El Nacimiento de la Salud Pública en México

Introducción

El siguiente trabajo está basado en un testimonio de un adulto que vivió en la época post-revolucionaria mostraremos los aspectos que llevaron a nuestra nación transformarse dejar de ser un país salubrista que desconocía totalmente el contexto en el que se encontraba su país y con esto las necesidades que este tenía y comenzar a ser un país con salud pública y con ello aparecieran estrategias de salud; se habla un poco acerca de las necesidades que fueron surgiendo como el desabasto en zonas rurales en donde más se vio acentuado la necesidad de un sistema de salud eficaz para nuestra nación después de la carencia que dejo el enfrentamiento revolucionario así como de todas las instituciones que colaboraron para que el país tuviese progreso, se comienza a hablar de progreso cuando se encuentra el en poder Porfirio Díaz, con su régimen comienza la preocupación por generar un sistema de salud pública, teniendo así el inicio de muchos cambios en nuestro país en pro de la salud de grandes masas, la cual tuvo excelentes resultados y crecimiento nacional, a lo largo de ésta producción se van puntuando aspectos claves de salud pública hasta la década de los años 30 se toma de referencia ya que es la década en la que la persona de nuestro testimonio nació y nos describe por su parte esa época en el aspecto de la situación de algunas zonas rurales del país.

Desarrollo

La Salud Pública es la ciencia y el arte de impedir las enfermedades, prolongar la vida, fomentar la salud y la eficiencia física y mental, mediante el esfuerzo organizado de la comunidad Winslow (1920).

Crispina Villa Torres tiene la edad de 83 años, nació el 5 de diciembre de 1935 originaria de María de la Torre, Veracruz y actualmente reside en el municipio de Hueytamalco, Puebla, nos narra un poco acerca de la salud pública a partir de los años treinta hasta los sesenta, nos comparte que en ésta época las mujeres en estado de gestación daban a luz con ayuda de las parteras se incluye, e incluye también el nacimiento de sus 7 hijos, resaltando que ella estuvo viviendo en muchos lugares del estado de Veracruz y Puebla y nos platica que en cada lugar en el que ella y su familia habitó la forma de parir siempre fue la misma, después del parto se daban unos baños con hierbas calientes que las mismas parteras ya conocían con el fundamento de que la matriz de la mujer volviera a su estado normal y asi arrojar exitosamente el desecho puerperal, éstas mujeres tenían un gran peso en sociedad pues en la mayoría de los poblados existían por lo menos una y era la encargada de ayudar a parir a las mujeres ellas incluso más que el propio esposo eran quienes estaban al cuidado de la embarazada en todo su estado gestacional.

En cuanto a las vacunas nos comentó que en la época muy poco sonaba éste tipo de acciones salubristas además de que no fue posible pertenecer a algún tipo de institución pública de salud ya que su esposo se dedicaba al comercio siendo su propio jefe y muy aparte de lo anterior mencionado que ella y su familia fueron poblando diferentes comunidades, en tanto a la atención medica particular cabe mencionar que no existían las condiciones de infraestructura de caminos y carreteras, es por ello que poco acudían a este tipo de servicios ya que se encontraban en zonas lejanas y tardaban bastante tiempo en llegar al consultorio médico por eso es que recurrían primeramente brujos, curanderos o personas que supieran sobre el manejo de plantas medicinales y en un caso un tanto grave y en años más cercanos a la actualidad con una persona de la comunidad que conocía un poco de medicamentos denominados “boticarios”, otro punto importante que se nos brindo es que las parejas contraían matrimonio a edades muy tempranas debido a que la esperanza de vida era muy corta y esto hacia que ciertas etapas estuvieran adelantadas en comparación con la actualidad, para comprender el fenómeno de la salud pública en ésta época es importante puntuar diferentes acontecimientos que fueron los desencadenantes de la situación de aquella época.

Porfiriato y surgimiento del interés de una salud pública nacional

La evolución de la salud pública en nuestro país ha sido un tema de interés desde hace ya un par de décadas, como punto central en el tema fue la evolución de salubridad a salud pública en los años (1876-1910)  durante el gobierno de Porfirio Díaz en donde el interés por un sistema de salud efectivo y nacional (que fuera adaptado a México) fue influenciado en primera parte por la adquisición de conocimientos y descubrimientos de la microbiología que los médicos mexicanos hicieron(identificación del agente etiológico de enfermedades) en inmunología (enfrentar enfermedades con sueros y vacunas) y en epidemiología (la forma en que algunas de ellas se propagaban). (Ana María Carrillo,2002) Se prosigue con el proceso del incremento de poder del Estado en cuestiones sanitarias, el cual fue semejante al incremento de poder político de disciplina, y con esto se favoreció poner a disposición los nuevos conocimientos en pro de la prevención de los problemas colectivos de salud.

