522601d0c638b45d9.html
- Ling, D. (1927). El Diario de la Señorita Sofía, En el Hospital. Barcelona, España: Bellaterra (ed.2014)
- Porilecara, (2009, 14 junio). Siglo XX – Ding Ling. Recuperado 29 diciembre, 2019, de https://mujeresquehacenlahistoria.blogspot.com/2009/07/siglo-xx-ding-ling.html
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