El Concepto de La Religiosidad, Religiones Más Importantes y Difusión del Cristianismo
Introducción
En esta memoria se va a tratar de forma global el concepto de la religiosidad y el papel fundamental de ésta en la Edad Media.
Por otro lado, se profundizará en aspectos más concretos, tales como: los distintos representantes de la Iglesia, las diferencias entre las corrientes oriental y occidental, las religiones más importantes de la época, etc.
Por último, se intentará exhibir la pluralidad de pensamientos dentro del ámbito religioso, ya que es necesario mostrar otras realidades frente a las predominantes.
1. Visión global de la religión en la Edad Media
La religión siempre ha tenido un papel muy importante en todas las épocas de la historia de la humanidad. Desde el principio de los tiempos, se ha buscado la plenitud del ser a través de la fe. En la Edad Media se observa que la religión gana fuerza y se presenta como una gran arma de poder y de apoyo para grandes figuras políticas.
Sus orígenes se dan en el Imperio Romano con el emperador Constantino, en el que la religión comenzará a ganar importancia y perseguirá la unidad del imperio romano. Esto es gracias al Edicto de Milán realizado en el año 313, en el que se da la libertad religiosa (ya que el cristianismo había sido muy perseguido).
A partir del siglo IV con Teodosio I, el cristianismo se convierte en la religión oficial y, gracias a ese acontecimiento, se expandirá por el Imperio Romano de occidente y el Imperio Romano de oriente. Aunque en un comienzo la religión sea uniforme, se va a crear una distinción entre los dos imperios, que causará muchos conflictos conforme vayan avanzando los años.
1.1. Tipos de religión en la época
Se pueden distinguir 2 religiones predominantes: el cristianismo y el islam. Aunque el cristianismo tenga la jerarquía en toda Europa, el Islam se impondrá sobre todo en la Península Ibérica.
El islam se origina en la península arábiga, en la cual se sitúa la meca (península del hiyaz). Su profeta es Mahoma, el cual difundió esta religión pero fue perseguido por ello. A partir del año 622 el islam se va expandiendo por toda Arabia y se remarcan sus bases.
Se rige por un libro sagrado llamado Corán, en el que se explica el origen de esta religión.
Por otro lado, dentro de esta creencia hay varios elementos destacables, como la presencia de Allah (Dios) y Mahoma (su profeta). También se observa la presencia de ángeles, como el arcángel Grabiel y el arcangel Miguel.
Como toda religión, en ella hay unas reglas básicas a seguir por los fieles, en este caso son los cinco pilares o preceptos.
En primer lugar, solo se reconoce a Allah como dios.
En segundo lugar, se deben de cumplir las 5 oraciones diarias orientadas a la Meca.
En tercer lugar, el ayuno es ramadán es obligatorio.
En cuarto lugar, los fieles tienen que caritativos y ayudar a los más necesitados. Por último, deben peregrinar una vez en la vida a la Meca.
Por otro lado, se encuentra el cristianismo, la religión predominante en la Edad Media. Gracias al Imperio Romano, adquirió una importancia de niveles muy elevados y se convirtió en un elemento imprescindible en cualquier ámbito de la sociedad. Tiene como representantes a Dios y a su hijo Jesucristo. A su vez, la virgen María (en la zona occidental) adquiere una gran importancia. Se rige por un libro sagrado llamado la biblia.
Las características de esta religión incluyen:
Dios es el creador de todas las cosas y del universo, y representa al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Por otro lado, sus seguidores deben seguir los 10 mandamientos y evitar a toda costa el pecado (esta religión se basa en la realización de acciones buenas y arrepentirse por las malas).
1.2. Tipos de representantes de la Iglesia
La religión se manifestó a través de diferentes sectores, es decir, personas que pertenecen a instituciones o comunidades específicas. Como ejemplo se encuentran: el papado, el monacato y la Iglesia.
El monacato se caracteriza por no seguir las normas establecidas por los papas y la Iglesia, es decir, vive la espiritualidad de una manera más libre. Se originó en la zona oriental a finales del siglo III y se expandió a la zona occidental en el siglo IV.
Dentro de esta corriente se pueden diferenciar dos inclinaciones: el retiro espiritual individual y el retiro a los monasterios.
Las ideas que salían de los monjes se difundieron por Europa gracias a la literatura, desde Oriente con San Basilio de Cesarea en el siglo IV, pasando por San Martín de Tours en el mismo siglo y acabando con San Benito de Nursia en el siglo V-VI. Algunos de estos pensamientos predicaban reglas como el bautismo, la penitencia, la obediencia y la humildad.
