Don Quijote: Lucha entere la Realidad y la Ficción
Muchas personas pueden pensar que el afán de trascendencia no se demuestra en Don Quijote de la Mancha, pero hay ejemplos que si lo reflejan. Don Quijote de la Mancha enriqueció el idioma español, el enriquecimiento de su lengua ha sido amplio, innovador y asombroso. Don Quijote es un loco, pero esta locura hace de él un modelo de comportamiento lucha por sus elevados ideales: el amor, la justicia y la libertad, la fidelidad, el valor o valentía, la honradez, el bien. Se convirtió en símbolo del hombre con fe que lucha por su verdad y por la libertad, sin acobardarse ante los tropiezos y derrotas. Representa en su obra, los dos planos que se enfrentan en el ser humano de todos los tiempos: realismo e idealismo, expresados fundamentalmente en Don Quijote y Sancho.
El valor humano de su obra: moral, espiritual, cívico, filosófico, psicológico. Destacan en este aspecto el impulso ideal de don Quijote y el sentido común de Sancho. Cervantes escribe con gran sentimiento, inteligencia, imaginación y comprensión humana. Que todos nos vemos retratados en él, mejor en ellos, porque todos tenemos parte de Quijote y parte de Sancho. Todos decimos querer luchar con las opresiones, contra la injusticia, e ir por el mundo haciendo el bien. Luego sale nuestra parte de Sancho comodona que se conforma con comida que ve muy difícil eso de luchar contra poderosos molinos de viento y nos hacemos conformistas y panzudos. Unas veces nos sale el Quijote, y acabamos peleando y la mayoría nos sale el Sancho y acabamos acomodados.
El autor sometió los conceptos de ficción y realidad, identificándolos en muchos casos. La relación entre ficción y realidad es uno de los temas básicos en Don Quijote. Alonso Quijano se vuelve loco y decide ser el ente ficticio Don Quijote de la Mancha. La locura de Don Quijote consiste en confundir la vida y el arte, se imagina gigantes donde hay molinos, Amadís de Gaula y Durandarte son para él personas tan reales como su sobrina o escudero. La trama de la obra, consistente en una serie de encuentros, se funda en la relación mencionada. En la Primera Parte, los encuentros entre Don Quijote y otras personas pueden concebirse como enfrentamientos entre ficción y realidad. Es decir, una persona que vive una vida ficticia y otros que viven en la realidad. La locura del héroe puede afectar a los seres con quienes se relaciona por ejemplo Sancho, los encuentros de Don Quijote tienen propósito cómico. La experiencia en la cueva es vivida y narrada por Don Quijote, que es el único que baja a ella. Lo que cuenta es claramente producto de su imaginación, pues los personajes con los que da comienzo a una conversación son entre personajes ficticios. Sin embargo, lo que ha visto allí es complicado de entender porque Don Quijote seriamente se preocupa y duda de si ha ocurrido o no. La experiencia fue un sueño, pero el protagonista está convencido de haberlo vivido.