El Laberinto Del Fauno Y La Cuestión Del Horror Y La Violencia.

El Laberinto del Fauno es una representación del género de fantasía. Ambientada en 1944, en la época posterior a la Guerra Civil de España, se nos presenta la realidad de su resultado a través de los ojos de un niño. Esta película ofrece un escape a Ofelia, la protagonista de la historia, de la brutalidad de las consecuencias de la Guerra Civil en este mundo de fantasía, en el que le permite aumentar la confianza en la lucha por lo que le importa. Queriendo alejarse de este mundo áspero, oscuro y violento, este mundo de fantasía le brinda esperanza mientras sobrevive a sus tareas con la esperanza de volver a ver a su padre. La película demuestra el peligro que está presente en cada mundo y cómo están conectados entre sí. Se nos dice que son las historias aparentemente más simples las que más pueden transformarte, y el Laberinto del Fauno nos permitamos de viajar a este universo mágico en el que dejamos que nuestras desesperaciones y sufrimientos desaparezcan. El genio de la película vive en la elegante construcción de su fábula . Guillermo Del Toro usa dos villanos alegóricos: uno es un Capitán totalitario y el otro un monstruo mítico. Esta alegoría viene a mostrar al público la naturaleza aterradora del fascismo y su disposición a usar la violencia como una herramienta para destruir el libre albedrío, y también a explorar cómo la cuestión del género se convierte en parte de la identidad del sustento de algunos personajes.

Durante el período de 1936 a 1939, España vio la Guerra Civil más brutal de su historia. Siempre ha parecido una lucha entre democracia y fascismo, y los nacionalistas de derecha del general Francisco Franco finalmente triunfaron sobre la democrática Segunda República Española. Durante los próximos 36 años, Franco gobernaría España con la esperanza de convertir al país en un estado totalitario como la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini . La película explora elementos del fascismo a través de su historia y personajes, pero también explora cómo todo este viaje, a través del carácter de Ofelia, profundiza nuestros pensamientos sobre su papel como mujer y cómo sus elecciones a la que la Guerra Civil se abstuvo de dar. Sus elecciones e ideas, al invalidar las reglas por las que también fue sentenciada, llevaron su sentido de escapismo a este mundo de inmortalidad y cambio, y también reflejan lo quebrantada que es su palabra. La película está construida dentro de dos mundos paralelos: realidad y fantasía. Es con las interacciones de estos dos mundos y sus respectivos personajes que Del Toro crea una perspectiva moderna y el régimen fascista de Franco. Capital Vidal, el padrastro de Ofelia, es la representación de la ideología fascista. Siendo un hombre que está obsesionado con las reglas y los regimientos, sirve como una encarnación del propio Franco. Su obsesión alude al propio autoritarismo de Franco y al carácter totalitario de su régimen .

A medida que avanza la narrativa, podemos notar claramente que Vidal se convierte en el villano antagónico de la inocente Ofelia, creando un contraste entre la brutal brutalidad de España y la generación futura que espera un mundo mejor y más puro. En comparación con el régimen de Franco, controla a los que lo rodean a través del miedo y la violencia en lugar de la compasión. Si Vidal es el monstruo del mundo real, entonces podemos hacer la conexión de que el Hombre Pálido en el mundo fantástico de Ofelia es su interior grotesco que cobra vida a través de sus ojos. Nos presentan a Hombre Pálido durante la segunda tarea de Ofelia en El Laberinto del Fauno. Esta escena es una comparación entre el hombre pálido y Vidal. Cuando Ofelia lo encuentra por primera vez, se coloca en la cabecera de la mesa del comedor que está cubierta de comida, imitando la escena anterior en la que Vidal está organizando una cena. Al colocar dos imágenes que se hacen eco visualmente en una sucesión tan rápida, Del Toro enfatiza un vínculo entre los dos monstruos. Además de las señales visuales proporcionadas por el director, la conexión entre los dos villanos se ve reforzada por sus acciones crueles: en la cena del mundo real, Vidal corta implacablemente la charla sin sentido que rodea la mesa de la cena, mientras que en la fantasía En el mundo, la necesidad de orden del Hombre Pálido se manifiesta como violencia real, mostrada cuando Ofelia come dos uvas de la mesa, el Hombre Pálido muerde las cabezas de dos hadas. Al igual que un gobernante totalitario, el Hombre Pálido representa una criatura todopoderosa que gobierna con miedo y violencia, castigando cualquier acto de desafío o libertad. A medida que la película avanza y el personaje de Vidal se desarrolla, se hace evidente que él también es la encarnación de la brutalidad de la época. Es durante la escena de cuando él asesina brutalmente a dos granjeros cazadores de conejos mientras abogan por su misericordia y profesan su inocencia debido a la participación de cualquier tipo de resistencia realista que estamos expuestos al epítome de su naturaleza despiadada.

