El Sonido Como Factor Que Altera La Frecuencia Cardiaca

Introducción

Tanto para los deportistas, como para una persona que no realiza ninguna actividad física, la frecuencia cardiaca o latidos por minuto (lpm), juegan un papel crucial dentro de su salud, dado que, la frecuencia cardiaca (FC), es aquella que se encarga de medir el número de pulsaciones por minuto del corazón. Siendo estas pulsaciones las veces que el corazón se contrae para bombear sangre al resto de las áreas del cuerpo. El rango de pulsaciones normales (promedio) de una persona, depende de diferentes variables como: las emociones (normalmente, en las que más se ve alterada o tiende a cambiar de manera considerable nuestra frecuencia cardiaca, es cuando sentimos miedo, ansiedad o nervios), tipo de actividad física (tipo de deporte, ejercicio y desgaste o esfuerzo que esta requiera), edad, sexo, temperatura, somatotipo (ectomorfo, mesomorfo y endomorfo), altura de la persona y la humedad del ambiente. Por su parte, cuando se realiza algún deporte o una actividad donde se requiere esfuerzo, las pulsaciones por minuto aumentaran linealmente con el esfuerzo que realice la persona. En cuanto a la FC normal en estado de reposo varía entre 50 y 100 latidos por minuto. El objetivo de esta investigación es averiguar cómo puede cambiar el ritmo cardiaco de una persona cuando se expone a variación en la frecuencia de un sonido especifico.

Por otro lado, el sonido consiste en tres características principales. Tenemos la intensidad, que depende de la amplitud y distingue los sonidos fuertes o débiles; el timbre, que depende de la forma de onda, que distingue dos sonidos con la misma intensidad y el mismo tono, pero producidos por fuentes diferentes. Y finalmente, tenemos que analizar el factor, es decir, el sonido que depende de la frecuencia. Esta propiedad distingue un tono alto de un tono bajo.

En este trabajo se investigará acerca de la influencia en el cambio de la frecuencia de sonido en el número de latidos por minuto como indicador de una alteración en la frecuencia cardíaca. Dado que, en estudios realizados durante los últimos años, nos aseguran que el sonido tiene ciertas alteraciones en nuestro funcionamiento, tal es el caso del estudio de la UPM (Universidad Politécnica de Madrid), donde nos afirman que: “La exposición continuada al ruido puede causar aumento de la frecuencia respiratoria, hipertensión arterial y arteriosclerosis”. Todas estas áreas, están directamente relacionadas con el buen funcionamiento del corazón, y por lo tanto de la frecuencia cardiaca. Por lo tanto, el objetivo de dicha investigación, es el de demostrar a partir de un trabajo de campo, el cómo el sonido se puede ver cómo variable dentro de las pulsaciones por minuto del ser humano.

Hipótesis: Entre mayor sea la frecuencia del sonido, mayor será el ritmo cardíaco. La exposición a altas frecuencias de ruido activa los nervios y múltiples reacciones en las hormonas, lo que lleva a un aumento temporal de la frecuencia cardíaca. El sonido, en este caso es la variable a analizar, pero es necesario conocer la frecuencia, ya que esta puede producir estrés. Una vez el cuerpo humano se es expuesto a factores estresantes, el cuerpo reacciona de manera natural, haciendo que el pulso se acelere. Con respecto a la ansiedad, esta se encarga de liberar hormonas que producen una alteración en la velocidad que bombea él corazón. El rango de frecuencias que se ha establecido en dicho experimento, se encuentra entre 200 y 8600 Hertz, de los cuales se realizarán 5 pruebas, con tres frecuencias distintas para cada una. En efecto cada prueba consta de tres medidas diferentes de Hertz, con una diferencia de 600 Hertz entre frecuencias.

Método De Obtención De Datos

Los diferentes grupos o etapas de frecuencias de sonido son puestas en una aplicación de audio, en este caso en “Gold Wave”. El experimento consta de 5 etapas donde en cada una nos encontramos con tres frecuencias de sonido, con intervalos de 600 Hz entre ellas. Cada etapa tiene una duración de 3 minutos (1 minuto por frecuencia). Asimismo, una vez se finaliza una etapa, se da un minuto de descanso al participante, por lo cual la prueba dura un total de 20 minutos. Frecuencia de sonido en Hertz (Hz).

En esta primera tabla, se tomaron los datos de los 30 voluntarios que fueron sometidos a esta prueba, donde como ya se explicó en el método de obtención de datos, se midió la frecuencia cardiaca con un pulsímetro cada 60 segundos, por lo cual por cada etapa se tomó un promedio entre los datos tomados en aquellos 3 minutos de duración de aquel grupo de frecuencia. Una vez tomados los datos y ser promediados por cada etapa, se sumo el total de los promedios en los 30 participantes para hallar la media de F.C por etapa. Una vez calculada la media por etapa, nos encontramos que entre más alta es la frecuencia, mayor es la cantidad de latidos por minutos, pues en la etapa 5 nos encontramos que la media es de 92,8 latidos por minutos, mientras que en la etapa 1 hay un promedio de 68,5 lpm.

Por su parte, también se hizo un promedio en la frecuencia cardiaca en cada persona en el experimento completo (las 5 etapas), ya que, con este promedio podemos analizar y comparar la frecuencia cardiaca en los diferentes estados (en modo reposo, durante la prueba y después de la prueba), con el fin de ver si en verdad las frecuencias de los sonidos en Hertz, alteran las pulsaciones de las personas que fueron sometidas a dicho experimento. Por último, pero no menos importante, se calculó la desviación estándar, con el fin de encontrar el margen de error.

A partir de esta tabla número 2, nos encontramos con que las pulsaciones durante la exposición a las diferentes frecuencias en los sonidos, son más elevadas en comparación a las pulsaciones de los individuos antes y después de realizar el experimento. Siendo así el sonido un factor determinante dentro de la frecuencia de los latidos por minuto en cada uno de los voluntarios.

Conclusiones

Una vez hecho el experimento, podemos reafirmar la hipótesis ya planteada, donde establecíamos que, a mayor frecuencia de sonido, mayor serán las pulsaciones por minuto del individuo. Asimismo, nos encontramos con el sonido, cómo variable dentro de la frecuencia cardiaca del ser humano, a partir del estrés que este puede generar o la sensación de ansiedad. En el experimento nos encontramos con algunos puntos débiles, como lo son el margen de error del pulsímetro, puesto que, este nos puede señalar una pulsación más o una pulsación menos de la verdadera. Al mismo tiempo, es imposible saber en que estado emocional llegan los voluntarios y el cómo esas emociones pueden intervenir a la hora de la toma de datos.

En cuanto a los puntos fuertes de la investigación, todos los participantes fueron sometidos al mismo experimento, con las mismas condiciones, puesto que, todos estuvieron expuestos a las mismas frecuencias de sonido, a la misma duración y a los mismos instrumentos de medición.

22 October 2021
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