El Peligroso Negocio Del Agua en la Actualidad
El agua: es un elemento líquido que existe en su estado más o menos pura en la naturaleza. Esta es fundamental para la vida porque sin ella sería muy poco probable la permanecer de algún ser vivo en cierto lugar. El planeta en el que vivimos necesito inicialmente del agua para la formación o creación de vida; la tierra está rodeada por mares y ríos viajando a través de todas las regiones y países, los cuales hacen parte de la restauración y ofrecimiento de vida por los lugares que recorre, también brinda a todos los seres vivientes los sustentos necesarios para prolongar su existencia, también actúa como un agente purificador y estabilizar para el planeta a través de los ciclos hídricos que realiza.
Derechos: Son normas que aceptan y cuidan la dignidad de todos los seres, estos son generales e innatos para todas las personas de manera equivalente sin aislar por razones de color, raza, genero, edad, idioma, religión, discapacidad, posición económica, etc. sin una formación jerárquica. Ningún régimen, grupo o persona tiene la potestad para realizar actos que transgredan o de despojar a las personas de sus derechos.
Al razonar profundamente estos dos conceptos, su relación e importancia que estos poseen se podría inducir que la recolección, obtención, adquisición del agua es un derecho básico, ya que esta es de carácter inherente para la vida. Es claro que es un recurso finito, generado naturalmente para el ambiente, pero gracias a el ciclo que realiza es renovable si se ejecuta de la manera adecuada; no sobra decir que es de manera ineludible, obligatoria, necesaria y prioritaria mantener su preservación para la supervivencia de los ecosistemas y seres vivos. Entonces podríamos decir que se debería idear una estrategia para suministrar el agua a todos en el mundo de manera igualitaria y equitativa para su disfrute, y permitiendo que esta recorra de manera natural conservando sus condiciones iniciales para que se genere un equilibrio en la naturaleza para su sostenibilidad.
Pero la avaricia del hombre no tiene límites morales ni de consideración social y ambiental. Desde el último siglo las personas han tomado este beneficio y lo han convertido en un negocio millonario a nivel mundial, y no cualquiera lo hizo, son las empresas que están financiadas por nada más ni nada menos que el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el Banco Mundial, estas entidades prestamistas son las causantes de este desequilibrio, porque son las que han obligado de cierta manera a los países a la privatización y estructuración de acueductos del agua con el supuesto objetivo de repartirla eficazmente a toda la población, sin embargo, si por alguna razón no lo hacen los países estarán afuera de los convenios y beneficios del Banco Mundial, es decir están amenazados de dejarlos sin los fondos por lo cual quedarán con deudas más altas y esto no es un opción para el gobierno de cada país.
Si es así en un país medianamente desarrollado como será en uno que no lo está, como fue el caso de la India o África que no poseen los suficientes ingresos para satisfacer sus necesidades y creen que si van a tener para pagar el agua. Al no tener como pagar el agua prefieren ir a los ríos que es gratis, pero estos corren el riesgo porque están contaminados por las empresas que depositan sus deshechos allí por lo cual genera una gran tasa de muertes por tomar de esas aguas contaminadas y envenados.
De lo que provee la naturaleza se han adueñado y lo han comercializado de manera exagerada provocando con la extracción desastres ambientales, sequias, perdidas de ecosistemas, enfermedades (diarrea, cáncer de mama, cáncer de próstata, etc…), muertes (de personas y animales). Y como si fuera poco, el agua que sale del grifo, de la ducha y la misma que esta embotellada están llenas de químicos, bacterias, toxinas y muchas otras sustancias que nos provocan daños que no son tan susceptibles.
Las empresas distribuidoras de agua embotellada la venden diciendo que es agua pura sacada de las montañas, pero no es así, vende la imagen y lo que realmente contiene son infinidades de químicos. Y son tan atrevidas estas empresas que son capaces de decir “que todo lo que uno tenía que hacer era recoger agua del suelo y después venderla a un precio superior al del vino, la leche, o incluso el petróleo” dijo un antiguo presidente de Perrier de las marcas de Nestlé en EEUU.