La violencia está representada de manera gráfica y exagerada que crea reacciones de horror y disgusto. Del Toro provoca una feroz revuelta emocional contra las imágenes en pantalla. Las cualidades de la opresión desenfrenada que encarna Vidal no se limitan al mundo humano, sino que también se extienden al laberinto. El ‘Hombre Pálido’ es un símbolo grotesco del mal de Vidal, ya que ambos representan los males del fascismo y la dominación. El Hombre Pálido no tiene ojos en su cabeza, en comparación con cómo Vidal está cegado por su propia monstruosidad. Ambos ‘monstruos’ son indiferentes a la vida inocente. Como del Toro revela en el comentario de audio, son lo mismo: “a long rectangle with a chimney at the back and the monster at the head of the table”.

La película explora otro tema a través de su narrativa: el auge del género femenino. Del Toro ha mencionado que piensa en El Laberinto del Fauno como un antecesor espiritual de su película anterior, El Espinazo del Diablo. Ambas películas representan aventuras en la edad adulta femenina. El Laberinto del Fauno está lleno de imágenes y simbolismos sexuales femeninos que incluso sugieren que la toma de Ofelia es un viaje a través de, pero incluso desde la pubertad, hasta la menstruación e incluso el parto. También es un relato que hace la comparación directa entre el padrastro patriarcal y el autoritarismo: al desobedecer a Vidal, Ofelia rechaza tanto la presencia masculina dominante como las formas políticas desagradables . La búsqueda de Ofelia en su mundo imaginario se presenta como algo femenino: se enfrenta a un mundo masculino de guerra y tiranía. La película hace una declaración sobre las virtudes relacionadas con el escapismo cinematográfico. Hay un sólido poder de solidaridad entre Ofelia, Carmen (su madre) y Mercedes (la sirvienta de Vidal y una informante de las tropas rebeldes) cuando se enfrentan a la masculinidad tóxica e incluso dominante de Vidal. Esto trae al núcleo emocional de la película y crea un contraste entre los dos géneros. Del Toro retrata a Ofelia y Vidal como opuestos morales, trayendo el resultado previsto en el primer cuadro de la película. Mercedes recibe un tratamiento narrativo similar, pero su capacidad de socavar la autoridad para hacer el bien se yuxtapone con la arrogante seguridad del capitán de que su género la descalifica para burlarse de él, palabras que más tarde le servirán en una bandeja. Los momentos más emotivos de la película provienen de las interacciones entre Mercedes y Ofelia, quienes vieron a la joven desplazada como un pájaro que necesita un ala .

Al explorar la ideología detrás de la cuestión del género, podemos explorar la escena violenta entre Mercedes y Vidal. Dentro de esta escena, Del Toro usa elementos específicos para representar el género. Estos son micro elementos que incluyen sonido, cinematografía, y la mise-en-scène. Todos se utilizan para construir la naturaleza dominante de los hombres y la naturaleza pasiva de las mujeres. En el contexto del sonido, se usa de una manera inteligente pero delicada para yuxtaponer cómo se representan ambos géneros a lo largo de la narrativa de la película. Al principio de la escena, hay una falta de sonido no diegético. Esto se ha hecho para permitir que la audiencia vea las verdaderas emociones de los personajes para comprender la oposición entre ellos dentro de la escena. La idea de que las mujeres son seres de los sexos más débiles está presente en toda la narrativa de la película. También se muestra a través del sonido, ya que la cuerda está atando a Mercedes. . El sonido diegético de la cuerda atada enfatiza lo restringida que está y está limitada en sus movimientos, y esto se relaciona directamente con la forma en que las mujeres están representadas en la película: solo están dentro de los límites de lo que los hombres les permiten ser.

