El Cerdo Hormiguero: Aliado Silencioso de la Biodiversidad

El cerdo hormiguero es un animal con un aspecto extremadamente inusual. ¿Puedes imaginar un animal con hocico porcino, orejas de conejo y el cuerpo rematado con cola de canguro? Aunque sea difícil de imaginar, esta clase de animal existe. El cerdo hormiguero tiene el nombre científico Orycteropus afer. Es un mamífero del orden de los Tubulidentata, de hecho es el único animal de este orden.

El nombre de la especie Orycteropus se deriva de la palabra griega orykteropous, que significa excavar o enterrar los pies. El nombre de la especie, afer, se refiere a África. Al ser una especie nativa del continente africano, también se le conoce con otros nombres como Aardvark. Descubre las características de este porcino.

Características principales

Para un observador casual, el cerdo hormiguero puede llegar a ser confundido con un cerdo doméstico. Sin embargo, es más pequeño que el cerdo doméstico y tiene una piel muy gruesa y sin grasa subcutánea. Su rasgo característico es la extraña combinación de nariz larga, orejas de conejo y una cola de canguro.

Tienen una piel gruesa, casi sin vello, que le protege del calor del sol y de ser dañados por las picaduras de los insectos que come. La piel del cerdo hormiguero es de color pardo en la parte superior y rojizo en la inferior. Las extremidades anteriores tienen 4 dedos y las posteriores 5 dedos. Los cerdos hormigueros tienen fuertes garras en cada uno de sus pies en forma de pala, que, junto con el hecho de que sus patas traseras son más largas que sus patas delanteras, ayudan con su desplazamiento dentro de la madriguera.

Tienen orejas tubulares, con forma de conejo, que pueden ponerse de punta, pero que también se pueden plegar para evitar que la suciedad entre en ellas cuando están desplazándose bajo tierra. La forma de sus orejas le confiere un oído muy fino.

Es de tamaño mediano, de hasta 2 metros de largo. Pesa entre 60 y 80 kg. Tiene un hocico parecido al del cerdo Su afilado hocico le proporciona un gran sentido del olfato y su larga lengua viscosa (de unos 45 cm) le permite alcanzar sus presas. La densa maraña de pelo de sus orificios nasales evita que le entre polvo.

Hábitos

Son animales bastante tranquilos de hábitos nocturnos, pasan el día dentro de madrigueras subterráneas. Sale a la superficie por la noche y entonces, se sirve de su agudo sentido del olfato para rastrear hormigas y termitas.

Los cerdos hormigueros son mirmecófagos, es decir que comen hormigas y termitas. También se sabe que comen las pupas de escarabajos. También pueden comer otros insectos de vez en cuando. Los cerdos hormigueros pasan casi todo el tiempo buscando alimento y se alimentan de muchos (± 200) nidos de hormigas y termitas cada noche.

Destroza el hormiguero o termitero con las patas delanteras y excava buscando hormigas que succiona con la lengua pegajosa y hocico alargado. Es muy buen excavador. Algunos hacen madrigueras con una amplia red de túneles. A veces alcanzan hasta 10 metros de largo alrededor de su área de distribución. Otras son más cortas y suponen sólo un refugio temporal. Hacen sonidos de gruñidos suaves mientras forrajean, y gruñidos fuertes cuando hacen la entrada a la entrada de su túnel. Si está amenazado, hará un sonido de balido. Se sabe que el cerdo hormiguero es un buen nadador, pero por lo demás se mueve pausadamente.

Habitad y distribución geográfica

Es originario de África, en la actualidad vive entre Egipto y el sur de Etiopía. Se encuentran ampliamente en el sur de África y el África subsahariana. Habitan dondequiera que el suelo se adapte a su estilo de vida de madriguera. El único tipo de hábitat importante en el que no están presentes es el bosque pantanoso. Se estima que el nivel freático alto le impide excavar a una profundidad suficiente.

El cerdo hormiguero también evita el terreno rocoso y las áreas costeras de Namibia, Costa de Marfil y Ghana. Han sido documentados especímenes a 3 200 metros sobre el nivel del mar en Etiopía. Se desconoce su densidad poblacional actual, el Karoo en Sudáfrica, donde se han realizado estudios a largo plazo, la densidad reportada es de aproximadamente ocho animales por mil hectáreas.

Apareamiento y Reproducción

Los cerdos hormigueros son animales solitarios y se comunican principalmente por el olor. En sus genitales tiene glándulas que secretan un poderoso almizcle, también tienen glándulas aromáticas en sus codos y caderas. Dan a luz a una cría al año, la gestación dura un periodo de unos siete meses. Las crías permanecen en la madriguera durante al menos dos semanas y luego comienzan a seguir a su madre a las dos semanas de edad. El periodo de lactancia dura hasta los tres meses de edad, cuando comienzan a comer insectos. Aproximadamente a la edad de seis meses, se vuelven independientes de la madre, y alrededor de los dos años, se vuelven sexualmente activas. El cerdo hormiguero puede vivir hasta los 18 años de edad.

Estado de conservación

Los cerdos hormigueros tienen varios enemigos naturales. Entre ellos: perros, pitones, guepardos, leopardos, leones y jabalíes, que se comen a los más jóvenes. Para protegerse contra tales enemigos, tienen varias líneas de defensa. Pueden correr y esconderse, o defenderse con su cola y sus largas garras. El hombre es su peor enemigo, matándolos para comerlos, para aprovechar su piel dura o para usarlos como amuletos de buena suerte.

Son vulnerables en todas las áreas asentadas y en peligro de extinción o extintos en áreas con una alta concentración de personas. A menudo son cazados por granjeros y rancheros que encuentran su excavación de agujeros incómoda o peligrosa. El cultivo y el uso de pesticidas han resultado en la eliminación de su fuente de alimento en algunas áreas. 

Referencias

1. Taylor, A. & Lehmann, T. (2015) Orycteropus afer. The IUCN Red List of Threatened Species 2015: e.T41504A21286437. http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2015-2.RLTS.T41504A21286437.en. Downloaded on 23 May 2019.
2. Taylor, W.A. (2013) Orycteropus afer Aardvark. In: J.S. Kingdon, D.H.D. Happold, M. Hoffmann, T. Butynski, M. Happold and J. Kalina (eds), Mammals of Africa. Volume I. Introductory Chapters and Afrotheria, pp. 290-295. Bloomsbury Publishing, London.
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