La institución encargada de la salubridad hasta el Porfiriato fue el Consejo Superior de Salubridad pero debido a la poca estimación de los problemas de salubridad éste solo estaba conformado por 6 miembros y el presupuesto era insuficiente lo cual dio un giro total cuando fue dirigido de 1885 a 1914 por el considerado mayor higienista de todos los y tiempos en México el Dr. Eduardo Liceaga (Chávez, 1987). En 1882, el Consejo Superior de Salubridad gestó un dictamen sobre la higiene pública en el país. En éste se aseguraba que diferentes estados de la república carecían de juntas de sanidad, y éstas no funcionaban de manera regular, la poca comunicación en ésta materia por parte de las diferentes zonas del país y con ello una poco progreso en salubridad a nivel nacional. Aunque este dictamen no pudo ponerse en práctica de manera inmediata, diseñó la forma en que el Estado porfirista se organizaría más tarde, para resolver los problemas colectivos de salud y por otro lado dio inicio para que la práctica médica pudiese desplazarse del espacio político para unirse a la parte de producción económica: se establecía en él que si existía multiplicación de vías férreas y comunicaciones telegráficas, incremento de la agricultura y el comercio, era imprescindible lograr el mejoramiento de las condiciones sanitarias y la solidaridad de todo el país en temas de higiene pública; con esto se daba realce a que se lograría el aumento de la población y generación de recurso económico a través del trabajo.

Durante el Porfiriato, la población mexicana sufrió epidemias graves de viruela, sarampión, tos ferina, escarlatina, peste, cólera e influenza; y endemias, como el paludismo que ejercía sus estragos en las regiones de clima tropical; la fiebre amarilla presente en las costas, sobre todo en las del golfo, pero en ocasiones también en las del Pacífico, y el tifo exantemático que afectaba al valle de México. También endémicas en todo el país fueron la tuberculosis, la diarrea, la enteritis, la neumonía y la bronquitis. Todos estos males se vieron agravados por el hambre y el alcoholismo, endémicos ellos mismos (Bustamante, 1982). Ante esto se tomaron medidas salubres -Las Vacunas- después de la campaña antiviral, como en el resto de campañas sanitarias, el Estado recurrió al convencimiento: impartió la vacuna gratuitamente, recompensó a las madres de niños, además de que surgió la vacuna ambulante esta aprovechaba los días de mercado y de pago para que el mayor número de personas se vacunara. Otros métodos fueron la propaganda activa en la prensa, así como la utilización de escuelas y parroquias como centros de vacunación para vencer la resistencia de las madres a vacunar a sus hijos en las estaciones de policía. Pero aun tomando éstas medidas la campaña no dio el resultado esperado, por lo que se intentó forzar a los padres a vacunar o revacunar a sus hijos. La vacuna era obligatoria en muchas entidades de la república. Para que la ley se cumpliera, se emplearon: la omisión del deber de vacunar a los hijos o dependientes, o de llevarlos a los ocho días para saber si la vacuna les ‘había prendido'(había hecho efecto), se castigaba con multas y hasta con la prisión. La ley no solo obligaba a los padres y tutores sino también a los directores de los planteles de enseñanza públicos o privados, los maestros de talleres, los dueños de fábricas y casas de comercio, los propietarios de haciendas o rancherías, así como los jefes militares estaban también obligados a cumplir o exigir que se cumplieran las disposiciones relativas a vacunación y revacunación (Consejo Superior de Salubridad, 1910).

Antecedentes para que se realizara la fundación de la escuela de Salubridad

Más tarde surgen secuelas frente al movimiento armado de 1910, para 1915 el país está en un periodo de desabasto de alimentos y epidemias hubo un incremento de enfermedades que afectaron a la población y los problemas de higiene pública se agravaron; sin duda la salud pública estaba amenazada y los problemas que se presentaban en las ciudades se acentuaban en las zonas rurales. Surge un ingeniero J. Pani quien por mandos de Venustiano Carranza realiza un balance sanitario denominado “La higiene en México” en el cual plantea tres recomendaciones: 1. Federalizar el servicio de salud pública con la creación de un Ministerio Especial. 2. Decretar la ‘salubridad obligatoria’, comprometiendo así al gobierno federal a que asumiera la responsabilidad. 3. Elevar el nivel moral, intelectual y económico de las clases populares a través de la educación. (La Higiene en México, 1916) Y con esto destaca la posibilidad de incluir la educación higiénica en los programas de estudio, con esta propuesta, se observa que el intento del Dr. Eduardo Liceaga y colaboradores de transformar al Consejo Superior de Salubridad en la institución central de las políticas de salubridad fue una meta que se cumplió años más tarde por el régimen revolucionario. El nuevo grupo que estaba en el poder buscaba, al igual que sus antecesores porfirianos, convertir a México en una nación ‘civilizada, moderna y progresista’.

