El Góngora De Las Letrillas Y De Los Sonetos
La diferencia más relevante que existe entre la manera de escribir de Góngora entre sus diversos Sonetos y sus Letrillas, es algo inherente al estilo de estos géneros, sus sonetos cubren una variedad extensa de temas como el amor, los sonetos fúnebres y los heroicos, pero la mayoría conserva una solemnidad y un lenguaje que es propio de ellos y del estilo por el que es conocido Góngora; mientras que las letrillas son de carácter satírico y muchas veces jocoso, se puede ver que el autor utiliza otro lenguaje y tiene otro propósito al escribirlas.
Un tema que está presente a lo largo de sus letrillas es el contraste de la vida del campo contra la vida citadina, el mejor ejemplo es el texto Ándeme yo caliente, donde rechaza a las monarquías del mundo por “mantequillas y pan tierno” la voz poética dice que posee dulces castañas y morcilla, regalos que únicamente pertenecen a la humildad del campo y las contrasta con las vidas banales de los príncipes y los reyes que tienen más preocupaciones en la capital. La simpleza sobresale en estos textos desde la manera en que están escritos, a lo largo de las letrillas podemos observar un lenguaje más sencillo, Góngora utiliza expresiones coloquiales y en general palabras como “pelafustán” o “buhonero” que son de uso popular, este tipo de palabras son difíciles de encontrar en su sonetos gracias a que estos están escritos de manera más formal.
Otro indicio de esta temática se puede encontrar en los sujetos de las letrillas, a pesar de que la nobleza está presente en la mayoría, los sujetos en los que se centran una gran cantidad de los textos son de carácter más mundano, se trata de los buhoneros, los cabreros, los pastores y las ovejas, es un retrato de la vida campestre con el tono jocoso que los distingue de los villancicos. Aunque estos textos son diferentes a los villancicos tienen varias similitudes, la estructura es casi idéntica gracias al énfasis en el estribillo en ambas composiciones, además de que la temática religiosa está presente en muchas letrillas como: Oh, qué verás, Carillejo; Caído se le ha un clavel, y temas eclesiásticos como en Los dineros del sacristán y Cura que en la vecindad, al igual que en el resto de las letrillas el tono es satírico e inclinado hacia lo mundano.
A lo largo de las letrillas, Góngora construye una sátira que se burla de los valores fundamentales a los que aspiraba la sociedad española de su siglo y los contrasta con la vida real, en el texto Dineros son calidad, Góngora habla de cómo la corona vende su gala y su valentía, y la universidad vende el conocimiento, la nobleza es uno de los símbolos pilares de la civilización de este siglo, son el modelo de valores al que se debe aspirar porque en teoría se trata de las personas de más alta clase y de mayor valor moral; la sátira de esta composición es dura porque revela las intenciones económicas por las que la nobleza se rige y menciona lo mismo de las universidades, muestra que, no importa de quién se trate el dinero siempre es la prioridad más grande de las personas.
Los sonetos por otra parte tienen temas muy diferentes que hablan desde héroes hasta la brevedad de la vida, sonetos amorosos y sonetos fúnebres, se distinguen de las letrillas por su lenguaje; mientras que aquellas tenían un lenguaje simple y expresiones coloquiales, los sonetos tienen un lenguaje complejo, una sintaxis desordenada que a veces los hace ininteligibles para principiantes de la poesía, su sonetos son intrínsecamente barrocos, hiperbólicos, complejos, con exceso de lenguaje ornamental, son artificiosos pues se alejan completamente del habla natural con el que se expresaría oralmente una persona.
Dentro de los sonetos encontramos más metáforas y en general más figuras de estilo como hipérbaton, hipérboles, aliteraciones y enumeraciones, entre otros que no se encuentran en gran escala dentro de las letrillas. Los ejemplos más comunes de las metáforas existen en los sonetos amorosos como Mientras por competir por tu cabello, aquí encontramos los ejemplos clásicos para exaltar la belleza corporal de una mujer en su siglo, el cabello como el oro, las flores como el lilio y el clavel para expresar la suavidad, y el brillo expresado en el cristal y la plata; pero, Góngora eleva estas imágenes clásicas en un tema de mayor profundidad, porque habla de aprovechar la juventud antes de que llegue la muerte, lo construye a su vez con la elegancia de los sonetos, en lugar de decir directamente muerte, pone en la mente del lector las imágenes de polvo, humo, sombra y nada.
En contraste con el aire campestre de las letrillas, en los sonetos podemos hallar textos como Sin par loor de Córdoba, en donde Góngora exalta la belleza citadina, habla aquí de muros y de torres, el soneto tiene un sentimiento nacionalista porque la voz poética se refiere a Córdoba como su patria, además de que menciona la grandeza de su patria por sus plumas y espadas, con solo un verso muestra que Córdoba ha producido grandes héroes, grandes batallas y grandes escritores, a partir de esto podemos observar la grandeza de sus sonetos y el cuidado que tuvo al seleccionar cada una de las palabras que utilizó.
Al igual que en las letrillas, Góngora hace críticas a la moralidad humana, aunque, estas no son de naturaleza satírica, sino que son más serias, un ejemplo es el soneto Mariposa, no solo no cobarde, en donde hace una crítica de la ambición humana; contrasta a la abeja que tiene el estereotipo de trabajadora contra la mariposa que es vanidosa y ambiciosa. Al final deja al lector la imagen de que la muerte o cenizas es la consecuencia final de vivir una vida llena de ambición.
Podemos percibir dos estilos completamente diferentes en las Letrillas y en los Sonetos, pero, a pesar de las diferencias estilísticas siempre se puede esclarecer que se trata de un texto de Góngora por los juegos de lenguaje, la utilización de temas mitológicos y porque en ambos se puede ver la grandeza del autor.