El Origen Del Hombre Y Sus Raíces
Introducción
El hombre desde el inicio de su existencia, siempre se ha planteado la pregunta de cómo llego a este mundo. Tema que pronto fue asociado a la religión. Con el nacimiento de las culturas primitivas llegan las religiones empíricas cuyo objetivo era darnos una explicación (mitos) a todo y calmaba nuestros terrores y confusiones alimentados por la ignorancia de aquel hombre. En ese entonces no todos los misticismos religiosos que hablan sobre el origen del hombre son claros, incluso algunos hacen del hombre familiar del dios.
Desarrollo
Es con el paso del tiempo, que el hombre y la religión cambian y empiezan a tener ideas más complejas sobre el origen del hombre, sin embargo, esa idea de parentesco con el dios se mantiene, de la persuasión filosófica se deriva la afinidad del alma humana con la divinidad. En este periodo podemos destacar mitos como el sumerio que expresa la idea de que el hombre ha sido creado para sustituir a los dioses en el trabajo; así mismo encontramos otros mitos similares en esa época.
En la época de la cultura griega nace la filosofía y con ella grandes pensadores como: Platón (quien creía que el alma estaba encerrada en el cuerpo) Sócrates y Aristóteles (creía que el cuerpo era la sede natural del alma). En resumen, podemos decir que la concepción antropológica común entre los filósofos griegos es la que ve al hombre como un ser compuesto de un cuerpo material, pesado e inclinado a las pasiones, y de un alma, inmaterial o hecha de una materia más sutil, que es la sede de sus actividades superiores, la inteligencia y la contemplación.
La concepción bíblica del origen del hombre es otra de las formas de ver nuestro origen: en el libro del Génesis: Dios crea al hombre modelándolo con la tierra e infundiéndole un aliento de vida, propia del ser humano es también la distinción de los sexos y el hecho de ser puesto al frente de toda la creación. Pero su característica principal, por la que se distingue sustancialmente de todas las criaturas, es la de ser creado a imagen y semejanza de Dios. Además, el hombre es libre, pudiendo obedecer o transgredir el mandamiento de Dios.
Notamos sobre todo que el hombre, a diferencia de lo que sucede en la filosofía griega, viene siempre considerado en su unidad; pero quizás lo más destacable es el hecho de que el concepto de espíritu permita expresar la idea de la apertura del hombre a Dios. La relación con Dios se refiere a la totalidad del hombre y es constitutiva del ser. El centro de la concepción antropológica del Antiguo Testamento es la idea de la trascendencia del hombre.
Conclusión
En general al hablar de la concepción bíblica sobre el origen del hombre, podemos decir que en la actualidad la ciencia (tan perseguida por la religión en el pasado) ha descartado de manera radical este pensamiento, incluyendo en muchos aspectos hasta la religión misma. Sin embargo y desde otra perspectiva la religión siempre será necesaria para el ser humano, porque nos da confort, esperanza y fe, y nos ayuda a atravesar de mejor manera el camino de la vida.