Años más tarde emerge un Consejo Constituyente de la Salud este conformado por 16 médicos que lograron participar en asociaciones médicas estadounidenses y asistencia a congresos internacionales. Para que de este modo, las políticas sanitarias de otros países, principalmente Francia y Estados Unidos, fueran un referente para la vida sanitaria del país. Parte importante de la historia de la salud pública fue la influencia de los médicos estadounidenses Abraham Flexner y William Welch quienes propusieron fundar escuelas de salud pública independientes de las de medicina, (María Rosa Gudiño, 2013) punto de partida para fundar la Escuela de Salubridad en marzo de 1922, bajo el “proyecto nacionalista” encabezado por José Vasconcelos” quien era el titular de Educación Pública y se dirigía mediante crear una educación humanista integrando cultura y trabajo práctico, con su fundación se reconoció la necesidad de formar salubristas para la cruzada sanitaria y educativa que impulsaban paralelamente el Departamento de Salubridad Pública y la Secretaría de Educación Pública, así como la el peso que tenía el trabajo colectivo en las comunidades. El contexto social y la política de reconstrucción nacional requerían de la participación de nuevos grupos de profesionistas que se unieran al codicioso proyecto de difusión de una cultura de prevención que garantizara mexicanos sanos para impulsar el desarrollo del país.

Una medicina Social, impulso a una salud pública de éxito

Finalmente podemos puntuar además el surgimiento de una medicina social en 1934, con base en planteamientos de los antropólogos Gonzalo Aguirre Beltrán y José Othón de Mendizábal, y de los médicos Alfonso Pruneda, Jesús Díaz Barriga, Enrique Arreguín Vélez y Miguel Bustamante, se cuestionaba el desconocimiento hacia la realidad socio-cultural de las comunidades rurales del país y se planteaba que la falta de médicos agravaba la situación de su población y dificultaba el tan anhelado desarrollo en aras del progreso nacional. (María Rosa Gudiño, 2013) con este paso se buscaba además de crear un perfil médico “salubrista” una atención de calidad para las zonas rurales y surge así el servicio social en escuelas de medicina las cuales describían a un médico rural quien se encargaría de la educación de salud de las comunidades campesinas, el servicio constaba de dar atención seis meses en zonas rurales del país, con esto se pretendía el crecimiento económico y modernización social a través de proveer de atención médica a la gente campesina.

Conclusión

La salud pública es el paso a ser un país de progreso, basándonos en el contexto histórico salubre de nuestro país tenemos que desde inicios del siglo XX, México ha modificado su perfil epidemiológico, ha pasado de ser una sociedad rural y poco urbanizada, con niveles desprovistas de higiene e insuficiencia en los servicios de salud, por lo cual se presentaran enfermedades como la tos ferina, viruela, paludismo y neumonía, a transformarse en una sociedad moderna, sedentaria, con altos niveles de estrés, de consumo de tabaco y alcohol y estándares alimenticios con altos contenidos energéticos, lo que ha dado paso al incremento de los índices de enfermedades como hipertensión, colesterol, sobrepeso y obesidad (enfermedades crónicas degenerativas propias de las sociedades industrializadas) todo esto es debido a la poca estructuración que se tiene como país en salud pública y la falta de educación de salud, generamos no solo problemas de salud sino también económicos, ya que este tipo de enfermedades se tratan con fármacos de alto costo además de que el paciente necesita estos fármacos de por vida, en la actualidad gran parte del presupuesto nacional es enviado a instituciones donde se brinda atención pública de salud en su mayoría se atienden enfermedades crónico degenerativas.

“Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla” (Napoleón Bonaparte) y totalmente no conocemos la historia porque no estamos llevando a cabo esas estrategias de salud comunitaria a las que nuestros antepasados dieron pie, como se mencionó los problemas actuales son diferentes pero bien ya podríamos estar en marcha de generar nuevas políticas para la mejora de ello, inferimos que no solo depende de una solo individuo o una sola comunidad sino de la unión de comunidades con un símbolo en común “su nación” crear una salud pública activa y gozar de comunidades saludables, las cuales podrán estar encabezadas por médicos preocupados por su sociedad y por el progreso de su país, para que así la promoción y educación de una salud preventiva llegué hasta el último rincón de nuestra querida nación.

Bibliografía

  • Maria Rosa Gudiño Cejudo. ‘La Escuela de Salud Pública de México: su fundación y primera época, 1922-1945.’Salud Pública de México 2013: 81-91.
  • Ana María Carrillo. ‘Economía, política y salud pública en el México porfiriano (1876-1910).’
  • Hist. cienc. saude-Manguinhos 2002: 67-87.
  • Francisco José Zamudio Sánchez, Roxana Ivette Arana Ovalle, Waldenia Cosmes Martínez, Javier Santibáñez Cortés and Margoth Laredo Rojas. ‘Análisis de los microdatos del censo de 1930: a 80 años del México posrevolucionario. ‘Instituto Nacional de Estadística y Geografía . 2015. INEGI. 22 de noviembre de 2019 https://www.inegi.org.mx/rde/2015/09/08/analisis-de-los-microdatos-del-censo-de-1930-a-80-anos-del-mexico-posrevolucionario/.
27 April 2022
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