El Feminismo A Lo Largo De Los Siglos, Especificamente A Mediados Del Siglo XIX
El feminismo lleva siglos existiendo, no es algo nuevo, ni mucho menos una moda, ha tomado fuerza en diferentes momentos y puntos de la historia; es recién a mediados del siglo XIX cuando comienza una lucha organizada y colectiva. Las mujeres participaron en los grandes acontecimientos históricos de los últimos siglos como el Renacimiento, la Revolución Francesa y las revoluciones socialistas, pero en forma subordinada. Es a partir del sufragismo cuando reivindican su autonomía.
En la revolución francesa, el colectivo ya tenía establecida sus finalidades, las cuales iban ligadas a la ideología igualitaria y racionalista del Iluminismo, y a las nuevas condiciones de trabajo surgidas a partir de la Revolución Industrial.
Olimpia de Gouges, en su “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana” (1791), afirma que los “derechos naturales de la mujer están limitados por la tiranía del hombre, situación que debe ser reformada según las leyes de la naturaleza y la razón”
Olimpia fue guillotinada por el gobierno de Robespierre, desde ahí comenzó una lucha interminable para las mujeres, se podían dar cuenta que no era tan fácil exigir sus derechos y que esto podía causarles la muerte, pero no decidieron quedarse calladas, sabían que su lucha apenas comenzaba.
En 1792 Mary Wollstonecraft escribe la “Vindicación de los derechos de la mujer”, planteando demandas inusitadas para la época: igualdad de derechos civiles, políticos, laborales y educativos, y derecho al divorcio como libre decisión de las partes. En el s. XIX, Flora Tristán vincula las reivindicaciones de la mujer con las luchas obreras. Publica en 1842 La Unión Obrera, donde presenta el primer proyecto de una Internacional de trabajadores, y expresa “la mujer es la proletaria del proletariado, hasta el más oprimido de los hombres quiere oprimir a otro ser: su mujer”
La revolución francesa no había cumplido con sus demandas, y ellas aprendieron que debían comenzar a luchar de forma autónoma para así conquistar sus reivindicaciones; la primera demanda fue el derecho al sufragio, a partir de ahí ellas esperaban lograr sus demás conquistas.
En general quienes lideraron el movimiento en esa época fueron mujeres de la burguesía, también participaron mujeres de la clase obrera; Estados Unidos de América e Inglaterra fueron los países donde este movimiento tuvo mayor fuerza y repercusión. En 1848, convocada por Elizabeth Cady Stanton, se realizó en una iglesia de Séneca Falls el primer congreso para reclamar los derechos civiles de las mujeres. Acabada la guerra civil, se concedió el voto a los negros, pero no a las mujeres, lo que provocó una etapa de duras luchas. En 1920, la enmienda 19 de la Constitución reconoció el derecho al voto sin discriminación de sexo, lo que se volvió un logro para el movimiento.
En esa época, América latina no tuvo gran relevancia, las mujeres no lograron un eco suficientemente fuerte. Al día de hoy, el movimiento ha tomado fuerza en Brasil, México, Perú y Chile, es relevante remarcar que en Latinoamérica la principal tensión reside en cómo mantener la radicalidad del pensamiento y la acción, al mismo tiempo que se incursiona en espacios públicos y políticos más amplios, que permitan negociar y consensuar las propuestas y agendas que la mayoría de las mujeres necesitan.
El feminismo se desglosa en varias ramas, las cuales son:
- Feminismo abolicionista: se posiciona abiertamente abolicionista en cuestiones como la prostitución, la pornografía y la maternidad subrogada.
- Transfeminismo: sostiene que tanto el género como el sexo biológico son construcciones sociales.
- Feminismo de igualdad: los roles de género no existen y que son una consecuencia de la educación y cultura recibidos al nacer, en la línea de lo que sostenía Simone de Beauvoir de que ‘la mujer no nace, se hace’.
- Feminismo de la diferencia: reivindica la naturaleza femenina con sus características propias bajo el lema “ser mujer es hermoso”. El movimiento floreció en Francia y en Estados Unidos en la década de los años 70.
- Feminismo socialista: sostiene que la mujer sufre una opresión, no solo por parte del denominado ‘patriarcado’, sino por parte del capitalismo; y que, además, ambos están íntimamente relacionados.
- Ecofeminismo: mantiene la idea, nacida en los años 60 y 70 con la representación de autoras como Françoise d´Eaubonne, de que la mujer es la impulsora de una revolución ecológica que cree una nueva relación entre el ser humano y el medio ambiente.
