El Proceso De Migración En Mujeres Marroquíes
En el presente subepígrafe se procura mostrar la situación de muchas mujeres marroquíes, que han realizado el proceso migratorio, tanto mujeres que han llegado solas como mujeres que lo han realizado acompañadas. Como podremos ver, diferentes autores, a lo largo de los años, han estudiado la presencia de las mujeres marroquíes en el territorio, y se encuentran diferencias en su forma de vida en el país receptor, según si estas mujeres vienen solas o acompañadas de sus parejas.
A principios de siglo la inmigración procedente de Marruecos hacia España era cada vez más femenina. Samper explica que este hecho no es debido al aumento de reagrupaciones familiares sino a un creciente número de mujeres solteras y divorciadas que emigran por cuenta propia y con un proyecto laboral. Este nuevo tipo de inmigración, es protagonizado por mujeres urbanas, con estudios y que tienen un rol económico importante en sus familias. Lo cual, vulnera las tradicionales restricciones musulmanas a la movilidad femenina y a su participación en el espacio público.
Según el estudio de Alcalde et al., el estado civil de las mujeres marroquíes se traduce en distintas trayectorias migratorias, con distintas causas de emigración, y distintas formas de emigrar. Las mujeres casadas suelen utilizar las estrategias migratorias de tipo familiar. La mayoría siguen al marido en su proyecto migratorio, pero también nos podemos encontrar proyectos migratorios conjuntos o que primero es la mujer la que emigra. Para las mujeres que llegan aquí con la reagrupación familiar, suele darse una organización familiar similar al de origen. La mujer se queda en el ámbito doméstico, de esta forma se produce el aislamiento respecto la sociedad receptora, y por consiguiente, dificultad de aprendizaje del idioma y en relaciones familiares. Las mujeres que emigran con su pareja, no tienen como objetivo el trabajo remunerado, aunque en muchas ocasiones pueden realizar algún tipo de ocupación. En muchas ocasiones, no solicita el permiso de trabajo, lo que crea una dependencia al esposo en cuanto a situación legal administrativa.
Por otro lado, se explica el proyecto migratorio de las mujeres solteras o divorciadas, el cual es muy similar entre ellos. Las mujeres divorciadas, se encuentran en el “mercado matrimonial” devaluadas, tienen dificultades para volver a casarse. Estas no encuentran impedimentos para emigrar, y les produce menos angustia, ya que en la sociedad receptora no tendrán la necesidad de volver a casarse. En el caso de tener hijos, la presencia de estos o no en el país receptor, determinará su trayectoria migratoria, debido a que si no está con ellos, y no puede traerlos, el retorno al país de origen se volverá una obsesión.
En los proyectos de mujeres solas, el trabajo exterior es el objetivo de la emigración. El trabajo de las mujeres que emigran, suele estar relacionado con servicio doméstico y hostelería. Son trabajos que no son muy controlados por inspecciones de trabajo y que dificultan la regularización de estas mujeres, lo que dificulta la inserción social en la sociedad receptora.
