El Arte Paleocristiano Y El Arte Bizantino
Introducción
El arte paleocristiano y bizantino son dos etapas artísticas diferentes, simultáneas y pero con algunas características comunes. Inicialmente, debemos distinguir el significado de los conceptos de los que trata este trabajo. Diferenciamos:
- El arte paleocristiano: el uso de la palabra se utilizaba para aludir a las primeras manifestaciones artísticas del mundo cristiano. Este se caracteriza por ser un arte religioso que se establece en la civilización romana. También podemos decir que se trata de una adaptación de los temas y contenidos de la religión en cuestión, convirtiéndose en un gran pilar cultural en la época.
- El arte bizantino: proviene de la ciudad de Constantinopla, de Bizancio. Abarca hasta el 1453. Se destaca en los primeros siglos de esta etapa ya que se desarrolla un arte religioso como el anterior, donde existe una unión entre la Iglesia y Estado.
Entre estos dos artes, existen una serie de propiedades comunes como:
- La creación de un nuevo lenguaje artístico e irracional.
- La supremacía de las cuestiones religiosas em todas las manifestaciones artísticas que nacerán en esta época.
La nueva iconografía: la pintura de las catacumbas
El arte paleocristiano vive dos periodos diferenciados separados por el Edicto de Milán en el año 313 d. C. A partir de este intervalo de tiempo, el culto cristiano se extendió y se autorizó en todo el territorio del Imperio. Esto se denomina “Paz de la Iglesia´´.
La pintura de las catacumbas
Las catacumbas eran una serie de cementerios subterráneos, donde se enterraban los cuerpos de los fallecidos. También se usaba para celebrar culto en las épocas de persecuciones. Destaca el yacimiento de la Via Appia en Roma, donde se localizaron los cadáveres de San Pedro y San Pablo. Estos, solían estar ubicados en lugares utilizados por los romanos para la extracción de todo tipo de materiales de construcción.
Dentro de estas sepulturas se distinguen las figuras orantes y símbolos cristianos utilizados por la civilización paleocristiana. Dichos elementos nos han llegado hoy en día, ya que se asentaron en la religión cristiana de manera fija y continua. Estos son:
- El pez, que simboliza la presencia de “Jesús, el hijo de Dios´´.
- El cordero, que simboliza la muerte de Cristo, ya que fue sacrificado para salvar a la humanidad.
- El Buen Pastor
- El Crismón
Los artistas paleocristianos querían hacer propaganda y tener un reconocimiento mutuo entre los fieles, que mediante estas representaciones artísticas crearían una Biblia cercana a todo el mundo. Dichos artistas, hicieron un gran trabajo para adaptar los contenidos cristianos a los temas paganos para que el pueblo los conociese. Todo esto se realizó con el fin de que cuando la Iglesia fuese reconocida por el gobierno y las leyes respectivas, tuviera un sistema iconográfico propio y una estructura perfectamente formada. Catacumba de la Via Appia (Roma) Iconografía paleocristiana
La cristianización de la basílica
A partir del 313 y tras el anteriormente comentado Edicto de Milán, los cristianos podían practicar su religión legal y públicamente, de manera que nacería una nueva Iglesia, donde dicha doctrina tuvo un gran avance, lleno de esplendor. Este nuevo renacer causó la creación de nuevas edificaciones, para albergar ritos y dar a conocer su nuevo y enorme poder. Este fuerte crecimiento se da entre los siglos IV y VI después de Cristo, donde se hace especial hincapié en edificaciones como:
- Las basílicas de las ciudades principales, por ejemplo, las capitales de reinos cristianos. Estas seguían la planta heredada por los romanos.
- Las iglesias en Roma.
- Pequeños santuarios repartidos por el imperio Bizantino.
La basílica adquirió todo tipo de cambios, dependiendo de las necesidades de la religión cristiana. Destacamos un cambio en la orientación del espacio, que produjo, una nueva distribución de este. Gracias a esto el área que se dejaba entre la puerta y el altar, se consideraba el tramo donde se produce el encuentro de los fieles con Dios. Los nuevos templos se componían de:
- Un patio de acceso: abierto y porticado, que simboliza la transición entre el mundo del pecado y la salvación. Observamos que este patio desaparece en la Edad Media, pero tuvo gran influencia en la cultura islámica.