Por otra parte, se encuentra el papado. Se podría decir que este sector es heredero directamente de los apóstoles cristianos. A su vez, en este sector hay una jerarquía muy marcada, donde Roma es el lugar principal por ser la capital del imperio y los demás lugares geográficos donde residen sedes religiosas (como Jerusalén) son de máxima importancia.
El momento cúlmen de este sector se encuentra a finales del VI gracias al papa Gregorio Magno.
La iglesia fue un organismo fundamental de poder y de sometimiento a la fe. A su vez, poseía muchos privilegios, tales como tierras, diezmos, rentas parroquiales, etc. “La historia de la Iglesia Antigua, desde su fundación a Constantino el Grande (287-337), realiza un proceso creciente de unificación que tiene como resultado el nacimiento de la Iglesia Imperial. En la Iglesia occidental estuvo acompañado por el incremento de de la autoridad de la cristiandad romana y de su obispo, el Papa”.
Apareció primeramente en “los nuevos pueblos germánicos o en la conversión de dichos pueblos, conversión que fue, sobre todo, obra de los monjes y de los obispos”2. Posteriormente, se reafirma el poder del papado en todos los ámbitos de la sociedad gracias a su alianza con el reino franco. Se afirma “el papado como centro religioso, cultural y político de la Europa Occidental”.
Por último, una era torturada siguió a la edad de oro del mundo cristiano medieval (siglo XIII), que vio la unificación de los rostros del nacionalismo y el mundo cristiano, primero de su jerarquía (11378-1417), luego de su fe (siglo XVI). Al mismo tiempo, comenzó el proceso de sacralización del Sacro Imperio y la dignidad del Imperio. Finalmente, un nuevo tipo de actividad religiosa popular entre los cristianos se extendió rápidamente, una nueva religiosidad profundamente cristiana, que prestigia a los laicos, nació a principios del siglo XIII con San Francisco de Asís. En el siglo XIV, una espiritualidad cristiana íntima se extendió en Europa.
2. Repercusiones por la imposición religiosa
La imposición (forzada o no forzada) de la religión predominante, trae consigo una serie de consecuencias que afectan, mayoritariamente, a la población de a pie (aunque algunos sectores con más poder no están exentos de ella).
“Esta imposición fue un proceso lento, jalonado de numerosas resistencias, que en una etapa inicial hubieron de ser derrotadas por la acción de los poderes públicos y de la apologética intolerante de los primeros escritores cristianos. Por un lado, la resistencia de las propias escuelas cristianas, descalificadas como heréticas. Por otro, la de los intelectuales paganos perseguidos por los obispos. Y, finalmente, la de las poblaciones, especialmente las rurales, que vivieron una religiosidad popular formada por las pervivencias paganas y por las doctrinas cristianas mal asimiladas, hasta el punto de que todavía en el siglo XVI (más de un milenio después de la caída del Imperio romano de Occidente) la Iglesia católica sentiría la necesidad de llevar a cabo un profundo proceso de cristianización de las poblaciones de una Europa sumida en la ignorancia religiosa y en unas prácticas consideradas supersticiosas”.
Esta imposición de la unidad religiosa en el ámbito social se puede observar en prácticas como las evangelizaciones, las herejías, las cruzadas, etc.
Por otro lado, es importante remarcar el papel del arte en este ámbito, ya que sufre también las consecuencias de este problema.
2.1. Evangelizaciones
Las evangelizaciones se realizaban para expandir la religión y crear una unidad religiosa en el imperio. A su vez, esto servía para huir de cualquier movimiento que fuese en contra de la religión oficial.
Comienzan con la entrada de los pueblos germanos o “bárbaros” en el imperio romano en el siglo IV (en Oriente) y el siglo V (Occidente). Desde la perspectiva cristiana, esto supuso la degeneración del imperio y, por otro lado, el paso para que el paganismo fuese desapareciendo. Seguidamente, con el nacimiento de Clodoveo I (del reino franco-merovingio) en el siglo V y su bautizo cristiano, la religión comienza a calar en las sociedades de los reinos.
Con los reinos Suevo y Visigodo de Toledo se procede a cristianizar los reinos (siglos VI y VII).
A partir del imperio Carolingio el cristianismo se impondrá en la cultura de toda Europa.
Eran ejecutadas comúnmente por sacerdotes, obispos, monjes, papas, etc. Esto se debe a que son figuras de poder dentro de una institución como es la Iglesia. Otro factor importante es el poder que ejercen sobre las clases más bajas de la sociedad, utilizando cosas como el miedo y la obediencia. El pueblo, al no tener constancia del sometimiento que se le está ejerciendo, es más propenso a seguir ideológicamente a personas de poder (en el caso de la fe es más grave).
