El Entrenamiento de la Mente Durante El Deporte
Introducción
Entrenar la mente durante el entrenamiento puede parecer complicado para más de uno. Nada más lejos de la realidad, cuando se coge la costumbre entrenar la mente resulta igual de sencillo que entrenar el cuerpo. Para alcanzar un rendimiento deportivo óptimo es igual de importante trabajar el aspecto físico y el mental. Ambos aspectos no son separables, sino que se complementan y aportan mutuamente. Es decir, en un entrenamiento completo no se entiende un entrenamiento físico sin la parte mental y viceversa.
Desarrollo
El cerebro, como cualquier otro órgano, se adapta y crece en función de las exigencias que se le pongan. Por tanto, cuanto más se trabaje durante los entrenamientos, mayor es el potencial que puede ofrecernos. A continuación te ofrecemos consejos para que puedas entrenar la mente durante el entrenamiento.
- Empieza con un calentamiento adecuado
Es un error creer que el entrenamiento empieza con los ejercicios técnicos o las rutinas. Previamente, tiene que haber un calentamiento para preparar tanto los músculos como la mente. Para hacer un calentamiento adecuado hay que escoger movimientos o tareas que impliquen pensar. Hacer movilización articular está muy bien, pero es necesario complementarla con otros ejercicios que activen los procesos cognitivos como la atención o la memoria. De esta manera, cuando se empiece la parte más técnica del entrenamiento el deportista estará con la mente despierta y aprovechará mucho más la sesión.
- Añade dificultad progresiva a los ejercicios
Al igual que para aumentar la masa muscular hace falta ir incrementando la carga de trabajo, para desafiar a la mente se tiene que ir incrementando la dificultad de los ejercicios. Cuando uno se acostumbra a un determinado ejercicio, la capacidad que tiene para el crecimiento se reduce. Por ello, introducir un punto añadido de dificultad aumentará las posibilidades de progreso que ese mismo ejercicio ofrece. Por ejemplo: probar a hacer ejercicios de piernas añadiendo un componente de inestabilidad realizándolos en un aparato BOSU.
Es importante recalcar que cualquier variación de un ejercicio debe ser supervisada por un profesional de la salud para asegurar que no causa daño a ninguna articulación.
- Pon en práctica la técnica de la visualización
La visualización es una técnica psicológica que puede ayudar a trabajar la mente durante el entrenamiento. De hecho, muchas veces los deportistas la ponen en práctica sin ser conscientes. Visualizar consiste en imaginar con el mayor realismo posible diferentes situaciones o acciones. Por ejemplo: repasar mentalmente una rutina, o imaginarse teniendo éxito en una competición.
Incorporar esta técnica al entrenamiento tiene muchas ventajas: permite un aprendizaje más rápido y duradero; se puede trabajar sobre las emociones que se generan imaginando diversas situaciones; y permite ensayar acciones que es difícil poner en práctica en un contexto real.
- Sé consciente de tus puntos fuertes y débiles
Todos los deportistas tienen fortalezas y debilidades. Conocerlas aportará una información de inmenso valor para planificar los entrenamientos y objetivos. La mejor forma de conocer los puntos débiles y fuertes es hacer un ejercicio de introspección y anotarlos en un papel. Una vez se ha hecho esto, el siguiente paso es elaborar planes de acción específicos destinados a potenciar las carencias y reforzar las fortalezas.
Hay que recalcar que cuando hablamos de fortalezas y debilidades no solo estamos hablando del aspecto físico, sino también del resto de facetas que componen el rendimiento deportivo: psicológico, técnico y táctico.
- Adquiere el hábito de entrenar la mente durante el entrenamiento
Cualquier entrenamiento que no contemple trabajar el aspecto mental es un entrenamiento incompleto. De hecho, muchas veces se trabajan procesos como la atención o la toma de decisiones sin que uno sea consciente de ello. Aun así, incluir la carga mental en los ejercicios de forma consciente añadirá una ventaja que se traducirá en un mayor rendimiento.
Conclusión
Para finalizar, el entrenamiento mental también es eficaz para la prevención de lesiones. Así lo afirma una revisión realizada por la Universidad de Zaragoza. En ella se afirma que existe una relación negativa entre entrenamiento psicológico y las lesiones por sobrecarga. Con todos estos datos, no hay excusas para no trabajar la mente durante el entrenamiento.