- Espacio rectangular del interior: se localiza dividido en una serie de naves, cubierta por techumbres planas. Este se situaba sostenido por columnas y entablamentos. De las naves, comentadas anteriormente, la central era la más ancha y larga, y se encontraba iluminada por ventanas. Distinguimos también una zona nueva, denominada transepto, que se define como una nave cruzada de manera horizontal, que permitía a los fieles el acceso a las criptas donde se guardaban las reliquias de los fallecidos.
- Presbiterio: se considera también la zona del altar, realizado en forma de ábside. Esta se asocia con la majestuosidad de Cristo, ya que, en épocas anteriores, había sido utilizado para guardar las diferentes estatuas imperiales. A esta se accedía a través de un arco, lo que simboliza la victoria del cristianismo frente al paganismo. En Roma destacamos numerosas basílicas construidas por el Papa, como la de Santa María la Mayor, Santa Sabina o la primitiva de San Pedro. Estas se localizaban en la periferia y solían ir acompañadas de edificios de planta rectangular que son:
- Los baptisterios, edificios de rica decoración, organizados entorno a la piscina donde se realizaba el sacramento del Bautismo. Se destaca el de San Juan de Letrán en Roma.
- Los templo-mausoleos, que son sepulcros de mártires o santos utilizados para el culto, donde destaca el de Santa Costanza en Roma. Ambos edificios se caracterizan por una cúpula semiesférica, en cuya base se abren doce ventanas y se encuentra limitado por una serie de columnas pareadas. El espacio central está envuelto por una bóveda anular decorada con mosaicos. Las basílicas y los mausoleos se unen en los Santos Lugares, Jerusalén y Belén, donde nació y murió Cristo. Aquí resaltamos:
- La Iglesia de la Natividad de Belén, en el lugar donde se produjo el nacimiento del Hijo de Dios. Es una basílica de cinco naves con un octógono final.
- La Iglesia del Santo Sepulcro, donde se enterró al Señor. Basílica de cinco naves y una gran rotonda donde se localiza el sepulcro de Jesús.
Los edificios bizantinos y la cúpula: santa sofia
En el 395, fallece Teodosio y el Imperio Romano se divide en sus hijos, de manera que uno heredó la parte Oriental y otro la Occidental, donde la capital del Imperio de Oriente se estableció en Constantinopla. Esta no tuvo la gran repercusión que tuvo Roma, pero creó un nuevo arte lleno de simbolismo, que mostraba la alianza entre la Iglesia y el emperador. La arquitectura de esta cultura hizo un pilar fundamental de ella la cúpula, ya que la consideraba más que un elemento arquitectónico, reflejando la unión entre Dios y los hombres.
La política exterior de Justiniano fue fundamental y expansiva, ya que conquistó territorios en Italia, el norte de África o el este europeo, creando edificios importantes como la iglesia de Santa Sofía localizada en Turquía y realizada en cinco años, desde el 532 al 537, gracias a los consejos divinos que el emperador había recibido. Este edificio se caracterizaba por el nuevo sentido del espacio, utilizado para poder sostener la cúpula. También era considerada heredera del Panteón y símbolo del cielo.
Todo se creó alrededor de dicha cúpula, que se sostiene gracias a cuatro pilares. En los contornos de esta, las masas se escalonan y jerarquizan de manera que simboliza un mundo perfectamente ordenado. Sus arquitectos fueron Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto. El primero era el responsable teórico de la construcción, mientras que el segundo realizaba la acción de la obra.
Esta iglesia es uno de los ejemplos que mejor narran la arquitectura bizantina y una de las basílicas mas espectaculares hechas por el ser humano. Durante su construcción, existieron numerosos problemas como el derrumbe de paredes o de la cúpula en numerosas ocasiones, pero esto no impidió que se continuase con el proyecto. A partir del siglo XV se convirtió en Mezquita y hoy en día no tiene ninguna función religiosa y es utilizada como museo.