2.2. Cruzadas
“Las Cruzadas — la gran empresa común de la Cristiandad occidental— parecían en principio destinadas a favorecer el acercamiento entre el Occidente y el Oriente cristianos, unidos por un mismo afán de liberar los Santos lugares y enfrentados con un adversario común, el Islam. Pero la historia nos revela que las consecuencias fueron muy distintas. El paso de los ejércitos occidentales por territorio bizantino provocó innumerables incidentes y violencias que, lejos de promover el acercamiento, contribuyeron a soliviantar los ánimos de las poblaciones griegas contra los guerreros venidos de Occidente”.
Por otro lado, “los desacuerdos llegaron al limite a raíz de la cuarta Cruzada cuando los occidentales, apartándose de su verdadero objetivo, se apoderaron de Constantinopla, la saquearon y constituyeron un Imperio latino de Oriente. Hicieron falta casi sesenta años para que los griegos reconquistaran su histórica capital y esta ciudad volviera a ser cabeza del Imperio bizantino. Las Cruzadas, en suma, por lo que hace a la causa de la unidad cristiana, tuvieron unos efectos claramente negativos y exacerbaron, a nivel popular y del bajo clero, el sentimiento anti-latino y la hostilidad hacia los cristianos de Occidente”.
2.3. Herejías
Toda persona que no se sometiera a las ideas predominantes de la iglesia, era considerada “hereje”. “En el momento en el que Constantino eleva el cristianismo como religión del Estado, la Iglesia quedará ligada a la historia del Estado, y con ella la herejía. Los Padres de la Iglesia podrán perseguir a todo aquel que niegue su autoridad. La persecución de la herejía será más dura a medida que la jerarquía eclesiástica disponga de más poder”.
La autoridad del Papa se convirtió en la única que podía establecer la verdad de la fe, sin recurrir al diálogo o al consenso, o incluso a una declaración solemne de la concisión. La persona que cometa herejía no le va a definir “la defensa de un error dogmático, sino su insubordinación a la autoridad eclesiástica”.
Las tres herejías fundamentales que se conocen son: el arrianismo, el nestorianismo y el monofisismo.
En primer lugar, el arrianismo no concibe la santísima trinidad, y es propulsado por Arrio de Alejandría. Como consecuencia de esto, se realizan unos concilios en el siglo IV, llamados Ecuménicos, que reafirman la dualidad de Cristo.
En segundo lugar, se encuentra el Nestorianismo, el cual concibe a la Virgen María como madre de Jesucristo pero solo en el ámbito terrenal. A su vez, a consecuencia de esto, en el siglo V, se realizará un concilio Ecuménico.
Por último, con el monofisismo, solo se concibe la realidad terrenal de Dios, no la divina. A consecuencia de esto, se realizará un último concilio en el siglo V que reafirmará la dualidad de su persona.
2.4. Iconoclastia
Este conflicto no abarca solo el ámbito artístico, sino que se comprende otros parámetros de la sociedad. Las causas que presenta son varias.
En primer lugar, dentro del ámbito religioso, “la Iglesia primitiva, siguiendo la tradición judía, condenaba el uso de imágenes figurativas. En el siglo III, Eusebio sostiene que la representación de Cristo es idolátrica y contraria a la escritura. Asterio de Amasia rechazaba toda representación plástica de Cristo porque se marcaba en la imagen lo material y sensual. Sumado a estos motivos aparece con fuerza la lucha contra la idolatría que era el estado en el que el culto a las imágenes se encontraba en Oriente”.
En segundo lugar, “otro impulso fue producto del contacto de León III con el mundo musulmán”10. Este motivo se podría deber a la carencia de imágenes religiosas en la religión islámica, ya que éstas podían conducir a los fieles a idolatrar exageradamente a la figura religiosa predominante.
“Pero el motivo más importante de la revolución iconoclasta fue la lucha que los emperadores y sus partidarios tuvieron que emprender contra el creciente aumento de poder del monacato y su aún más creciente influencia en el pueblo gracias a la atracción de los íconos y reliquias milagrosos que eran una fuente de gloria y de riqueza. Esto estorbaba los planes de León III de fundar un fuerte Estado militarista y al prohibir el culto a las imágenes, los monjes perdían su más eficaz medio de propaganda”.
Todo este movimiento contra las imágenes no implica necesariamente que se destruyeran en su totalidad, sino que propició una renovación total en la forma de representación pictórica. El arte seguía una trayectoria donde la monotonía abundaba, por lo tanto, el artista creó arte sin imposiciones ideológicas de la iglesia. Estos artistas “se liberaron de las consideraciones eclesiásticas sobre el cuerpo humano y la naturaleza, fueron prontamente recuperando el estilo decorativo helenístico. De hecho, en los motivos decorativos con escenas de caza y jardín, la figura humana se representó de manera menos plana y formal; más libre y movida”12. El arte bizantino sufrió las consecuencias de esto, ya que “esta nueva concepción del arte lo acercó al oriental, principalmente en la arquitectura y en la majestuosidad de sus representaciones artísticas”.
