Ejercicio Físico Para Combatir La Depresión Y La Ansiedad
Las nuevas terapias para la depresión y la ansiedad, como por ejemplo el ejercicio físico, son un tema de actualidad en psicología. Desde el siglo pasado han existido dos maneras de combatir estos trastornos mentales: los fármacos recetados por un médico y la psicoterapia. Sin embargo, cada vez son más los profesionales que señalan la importancia de un estilo de vida activo para prevenir y combatir el malestar psicológico.
La depresión y la ansiedad, aunque puedan parecer extrañas, están muy presentes en nuestra sociedad. De acuerdo con las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2017) un 4,4% de la población mundial padece depresión. Además, se estima que para el año 2030 la depresión será la primera causa de discapacidad. Si se habla de ansiedad, en Europa el 10,4% de la población padece un trastorno de ansiedad. Estos números reflejan que estos trastornos no son casos aislados y que afectan a un gran número de personas.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión y la ansiedad?
Aunque la depresión y la ansiedad tienen síntomas diferentes, la realidad es que están muy relacionadas. Es habitual que una persona tenga síntomas de ambos trastornos. O que sea diagnosticada de depresión y ansiedad a la vez. La depresión se puede mostrar con diferentes niveles de gravedad; entre sus síntomas más habituales se encuentran:
- Los sentimientos de tristeza y la falta de motivación.
- La pérdida de interés en las actividades diarias.
- Los sentimientos de culpa.
- Cambios en los patrones de sueño y apetito.
- La falta de atención y dificultad para concentrarse.
- En casos más graves pueden existir deseos suicidas.
Andrés Iniesta, uno de los deportistas más queridos, reconoció en 2018 estar en tratamiento por depresión.
Por otro lado, los trastornos de ansiedad incluyen multitud de dolencias: fobias específicas, el trastorno de ansiedad generalizado, el trastorno de pánico… lo que tienen en común todos ellos es la preocupación extrema por el futuro, y la anticipación de hechos negativos y fatales.
Efectos psicológicos del ejercicio físico
El ejercicio físico no solo tiene beneficios para el cuerpo, sino que también afecta al bienestar psicológico por cuatro razones:
- Aumenta la liberación de monoaminas: después de realizar ejercicio el cerebro libera dopamina, endorfinas y serotonina. Estas sustancias generan una sensación de tranquilidad, bienestar y felicidad.
- Cumplir las metas y objetivos: al alcanzar las metas y objetivos propuestos se activa el sistema de recompensa de la persona. Cuanto esto sucede sentimos una gran satisfacción y alegría.
- Mejora la autoestima: los cambios en la apariencia corporal junto con la sensación de logro por el progreso influyen de manera positiva en la autoestima.
- Reduce el aislamiento social: al realizar ejercicio físico en grupo la interacción con otras personas aumenta. De esta manera la persona se siente apoyada y querida dentro de un grupo.
El ejercicio físico como terapia contra la depresión y la ansiedad
Como ya se ha visto, el ejercicio físico aporta beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. Aún así todavía queda preguntarse: ¿puede el ejercicio físico prevenir y curar el malestar psicológico?
Combatir la depresión con ejercicio físico
Se ha comprado que realizar ejercicio físico es una medida eficaz para tratar los síntomas depresivos. La actividad física a nivel moderado se utiliza como tratamiento alternativo para las personas que sufren trastornos del sueño -recordemos que uno de los síntomas principales de la depresión eran los cambios en el sueño-. Por otro lado, no existe una única modalidad de ejercicio eficaz. Se han realizado intervenciones con diferentes actividades (ejercicio aeróbico, entrenamiento de fuerza, baile, yoga, hidroterapia…) con resultados positivos en el bienestar psicológico.
Hay que destacar que aunque la actividad física disminuye los síntomas de la depresión, es una condición que debe ser valorada por un profesional de la salud. Siguiendo las directrices que éste nos marque debemos combinar el ejercicio físico con sesiones de psicoterapia.
Combatir la ansiedad con ejercicio físico
Al igual que el ejercicio físico puede ayudar a tratar la depresión, la ansiedad puede disminuir con un estilo de vida activo. En un estudio realizado por la Universidad de Cork se descubrió una relación negativa entre los niveles de actividad física y de ansiedad. Además, las personas que practicaban deportes colectivos eran las que tenían menores niveles de ansiedad. Este descubrimiento refuerza las ventajas del ejercicio en grupo, en comparación con el ejercicio individual.
También, la actividad física mejora la calidad de vida de personas con enfermedad crónica. Se ha demostrado que un estilo de vida sedentario es un factor de riesgo para desarrollar ansiedad en personas con epilepsia. Por lo que el ejercicio físico no solo puede ayudar a tratar la ansiedad, sino que puede prevenirla en personas con otras afecciones.
Conclusión
En resumen, el ejercicio físico tiene efectos terapéuticos para combatir la depresión y la ansiedad. Pero no se puede olvidar que los trastornos mentales deben ser diagnosticados y valorados por un especialista. Llevar un estilo de vida activo y saludable es beneficioso no solo para la salud física, sino también para la salud mental.