Relación del Ser Humano Con La Ciencia
Introducción
Está claro que, desde hace mucho tiempo, se ha creído que la ciencia no tiene límites, que el ser humano si se lo plantea, puede llegar a resolver cualquier misterio o incertidumbre. En este trabajo pretendo demostrar que la ciencia sí tiene límites, ya que, aunque utilice métodos muy fiables, hay ciertas preguntas que no se pueden formular.
Los seres humanos por naturaleza, somos los únicos capaces de modificar el medio en donde nos encontramos, con la finalidad de adaptarlo a nuestras necesidades. Por otro lado, el resto de seres vivos, se ven en la necesidad de ser ellos los que se adapten al medio, y quizá por eso, somos la especie dominante.
Desarrollo
La ciencia reflexiona sobre la naturaleza, no sobre sí misma, y los problemas que se le plantean son los estímulos que la hacen evolucionar. De las primeras preguntas surgieron las primeras respuestas, y aunque estas fueran en forma de cuentos mitológicos o teorías, pronto surgió quien hizo uso de la razón y formuló una contrapartida a dichas teorías, aplicándoles algo de ciencia y experimentalismo.
Al principio no había tantas ciencias, por ejemplo, la medicina antes era llamada física, y no se distinguía mucho de lo que hoy en día es la química. Así poco a poco, las ciencias empezaron a distinguirse, unas por el método y otras por la forma, y de esa manera empezaron a formarse las distintas ramas de la ciencia.
Hasta el día de hoy han evolucionado enormemente, y el mundo actual no podría sostenerse sin ellas. Sin embargo, cabe mencionar que la ciencia tampoco se puede sostener por sí misma, necesita de unos elementos que lo hagan, y estos son: la economía, la política, la ética y la cultura. Incluso podemos hablar de un quinto elemento, esto se debe a que hoy en día sabemos que no se puede hacer ciencia sin tecnología, por eso se la denomina tecno-ciencia.
En la ciencia, podemos hablar de un método globalmente utilizado con el fin de llegar a una conclusión y acabar resolviendo un problema.
A este método se le llama método científico, el cual, puede dividirse en tres diferentes procesos: el método deductivo, el inductivo y el hipotético deductivo. Es por esto que es el método más fiable actualmente, ya que consta de tres diferentes procesos a los que optar a la hora de intentar resolver un problema.
El primer método, el deductivo, parte de fundamentos generales para llegar a lo particular, el caso en el que te encuentras. Este llega a unas conclusiones lógicas partiendo de un conjunto de teorías, indicando que las conclusiones vienen expresadas con anterioridad por las propias proposiciones. Es por esto que solo bastaría con efectuar un análisis de las mismas para conocer un resultado. Sin embargo, es muy importante que dichas proposiciones sean verdaderas, porque de ellas dependen la veracidad de la conclusión extraída.
El segundo método, el inductivo, tiene sentido contrario, parte de inspecciones y estudios de sucesos particulares para alcanzar una condición general. De lo que trata este procedimiento es de acumular factores, tantos como sea posible, de manera que verifiquen nuestra teoría. Un ejemplo sería sostener que como las águilas vuelan y son pájaros, los gorriones vuelan y son pájaros, las golondrinas vuelan y son pájaros, todo lo que vuela es pájaro (conclusión). Esto puede significar un problema, puesto que esta conclusión solo sería válida hasta que llegue otro con una premisa que la contradiga.
El tercer y último método es el hipotético deductivo. Este es el más utilizado científicamente, ya que se parte de la observación de un fenómeno con la finalidad de realizar una hipótesis que se verificará mediante procedimientos de carácter deductivo.
Un problema que hemos tenido desde hace mucho tiempo es saber si nuestro pensamiento tiene límites o podemos llegar a conocer cualquier cosa. Según Descartes era solo cuestión de tiempo el llegar a saberlo todo. Pero la verdad es que no estamos configurados biológicamente para ello, por ejemplo, una rata por muy lista que se haga no puede llegar a tocar el piano, un hombre al igual, no puede llegar a ser inmortal o descubrir los últimos misterios del universo. Lo que nos lleva a pensar, ¿podemos saber los límites de nuestro pensamiento?
Uno de los límites está relacionado con los conceptos de continuidad y de discreción. La continuidad es relativa a aquellas materias con mayor abanico de posibilidades, como el análisis matemático, mientras que la discreción es relativa a aquellas materias de mayor precisión y, por lo tanto, con mayores limitaciones, por ejemplo, la física. Es decir, mientras que las matemáticas pueden ser usadas en cualquier circunstancia casi sin limitaciones, otras materias como la física, al estar subyugadas a la naturaleza y sus caprichos, es comprensible que tengan más limitaciones.
Otro de los límites sería el desconocimiento, si no podemos imaginar algo, está claro que ese algo es imposible de resolver, ya que, para empezar, ni siquiera tenemos consciencia de su existencia. Por ejemplo, el calentamiento global fue algo que en tiempo pasado no era un problema, ya que no éramos conscientes de él, sin embargo, a día de hoy, supone unos de los mayores problemas que deben ser resueltos con mayor antelación.
Por otro lado, tenemos los límites éticos, ya que, aunque la ciencia sea capaz de resolver algún misterio, si ese misterio no es considerado ético por la comunidad, este nunca llegará a resolverse. Un ejemplo para ello sería todo lo relacionado con la alteración del ADN humano.
Conclusión
Tenemos el límite económico, el cual es uno de los más limitantes, ya que, por ejemplo, tenemos los conocimientos suficientes para crear un tren de levitación mediante el efecto de los superconductores a muy bajas temperaturas, pero no somos capaces de hacerlo realidad, ya que el coste en nitrógeno líquido y en tierras raras sería demasiado elevado de mantener.