- Feminismo separatista: reconoce las diferencias, naturales o adquiridas, entre hombres y mujeres; y sostiene que, dada esa diferencia, la mujer debe mantenerse al margen de toda relación con el varón, como única forma de desarrollarse plenamente. También defiende el sexo lésbico como única vía para el pleno desarrollo de la sexualidad femenina.
- Feminismo liberal: la creencia de que los hombres y las mujeres deben tener derechos y oportunidades iguales. Es la teoría de la igualdad política, económica y social de los sexos.
De ahí tenemos al feminismo radical, este tipo de feminismo no busca la igualdad de género, busca quitar todo de raíz: los constructos sociales que nos oprimen.
El feminismo radical llega a cuestionar todo lo que nos oprime y que se nos ha impuesto tanto que terminamos normalizándolo, un ejemplo de ellos es la depilación, las mujeres se depilan porque creen que es más atractivo para el hombre.
Se busca la liberación total del sistema patriarcal, es importante hacer énfasis en que sólo las mujeres deben darle voz a este movimiento, las mujeres somos la únicas que podemos sentir la opresión que el patriarcado ha puesto sobre nosotras, nos hemos mantenido tantos años calladas, que hoy en día hemos tomado fuerza; la forma de lograr liberarnos es la abolición de género: los roles y estereotipos.
Con base en lo anterior se puede apreciar con claridad la diferencia entre las últimas dos posturas: feminismo liberal y el radical. Por si aún no se tiene claro, el feminismo liberal, como su nombre lo dice, es permisivo, te da la opción de no abandonar tus privilegios o al menos el poder cuestionarlos, un ejemplo muy claro es proclamarse feminista, pero seguir teniendo un círculo social de amigos misóginos, mientras que el radical busca nuestra liberación total, es decir abolir todo desde la raíz.
¿A que nos referimos con liberarnos?
No queremos que la mujer siga un rol, es decir no se le debe imponer nada desde que nace, es ella quien debe decir, al igual que buscamos la eliminación de la cultura machista y misógina que hay: el hombre trabaja y la mujer debe quedarse como ama de casa.
¡Nueve mujeres al día sufren de feminicidio!, queremos salir a la universidad y tener la seguridad de volver a casa, queremos un mejor futuro para todas las niñas que nacen cada día, para las niñas del hoy, para las mujeres del futuro, necesitamos una vida libre del sistema.
El único feminismo que sirve es el radical, muchas mujeres comienzan a integrarse al movimiento formando parte del feminismo liberal, pero con el tiempo se radicalizan, logran ver más allá, se cuestionan día a día lo que todas las mujeres vivimos por el simple hecho de ser mujeres. No hay mujer que no haya sido acosada en algún momento de su vida, sólo por el simple hecho de ser mujer, la raíz de la opresión de la mujer es su sexo o capacidad reproductiva potencial. Esto último nos lleva a decir que las transexuales, no pueden formar parte del movimiento feminista, las mujeres transexuales nunca podrán vivir la violencia que la mujer de nacimiento vive, claro que ellas sufren violencia, así como discriminación, pero no es violencia arraigada por ser mujeres de nacimiento más bien es por si identidad de género.
Otro punto importante es que ningún hombre puede ser un aliado al movimiento, ¿pueden apoyarlo? Sí, pero no los hace participe como tal, aunque los hombres quieran tener empatía por el movimiento, ellos no pueden sentir lo que las mujeres llegamos a vivir diariamente. Los hombres se cual sea, forman parte del sistema patriarcal, y llevan un poco de machismo arraigado en su ser, un claro ejemplo es que tienen normalizado el ver pornografía, la cual es de las industrias más misóginas y machistas que existen, ninguna mujer se vuelve actriz porno por deseo, aunque hay muchas mujeres que expresan que sí es de esa forma, hay algún suceso en su vida emocional que las ha orillado a ello, también es reconocido el que muchas ex actrices porno relevan como se sintieron al trabajar en la industria y que después de ello, siguen siendo sexualizadas por la comunidad, un ejemplo de esto es Mia Khalifa, que pese a ser una mujer fuera de la industria pornográfica, sigue siendo visualizada como un objeto sexoso, ella ha comentado que se siente horriblemente acosada en sus redes sociales, y que jamás en su vida volvería a la industria pornográfica; que la ha marcado de por vida y que se arrepiente de haber pertenecido a ella.
Hay muchas conductas machistas normalizadas en nuestra vida cotidiana, que no todas las mujeres pueden apreciar, puesto que ya esta tan normalizado que no logran ver el trasfondo y lo malo que hay en eso. Un ejemplo es que la mujer decida si ser madre o no: el aborto. Tenemos tan normalizado el hecho de que todas las mujeres nacen para ser madres y que ese es su rol de por vida, que toman al aborto como el pecado más abominable del mundo, cuando realmente la mujer debería decidir si quiere o no ser progenitora y debería tener en claro que no es su obligación tener hijos, que no le debe nada a nadie.