La cinematografía es un elemento que es verdaderamente importante en esta escena, ya que demuestra la transición de poder entre ambos géneros. Los ángulos de la cámara juegan un papel importante y son especialmente notables dentro de esta escena para demostrar el intercambio de poder entre los personajes. Al comienzo de la escena, podemos observar un espectáculo de ángulo bajo en Mercedes y uno de ángulo alto en Vidal. Esto realmente muestra el desequilibrio de poder entre ambos personajes. Los ángulos de la cámara ponen énfasis en el sexo más débil y dominante. Con su posición, la audiencia se siente intimidada por el poder de Vidal, creando una conexión enfática no solo con Mercedes, sino también con las otras mujeres en la película. A medida que la escena avanza y Mercedes gana poder, la cámara se inclina hacia arriba cuando se convierte en la figura dominante. La oposición binaria que tiene lugar yuxtapone la representación general de los géneros en la película: la mujer ahora es vista como la figura dominante, mientras que el hombre es el más débil. Los roles de género han cambiado y el público ahora puede ver a las mujeres representadas como fuertes y valientes, mientras que los hombres no son tan fuertes como parecen representar y creer.

Otro elemento micro explorado en el contexto de género que rodea a la película es su mise-en-scène está muy presente en la definición del poder femenino, especialmente durante la escena en la que Mercedes ataca a Vidal. El hecho de que ella escondiera el cuchillo crea un contraste entre las identidades de género. Como lo tuvo escondido a lo largo de la película, simboliza la idea de que las mujeres tienen que ocultar sus verdaderas identidades, ya que se consideran subordinadas a los hombres. La revelación del cuchillo en esta escena representa el estallido de su verdadero yo, lo que demuestra que ya no oculta su ira hacia Vidal, sino también hacia la sociedad patriarcal que dominó durante la Guerra Civil Española de los 1940s . Representa una explosión de ira que se ha ocultado durante tanto tiempo debido al hecho de que las mujeres son inferiores a los hombres y no tienen los mismos derechos. 

Como se la muestra como sirvienta de Vidal, esta opresión es extremadamente significativa ya que significa la ruptura de la debilidad femenina que se muestra a lo largo de la película. Al analizar la puesta en escena, la paleta de colores se utiliza para crear un sentimiento de inquietud y miedo. Este es un elemento clave para notificar a la audiencia que un evento desagradable está a punto de ocurrir, poniendo más énfasis en la debilidad de ambos personajes en diferentes momentos dentro de la escena.

En palabras finales de análisis de los elementos micro, estos traen a la audiencia una representación de las mujeres como sumisas y más débiles que los hombres. Los hombres fueron representados como dominantes y con autoridad sobre las mujeres. Sin embargo, a medida que la escena parece progresar, los hombres fueron lentamente representados como no tan fuertes como creían y proyectaban. Se demostró lentamente que las mujeres tienen vida y fuerza de voluntad, así como carácter dentro de ellas, lo que les permite actuar por sí mismas y no necesitan que los hombres las mantengan seguras.

Al volver a conectar con el primer punto visitado, la cuestión del fascismo y su conexión con el género, si el Capitán Vidal y el Hombre Pálido vienen a representar el gobierno fascista, Ofelia sirve como sustituto de la nación española y de quienes sufrieron en el país. Las manos del franquismo. Los que sufrieron están representados en El Laberinto del Fauno como los rebeldes, pero en su mayoría son mujeres que luchan para recuperar su libertad y poder. Al igual que los miembros de la resistencia española , Ofelia enfrenta desafíos que son peligrosos, desafiantes y que resaltan su impotencia ante el peligro. Ella se ha convertido en el rostro del feminismo durante la Guerra Civil y cómo ha afectado a la independencia de la mujer. Se demuestra durante sus búsquedas en su mundo de fantasía, ya que poco a poco va recuperando esa independencia. 

Las elecciones y reglas con las que se presenta crean un contraste con el libre albedrío que está tratando de obtener de la guerra. Muy similar a la escena analizada anteriormente entre Mercedes y Vidal, ya que ella está ganando más independencia y confianza para recuperar ese libre albedrío y liberarse del control que Vidal y otros hombres tienen sobre ella. Al final de la película, la posición de Del Toro sobre el liderazgo de Franco se hace evidente: era un régimen que dependía de la violencia innecesaria y el temor de mantener a sus ciudadanos bajo control . Es a través del uso de estos personajes de la vida real y fantásticos que demuestra a la audiencia cómo la España franquista ha aplastado la inocencia y la libertad de la nación española. 

En su mayor parte desde la perspectiva de Ofelia, El Laberinto del Fauno es una película de capas narrativas, que transita hermosamente de las fantásticas aventuras del protagonista a escenas de brutal violencia. Es un gran contraste entre la proyección de la realidad española de las creencias fascistas a través del carácter de Vidal y la conexión que se ha creado con el género femenino y la voluntad de recuperar el poder y la equidad.