El Origen De La Violencia De Género: Violencia Contra la Mujer
Introducción
Cuando escuchamos el término violencia de género, la mayoría de nosotros pensamos únicamente en agresiones del hombre hacia la mujer. Sin embargo, la violencia de género se define como forma de violencia específica y particular contra la mujer, por su propia condición de ser mujer. La violencia de género se puede dar de muchas formas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física o psicológica y el asesinato.
Desarrollo
El origen de la violencia de género surge debido a la subordinación que ha sufrido la mujer a lo largo de la Historia, ya que desde los primeros siglos la mujer ha tenido roles relacionados con el ámbito del hogar y dependientes del hombre. Al principio de la Historia, en lugares como Roma, Grecia o Esparta las mujeres eran consideradas como una mera cosa. Más adelante, a partir del siglo IV dC se expresa en el Corán cómo los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos ya otros de los bienes que gastan. Será ya en la Edad Media cuando se afianzan las ideas de desigualdad de las mujeres: se acepta socialmente la idea de que el hombre tiene un valor mayor que la mujer y se fomenta el empoderamiento del hombre sobre la mujer, ya que esta apenas tenía derechos.
Desafortunadamente, tendrán que pasar muchos siglos hasta que sea a mediados del XIX cuando las mujeres empiezan ser conscientes de cómo son discriminadas en la sociedad e inician el movimiento feminista, teniendo como principal objetivo conseguir la posibilidad de votar. Durante el siglo XIX destacaron hitos históricos como la convocación de la Asamblea de Sheffield en Inglaterra en el año 1851 o la celebración en el año 1848 de la Convención de los Derechos de la Mujer en la ciudad de Nueva York, donde se publica la Declaración de Séneca Falls, uno de los textos más importantes que trata el tema del sufragismo y la ideología feminista en Norteamérica.
Es en el siglo XX, sobre todo durante los últimos años, cuando se obtuvo decisivas contra los hombres que deciden atentar contra las mujeres. El día 8 de marzo de 1908 se establece el Día Internacional de la Mujer Trabajadora para conmemorar la muerte de más de cien mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York que fueron calcinadas mientras estaban en huelga. Nueve años más tarde, en la Revolución Rusa de 1917 se reconoce la igualdad entre hombres y mujeres en el plano teórico institucionalizado. Además, muchos países occidentales comienzan a reconocer el sufragio femenino como Nueva Zelanda en 1893, Inglaterra en 1918 o Estados Unidos en 1920. Finalmente, en el año 1954 la Resolución 843 de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre Condición de la mujer en derecho privado: costumbres.
Lamentablemente, en España, la tradición y la gran influencia de la religión católica en la sociedad dificultó la aparición de un movimiento feminista o sufragista tan fuerte como los que surgen en otros países de Europa. Aun así, deben recordarse figuras como Mariana Pineda, quien murió a causa de sus ideales liberales, Concepción Arenal, la cual en 1841 se hizo pasar por un hombre para ir a la universidad, Teresa Claramunt, promovedora de la Asociación de Mujeres Trabajadoras en el año 1891, o Emilia Pardo Bazán, primera mujer catedrática universitaria que destacó por su inteligencia y por su gran contribución a la lucha por la defensa de los derechos de la mujer. Y, sobre todo, debe recordarse la figura de Clara Campoamor. Clara Campoamor fue una escritora, política y defensora de los derechos de la mujer española. Fundó la Unión Republicana Femenina y gracias a su lucha por los derechos de la mujer se acabó logrando el sufragio femenino en España en el año 1931, el cual ejercieron las mujeres por primera vez en las elecciones de 1933.
Conclusión
Sin embargo, a pesar de este atraso en la aparición del movimiento feminista, durante los siglos XX y XXI ha habido muchas medidas que han contribuido a una mayor igualdad entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en el año 1910 la mujer comienza a poder acceder a la universidad. Tres años más tarde, Virginia González será la primera mujer en formar parte de un partido político, concretamente del PSOE. En el año 1918, la mujer puede trabajar por primera vez como funcionaria y en 1923 ocupa por primera vez escaños parlamentarios.
Más adelante, en 1931 con la II República por fin se reconoce a la mujer el derecho a voto, dando lugar a una igualdad jurídica entre el hombre y la mujer. Durante los últimos años del franquismo, en 1966, las mujeres obtienen acceso a la judicatura y en 1971 se nombra a la primera jueza en España. Finalmente, con las reformas en el Código Civil en los años 1975 y 1981 se consigue la despenalización en el Código Penal del adulterio y amancebamiento.