Posteriormente, aunque el arte bizantino estuviera en auge, en un proceso lento fue volviendo a las antiguas formas de representación artística, ya que el problema iconoclasta residía en la idolatría de estas imágenes, no en cómo estuvieran representadas. Se perdió, en pequeña medida, la libertad para crear. Tal y como se ha nombrado anteriormente, el arte retrocedió a su forma ortodoxa.
3. Conquista musulmana de la Península Ibérica
Este acontecimiento ha sido decisivo en la historia es la conquista musulmana en el 711 en la Península Ibérica.
Las causas que propiciaron esta conquista se deben principalmente al debilitamiento del reino visigodo. Factores exteriores como la peste, la ruptura con los reinos germánicos y el pesimismo llevaron a este reino a la decadencia en un margen de tiempo muy pequeño.
Por otro lado, dentro del reino abundaba el empobrecimiento de la población, la hambruna y una crisis económica.
Una vez que los musulmanes ya se encuentran en la península, al ándalus comenzó a organizarse en varias etapas y formas, y a su vez, se islamiza a la población que residía con anterioridad.
Emirato dependiente del califato Omeya de Damasco (siglo VIII).
Emirato independiente de Córdoba (siglos VIII-X).
Califato de Córdoba (siglos X-XI).
Reinos Taifas (siglos XI-XIII).
Reino nazarí de Granada (siglos XIII-XV).
3.1. Papel de la iglesia
La iglesia y la religión cristiana no aceptaron del todo la presencia del islam en la península. Al principio, estas dos religiones (junto con la judía) convivían sin problemas a gran escala. Poco después de la invasión, comienzan a surgir focos de resistencia frente al Islam, sobre todo en la zona norte de la península (como por ejemplo, en Asturias). Posteriormente, ellos reinos cristianos comenzaron a avanzar frente al reino de Al-Ándalus, hasta finalizar con la expulsión de los musulmanes del reino nazaríde Granada.
3.2. Arte
Este acontecimiento se reflejó en el arte mediante la arquitectura. Gracias a la creación de Al-Andalus, se renovó completamente el estilo que, hasta ahora, había protagonizado las obras arquitectónicas.
Un ejemplo muy claro es el arte islámico. Está caracterizado por obras arquitectónicas con mucha luz, formas novedosas, gran presencia de jardines y una gran cantidad de color.
Hay una gran variedad de arcos (como el arco polilobulado, el arco entrelazado, el arco de herradura), de materiales (yeso, ladrillo, madera) y de decoraciones interiores (como las epigrafías y las lacerías).
3.3. Consecuencias
Una de las consecuencias fue la huida de una gran cantidad de población cristiana a la zona norte, y llevándose consigo ejemplares de literatura de origen greco-romano.
Por otro lado, con un punto de vista más optimista, la llegada musulmana a la península trajo consigo una gran cantidad de avances tecnológicos, artísticos, científicos y sociales.
Física. En este ámbito se encuentran inventos como la brújula, el astrolabio, la carta náutica y los relojes de agua.
Matemáticas. Fue un gran objeto de estudio para los árabes. Se observan avances en la geometría y el álgebra. También hay que destacar el estudio de la trigonometría, de donde nacen el seno, el coseno y la tangente.
Agricultura. Introdujeron nuevos elementos como el arroz, los espárragos, etc. Por otro lado hay novedades técnicas en los métodos de regadío.
Astronomía. Inventaron objetos como el péndulo y propulsaron la construcción de observatorios.
Lenguaje. Aportaron a nuestro vocabulario infinidad de palabras nuevas, como alcohol, alambique, almohada.
4. Conclusión
Como conclusión, es adecuado recalcar el papel que ha jugado la religión en la sociedad de la Edad Media.
Mayoritariamente, a consecuencia de ella han ocurrido guerras, persecuciones y adoctrinamiento. Y el adoctrinamiento ha jugado un papel fundamental en el avance de este tipo de pensamientos por todo el planeta. Figuras de poder han utilizado la religión como arma frente a personas que tenían pensamientos distintos y personas que no eran conscientes de lo que sucedía.
Es comprensible que se quiera practicar la fe de forma libre, pero como bien se ha mostrado en este trabajo, el cristianismo ha invalidado otras perspectivas religiosas y las ha silenciado durante años (por ejemplo, la religión judía y la religión musulmana).
A día de hoy este silenciamiento se sigue palpando en cada rincón de la sociedad, y aún se vive en un mundo donde predomina el cristianismo, la religión que tiene la jerarquía.