El Retrato De La Poesía de Sor Juana
Introducción
En el texto El Pintar de Lizarda la belleza Sor Juana describe la dificultad que implica elaborar un retrato, porque para ella en su siglo ya se había escrito todo y no quedaba ninguna idea original, todas las metáforas habían sido escritas y la belleza de su siglo solo era una copia de las creaciones de otros autores, mientras que en el texto Lámina sirva el cielo al retrato ella misma elabora un retrato de una dama con las características que ella acusa de estar demasiado utilizadas. Desde el último verso de la primera estrofa de su retrato habla de las estrellas, y en su otro escrito dice que ya no se pueden utilizar más las estrellas
Desarrollo
“Garcilaso está muy maltratado” explica que, las estrellas son un comparativo que ha sido utilizado ya muchas veces y aun, si menciona a Garcilaso es porque afirma que ya hubo un gran poeta que utilizó a las estrellas como metáfora y por lo tanto que no tiene sentido volver a hacerlo si alguien tan grande ya lo hizo, este es el tema central del poema y lo menciona explícitamente en varios versos, remarca constantemente la dificultad de crear algo nuevo y la dicha que debió ser vivir en tiempos antiguos donde tenía más valor utilizar las metáforas y las figuras de estilo que para su tiempo ya están gastadas, durante el poema dará varios ejemplos de metáforas ya utilizadas.
En su retrato de la Condesa de Paredes, solo busca ensalzarla y ganar su paga, no hay ningún comentario acerca de las dificultades de hacer retratos como en EL Pintar de Lizarda la belleza, este texto es en realidad un poema clásico para describir a una mujer, en este, incluso, podemos encontrar numerosas comparaciones, porque es una de las maneras más utilizadas para resaltar la belleza, mientras que en el verso 254 de su poema dice que “no todo ha de ser comparaciones” ella misma explica que las comparaciones no son todo lo que debe haber en un retrato y que hay otras maneras de mostrar belleza.
En su retrato, Sor Juana utiliza los cálamos, las rosas, los jazmines y hasta menciona los jardines de Venus para exaltar la belleza de la Condesa de Paredes; pero, en su otro poema muestra que ella no es la primera en utilizar las flores con este propósito y que por lo tanto ya no lo quiere hacer, no tiene deseos de “hacer su hermosura ramillete”, ocurre lo mismo con el sol y el brillo, que ella utiliza a lo largo de su retrato, puesto que habla del esplendor de su frente, de los resplandores que lanzan sus ojos y hacia el principio del poema menciona el sol; por otro lado, en su poema de Lizarda comienza a decir que eran dichosos sus antepasados.
Porque entonces comparar a una dama con el sol y admirar su brillo era aún algo nuevo: “andaba tan válido lo brillante / que el decir que el cabello era un tesoro / valía otro tanto oro.” En su poema sobre Lizarda, cuenta cómo “se gasta” la nieve en su cuello y después ya no le queda nada; esto es un recurso para demostrar que el uso de la nieve para describir la piel blanca de las mujeres bellas está ya gastado; en su retrato de la Condesa de Paredes, utiliza el cristal y la nieve para hablar de ella. En su poema para Lizarda, hace un comentario jocoso de que su cintura es tan esbelta que con una línea queda pintada.
Esto funciona para demostrar el canon de belleza que se tenía en esa época, en general las figuras y comparaciones que ella menciona en este poema y que utiliza en su retrato sirven para mostrar lo que debía ser una mujer ideal en esa época, debía tener la piel blanca, ser delgada, tener la sonrisa perfectamente blanca, y es a través de este comentario de que una “línea” sirve para dibujarla que nos comunica que es exagerada la delgadez que se espera de las damas. En ambos poemas menciona las manos de las damas que describe, en el retrato de la Condesa de Paredes compara sus manos con el alabastro por su blancura.
En el otro poema menciona que las manos de Lizarda son de carne y hueso, remarcando que el marfil y las demás piedras son para las estatuas y no para las damas. Habla de la gracia con la que se desplaza la Condesa y de la beatitud de sus pies, de Lizarda dice que verdaderamente no los ha visto y sería una mentira hablar de ellos, con esto último demuestra que los pies no son realmente la cualidad más importante que le da gracia a una mujer. En ambos textos la autora está presente, hacia el final del poema Lámina sirva el cielo al retrato, hay una muestra de la falsa modestia que hemos observado en otros textos de Sor Juana.
En este caso dice que sus líneas son “rústicas” con el fin de demostrar que la belleza de la dama que describe es mayor de lo que ella puede ilustrar en sus versos. En El Pintar de Lizarda la belleza, Sor Juana comenta constantemente sobre la situación en que se encuentra de hacer el retrato de Lizarda, dice que es difícil, pero que como lo prometió se obliga, dice también que a pesar de sus críticas ella no es censora y que los demás poetas pueden hacer lo que les plazca, después de comparar la boca de Lizarda con un trozo de cecina dice cómicamente que ella bien sabe hacer comparaciones muy propias.
Conclusión
Hay versos en los que expresa cansancio y pide un descanso para aliviarse del trabajo de pintar a Lizarda, además de que al contrario del otro poema menciona que ese no se lo van a pagar. En general el tono de los dos poemas es diferente, el retrato de la Condesa es serio y solo se concentra en describir y exaltar su belleza, mientras que el retrato de Lizarda es cómico, puesto que la autora nos muestra como sé contraria al escribir el poema, muestra deseos de cambiarle el nombre a Lizarda por Menga, y hace comentarios y comparaciones cómicas a lo largo del texto con el fin de resaltar el tema central de la dificultad de crear una producción única y original en su siglo.