El Origen De La Construcción Del Gran Canal
La construcción del Gran Canal, una de las obras arquitectónicas más grandes y espectaculares del mundo, tenía como objetivo conectar el norte con el sur de China. Con el paso del tiempo, el gran canal no sólo consiguió unir poblaciones sino que, además, homogeneizó gran parte de la cultura china. La unión de los diferentes cauces de los ríos también ha traído, sin embargo, algunas consecuencias a la población y al medio ambiente.
El origen del Gran Canal de China
La construcción de El Gran Canal, cuyo nombre original era Da Yunhe, comenzó durante la dinastía Sui, entre los años 581 y 618. En su creación se utilizarían los cinco ríos más importantes de China, desde el sur al norte. Estos ríos son el Qiantang, Yangtzé, Huai, Amarillo y Hai. El emperador Yang Guang sería quien ordenara su construcción para unir finalmente las ciudades de Beijing y Hangzhou, para así cubrir las necesidades de riego de los campos de arroz y de agua potable del pueblo.
Su recorrido de 1.700 kilómetros lo convirtió en el canal más largo del mundo construido por el hombre. Además, con el paso de los siglos y las nuevas necesidades de transporte se crea un sistema de compuertas, mediante el cual las embarcaciones podrían subir y bajar pequeños montes. El ingeniero Qiao Weiyo fue quien lo hizo posible, consiguiendo incluso ser quien cimentara las bases de este sistema en Europa.
Su funcionamiento continuó siendo clave hasta el el siglo XIX. Debido a la introducción del ferrocarril sufrió una serie de modificaciones, que en muchos casos, culminaron en desastrosas inundaciones. Algunas de ellas provocaron la separación de varias secciones del cuerpo principal del canal.
Actualmente el Gran Canal está dividido en siete subcanales. Los principales son los que se encargan del transporte de carbón y otros materiales. Tanto el canal Li como el Jiangnan, sufren de una alta contaminación por culpa del vertido de residuos.
Ventajas y desventajas del Gran Canal de China
La construcción del Gran Canal surge de la necesidad de unir el norte y el sur de China. Además, este facilitó el transporte de mercancías y abarató los costes producidos durante el traslado. Incluso superó a las conexiones marítimas al ser una vía mucho más directa entre las diferentes capitales del país. Conseguir que toneladas de arroz llegaran de norte a sur solo fue viable gracias a la creación del Gran Canal. Por lo que su construcción benefició y mejoró las condiciones comerciales.
Pero los comerciantes no fueron los únicos en beneficiarse de su construcción, altos mandatarios y figuras importantes del estado lo utilizaron para viajar de forma segura y cómoda. Este último hecho logró que las ciudades y pueblos situados en su recorrido comenzaran a compartir su cultura. La unificación de la nación china dio un gran salto evolutivo que finalizaría con la constitución de un país mucho más cohesionado.
Sin embargo, acarreó múltiples problemas durante su construcción y mantenimiento. Controlar los niveles de agua vertidos, debido a la cantidad de ríos que desembocan en el canal, fue uno de los retos a los que se enfrentaron arquitectos y trabajadores. Del mismo modo, la gran acumulación de sedimentos en el fondo acabaría por ser otro de los obstáculos para su conservación y buen funcionamiento. Por ello, en ocasiones, el canal fue inviable para el transporte de agua e incluso dejó de ser utilizado como medio de transporte. Durante estos espacios de tiempo se utilizaba como acequia o simplemente como desagüe.
Actualmente ha sido reformado en varias ocasiones y su conservación ha tenido un fuerte impacto medioambiental. Varias especies tanto de animales como de plantas se encuentran en peligro de extinción, a causa de esto.
Otros datos interesantes
El Gran Canal es un punto importante para la historia del arte chino a partir de siglo XIII. Existen muchas representaciones de esta gran construcción, tantas como se han realizado en Japón para el Monte Fuji. Su importancia como la columna vertebral del país, lo convirtió en objeto de culto y admiración para los artistas. Además, la fórmula del rollo donde se plasman las obras chinas es perfecta para representarlo.
Aunque en la actualidad ha perdido en gran parte su importancia en la economía del país, sí ha adquirido popularidad dentro del turismo internacional. Durante su recorrido central cruza por grandes ciudades y pueblos que conservan su cultura tradicional.
La Unesco otorgó a el Gran Canal de China el reconocimiento merecido por ser una de las grandes obras de la humanidad. Desde el año 2014 forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
