El Desempleo En El Cambio Tecnológico E Innovación

El cambio tecnológico e innovación generan un desempleo estructural inicial, es evidente, que la evolución tecnología y la innovación, provoca cambios en las estructuras de gestión y de producción de las empresas que se ha convertido en el motor de desarrollo económico, ya que reduce los costes y aumenta la productividad, aumenta la calidad de los productos y/o servicios que se establecen como un objetivo estratégico y ha modificado la estructura ocupacional de las mismas, ya que una gran parte de los trabajos se desarrolla a través de pequeños equipos multidisciplinarios, y atiende de forma más personalizada a clientes, usuarios, y/o consumidores, y también afecta de forma extraordinaria a los perfiles laborales y profesionales necesarios, lo que a la vez implica la necesidad de reducción o reorganización del capital humano, no solo de los puestos menos cualificados, sino también de los puestos más cualificados, en este sentido podemos hablar de que 1 de cada 2 puestos de trabajo se verá eliminado o reorganizado en el año 2030 y que afectará también a nivel de salarios. Podemos señalar algunos ejemplos en este sentido, que hemos mencionado en clase, es el caso estudiado del servicio de radiología médica, con avances tecnológicos de herramientas de imágenes que trabajan en on-line etc., todo ello tiene importantes consecuencias en el empleo, en la estabilidad de los contratos, en la movilidad profesional y en las exigencias de cualificación, que requiere adaptación.

La formación revierte el desempleo del cambio tecnológico e innovación, es obligación nuestra como formadores, introducir a nuestros alumnos en la nueva revolución industrial (Industria 4.0), para avanzar en modelo de sociedad, aunque en un principio como consecuencia de lo señalado anteriormente, se está produciendo un paro o desempleo estructural que es por lo general un desempleo de larga duración y afecta a un gran número de personas a causa principalmente de una formación insuficiente para adaptarse a la evolución de la economía (cambios tecnológicos, innovación, cambios en la organización de trabajo y cambios en el mercado de trabajo). La capacidad de adaptación basada en una formación flexible, polivalente y abierta se convierten al principal seguro contra el paro para la mayoría de las personas en los próximos años y va a ser necesaria una reducción sumamente importante de los trabajadores no cualificados, y una mano de obra mucho más altamente cualificada, no obstante esta mano de obra más cualificada deberá cumplir una función de adaptación permanente a la evolución de las profesiones y del contenido de los puestos de trabajo y en función de la promoción social que permita a los trabajadores mejorar su situación profesional, social y económica. Considero, por tanto, que la formación se debe planificar de acuerdo a las necesidades del mercado de trabajo, las salidas profesionales existentes en un momento dado y, que permita adaptarse a los cambios ocupacionales.

El cambio tecnológico e innovación van impulsando nuevos tipos de empleo, La aparición de nuevas formas productivas y de consumo generarán a su vez, nuevos empleos como la aparición de verdaderos especialistas centrados en el análisis de datos, en redes de telecomunicaciones, inteligencia artificial, todo lo relacionado con la seguridad cibernética y de protección de datos de la administración públicas y sector público etc., la necesidad de proteger el medio ambiente en peligro obliga a pensar en un “desarrollo económico sostenible”, lo que implica que por una parte se va a perder empleo en las empresas y sectores contaminantes, y por otra parte van a ser necesarios profesionales con una formación multidisciplinar dada la complejidad de los problemas del medio ambiente, por ejemplo, la innovación de maquinaria para la recogida de los plásticos en los océanos. Pero realmente lo que resolverá el problema de desempleo son las pequeñas y medianas empresas, ya que se acrecentará el trabajo independiente (el autoempleo de trabajadores) que pasará a crear su propia empresa. Las pequeñas y medianas empresas asumen así un papel relevante en la transformación de las estructuras económicas, no olvidemos que las grandes empresas tienden a conservar sólo a los profesionales en funciones esenciales de la actividad, deshaciéndose del resto y descentralizando en las medianas y pequeñas empresas para ahorrar costes o al menos prescindir de los servicios internos que se pueden comprar fuera.