El aborto se adjudica a las feministas, ya que son ellas quienes han luchado por ese derecho mediante marchas, así como también han peleado por la seguridad de cada niña y mujer de nuestro país, pero el feminismo no sólo es de México, en líneas anteriores se mencionó que el movimiento ha tomado fuerza en América latina, en países con graves índices de feminicidios, acoso y violencia a las mujeres. Llevamos mucho sin ser escuchadas y nos hemos cansado, las mujeres se han cansado de ser oprimidas. El vandalismo es un punto importante a destacar, se sabe que un gran porcentaje de la población repudia las marchas feministas con vandalismo, pero es la única forma en que podemos ser escuchadas, en algún momento del siglo XXI se realizaron marchas pacíficas y la gente no lo recuerda porque nunca les importo lo que se pedía no tuvo una vitalización como las marchas de hoy en día tienen.
Las marchas de hoy se hacen virales gracias a la genta y su molestia del porque se dañan monumentos, pero dejan de lado las vidas que se llevan perdidas, sin embargo para el colectivo es una forma de pedir ayuda y justicia, justicia por todas las niñas violadas y asesinadas, por todas las mujeres que no han regresado a casa y meses después se encuentran sin vida, las marchas de hoy en día reflejan nuestro dolor y manifiestan que nunca más nos quedaremos calladas, que estamos juntas en esto y que, si tocan a una, tocan a todas.
El vandalismo es la única forma en que las mujeres hemos sido escuchadas, al día de hoy el presidente de nuestro país a impuesto leyes a favor de las mujeres, un ejemplo de ello es la ley Olimpia, que castiga a quienes difundan fotografías o videos de mujeres desnudas o en actos sexuales sin su consentimiento, pero eso no basta, es por eso que las manifestaciones siguen, porque día a día siguen desapareciendo mujeres, porque niñas son violadas y sus violadores son encubiertos.
Hay miles de casos por feminicidio y solo alrededor de 700 casos son investigados y catalogados como tal.
México, está entre los diez peores países para ser mujer, tomando como posición el lugar 60, después le sigue Pakistán, Sri. Lanka, Colombia que es un país vecino, para después continuar con Irak, Nigeria y Guatemala, entre otros.
Las mujeres preferimos morir antes que perder la vida, desafortunadamente hay más mujeres que pierden la vida que mujeres que mueren por causas naturales.
“No es posible que cuiden más esa pared que a nuestras hijas, les debería de dar vergüenza en esta ciudad asesinan a nuestras hijas, dentro y fuera de las escuelas, ya basta compañeras […] Y si ven que estamos enojadas, cómo chingados no voy a estar enojada, lo quiero quemar todo, me mataron a mi hija, la mató un maestro y lo están protegiendo, derechos humanos dijo que había inconsistencias en el caso, que lo estaban protegiendo, no puedo sola compañeras, las necesito”. Expreso una madre en la marcha feminista del 25 de noviembre en la ciudad de México.
Las mujeres queremos vivir en un país libre de violencia, queremos leyes feministas que nos protejan, tanto como Suecia protege a sus ciudadanas, las mujeres mexicanas deseamos regresar a casa, queremos salir sin pensar en el hecho de que tal vez no regresemos, queremos ser libres, deseamos vivir sin doctrinas machistas.
Y si de algo estoy segura, es que las mujeres hemos tomado fuerza, ahora estamos unidas, y nadie va a pararnos hasta que estemos en un país seguro, libre de acoso, de feminicidios y de violencia, no vamos a dejar de luchar, nunca más volveremos a callarnos, todas somos una.
Bibliografía
- Gamba Susana, marzo del 2008, “Feminismo: historia y corrientes” [Recuperado de: http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1397]
- Salas Sarah, [sin fecha] “El feminismo liberal: muy liberal, muy poco feminista” [Recuperado de: https://www.camaracivica.com/analisis-electoral/referendum-consulta-popular-ecuador-lenin-moreno-rafael-correa/]
- Bojorquez Miriam, 26 de noviembre 2019. “Cómo chingados no voy a estar enojada, lo quiero quemar todo, me mataron a mi hija” [Recuperado de: https://lineadirectaportal.com/mexico/video-como-chingados-no-voy-a-estar-enojada-lo-quiero-quemar-todo-me-mataron-a-mi-hija_20191126-876966/]
- Marcos Laura, [sin fecha] “Tipos de feminismo” [Recuperado de: https://www.muyinteresante.es/cultura/fotos/tipos-de-feminismo/12]