El Estigma Alrededor de la Salud Mental en Estudiantes Universitarios
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 450 millones de personas sufren alguna enfermedad mental en todo el planeta. Esto representa una problemática de gran magnitud que se encuentra además ignorada por una sociedad que ha creado un estigma alrededor de los padecimientos empezando por la depresión y ansiedad y el propio encubrimiento de quienes la padecen por ignorancia o temor al qué dirán. La realidad se hace presente sobre todo en estudiantes universitarios, al grado de que 35 por ciento reportan haber sufrido depresión y 58 por ciento ansiedad, entre otros padecimientos, según un estudio realizado en el 2015 por National College Health Assesment (ACHA, 2016). A partir de este problema de salud pública en el presente ensayo se busca evidenciar con estudios científicos y la experiencia personal de qué manera tiene lugar la presencia de enfermedades mentales, especialmente en alumnos universitarios.
Es en una Universidad en el Sur de Estados Unidos, en 2018, donde se llevó a cabo uno de los estudios más recientes sobre enfermedades mentales a través de unas entrevistas a 292 estudiantes de creencias, opiniones y comunicación en salud mental. En tal trabajo, los estudiantes reportaron un mayor estigma por depresión y ansiedad, así como que si un estudiante sufre de dichas enfermedades es improbable que se acerque a pedir consejo o ayuda ya que considera que está mal y que está en un error sentir y experimentar esto (Heather J. Carmack, C. Leigh Nelson, Tatjana M. Hocke-Mirzashvili, & Eric M. Fife. 2018)
Estigma se defina como “La imagen socializada, simplificada y estandarizada de la desgracia de un particular grupo social” (Smith, 2011, p. 455) como un fenómeno comunicativo y se basa principalmente en la diferencia de usar la comunicación para devaluar y segregar a otros, lo que es inaceptable en una sociedad. El estigma que existe entre los estudiantes sobre la salud mental crea barreras que les impide acercarse a pedir ayuda a consejería o a los mismos instructores de la universidad (Smith, 2007).
El estigma que existe acerca de la salud mental afecta nuestra perspectiva de resolver y tratar con dichas problemáticas. En los últimos años se han hecho diversos estudios sobre la salud mental en los estudiantes, los resultados demuestran como los problemas de salud mental van en aumentos, así como la tasa de suicidios. Los alumnos sufren de enfermedades mentales como la depresión, estrés y ansiedad en su día a día, académica, personal y socialmente. El tener un estigma tan marcado en dicho tema les impide a los estudiantes acercase a pedir ayuda, creyendo que se crearan prejuicios en su contra.
Para Rachel A. Smith el estigma se basa principalmente en la diferencia de usar la comunicación para devaluar y segregar a otros, pues resulta inaceptable en una sociedad. El autor señala que el estigma que existe entre los estudiantes sobre la salud mental crea barreras que les impide acercarse a pedir ayuda a consejería o a los mismos instructores de la universidad (Smith, 2007). En mi caso particular, no fue hasta que empecé a conversar con más compañeros y amigos que me di cuenta de la dimensión de la situación y de la estigmatización que se tiene sobre esta misma. Se habla mal sobre los estudiantes que buscan ayuda profesional, pero no se habla de cómo no buscar ayuda hace más daño.
En tal sentido, habría que señalar que los estudiantes que entran a universidad se enfrentan a nuevas experiencias de estrés constantemente. Desde el estrés académico que producen los exámenes, proyectos y escuela hasta el estrés producido por problemas externos a la universidad, tales como sociales, familiares, personales y de identidad. De igual manera, los estudiantes foráneos enfrentan la independencia y responsabilidades de vivir en un nuevo lugar y adaptarse a su nueva ubicación, así como a una nueva rutina. Este tipo de problemas puede truncar e impedir el desarrollo completo de la educación del alumno, al igual que generar expectativas muy altas de cumplir sobre su desempeño escolar y personal.
Muchas veces, los alumnos creen que hablar acerca de sus problemas de salud mental los hará ver débiles o los llevará a crear prejuicios sobre ellos creando una atmósfera de miedo y aprensión sobre este tema lo cual es un gran error ya que muchos alumnos están pasando por lo mismo o han pasado por una situación similar y el hablar de tu vivencia ayuda a crear una cadena y un ciclo de ayuda entre los mismos estudiantes. En mi experiencia, yo no consideré hablar sobre mis problemas de salud mental hasta que una compañera me compartió los suyos. Al dialogar se crean redes de apoyo que pueden brindan acompañamiento, salida a situaciones de crisis pues como persona te das cuenta de que no eres la única pasando por la misma situación. Mientras que a nivel de sociedad es necesario que se rompa con el ciclo de no expresar lo que se siente o vive por temor o frustración hacia las percepciones y tabúes de los demás. Los ciclos negativos solo nos perjudican y dañan nuestro futuro en todos los ámbitos.