La estructura que ayuda a sostener esa gran cúpula de 30 metros de diámetro y 54 metros de altura es la siguiente:
- Una serie de pechinas que se sitúan ancladas a un pilar que llega hasta el suelo.
- El círculo de la cúpula se incrusta en un cuadrado y este se encuentra sujeto mediante cuatro pechinas.
- El centro se rodeaba de dos cúpulas adyacentes que empujan a la central y dos arcos que contrarrestaban el ya dicho empuje de las cúpulas anteriores. He de hacer especial hincapié en que se utilizaron tejas con un peso mayor al normal para aliviar el lastre de la cúpula.
Si observamos la cúpula desde dentro de este magnífico edificio, podemos darnos cuenta que esta parece que se halla en el aire. Pero si es visualizada desde el exterior dicha cúpula se cubre de un tambor cilíndrico que tapa parte de su altura. Este elemento se compone de una serie de ventanas que dejan paso a la luz para iluminar el interior del templo. El templo se encontraba decorado con mosaicos, pero a causa de guerras y robos han sido destruidos.
La decoración musivaria
La pintura y el mosaico fueron los elementos principales dentro de la decoración Bizantina. Podemos destacar que la práctica de la segunda, nació en Roma, pero nunca había alcanzado un nivel artístico tan elevado como en este período. La técnica consistía en situar pequeñas teselas en un área de cemento. Estas eran coloreadas con óxidos metálicos y en pocas ocasiones eran recubiertas de oro y plata. El método más utilizado era el conocido opus tesselattum, compuesto de una serie de teselas cúbicas, de igual tamaño y de diferente color. También destaca el opus vermiculattum, que se componían del contorno específico para realizar todo tipo de escenas. El primero era usado para los rellenos, mientras que el segundo se utilizaba en el contorno.
Los bizantinos utilizaban el mosaico para decorar cúpulas y paredes, así fue que, gracias a los diferentes artistas, se crearon una serie de juegos de luces y sombras que ayuadaron a crear una arquitectura hecha de luz y espíritu. En el año 726, comienza la revolución iconoclasta con la prohibición de las figuras religiosas en las iglesias. La iconoclastia triunfó gracias a:
- El poder del emperador superó al económico y político que componían diferentes monasterios.
- Los textos sagrados se situaban en contra de la proliferación de imágenes.
- El emperador León III, quien realizó dicha revolución, era aconsejado por ministros musulmanes y judíos.
Durante este largo período se escenificaron la cruz desnuda y el trono vacío donde descansaban los libros sagrados. Hoy en día se conservan muy pocos mosaicos. Podemos destacar el de la iglesia de San Vital, donde localizamos al famosos emperador Justiniano y a la emperatriz Teodora, acompañados de sus séquitos. Durante el reinado de dicho emperador, se conquistaron numerosos territorios. Entre ellos, destaca Rávena, una ciudad italiana, donde los Bizantinos dejaron un gran vestigio de su cultura, como la Iglesia de San Apolinar el nuevo y ya la dicha, San Vital. El famoso mosaico hablado anteriormente forma parte de un conjunto de escenas que representan el Antiguo Testamento. El esquema de ambos mosaicos es similar, donde los emperadores hacen una ofrenda al templo. Estos utilizan teselas de diferentes colores que nos permite averiguar que:
- Los personajes centrales visten de púrpura.
- Los emperadores al igual que sus séquitos, muestran un carácter religioso.
En su conjunto podemos considerar dicha obra como un retrato oficial más que una representación individual de los diferentes personajes que la componen.En el mosaico de Teodora destacamos una serie de detalles que muestran una falta de interés sobre la perspectiva, donde el nicho y la fuente situada en primer plano, provocan sin querer cierta profundidad. El de Justiniano se limita a un telón dorado, rodeado de columnas que destaca la imagen del emperador y de sus acompañantes.
Bibliografía
- Libro de texto de II de Bachillerato.
- Apuntes de clase.
- Libro de apuntes de II de Bachillerato.