Enrique De Mesa, El Poeta Madrileño
Enrique de Mesa nació en 1878 en Madrid, fue un poeta de la generación del 98 y crítico teatral, educado en la ILE (Institución Libre de Enseñanza) y trabajó como oficial de instrucción pública, además se dedicó al estudio de la investigación histórico-poética, e hizo un ensayo sobre la poesía y los poetas en la corte de Juan II, así adoptó la costumbre de las obras extranjeras, que aplicaban los dramaturgos de su tiempo, haciendo de esas obras Además junto a Miquis participó en el proyecto .
En 1903 ganó un premio literario ofrecido por el periódico de Madrid y decidió dedicarse a las letras, y podemos definir su estilo como claro y sencillo. Acabó casado con Carmen Gallardo, y tuvo un hijo llamado Diego, más tarde se exilaron en México, donde murió en 1929.
Sus primeros poemas fueron El retrato de Don Quijote y Tierra y alma, este último es una serie corta de impresiones de la sierra del Guadarrama, situada en Ávila, esta sierra se dota de una atractiva naturaleza, abundando pinos y robles; junto a esto, fue uno de los fundadores de la Agrupación Peñalara.
En 1911 publica el Cancionero castellano con un ensayo de Ramón Pérez de Ayala y años después ganó en 1916 el Premio Fastenrath, con su obra
El silencio de la cartuja publicada en Madrid, es un poemario que refleja las sensaciones del gran poeta referidas a la Sierra del Guadarrama y al Monasterio de El Paular fue premiada por la RAE (Real Academia Española), esta fue fundada por Felipe V en 1713 ya que su petición era el mejor diccionario a imitación del diccionario francés e italiano.
Entre su temática, destaca su interés por los temas familiares y cotidianos, aunque también tratará el amor en sus poemas, acompañadas de descripciones paisajísticas. En su poesía se aprecia la influencia del Arcipreste de Hita o del Marqués de Santillana. También escribió obras como La posada y el camino.
En La posada y el camino, lo narrativo prima sobre lo sentimental en una formulación del paisaje y la cultura castellana que se combina con la influencia de Rubén Darío y con la reacción frente a la tradición clásica.
En cuanto a su poesía de amor podemos destacar su poema Erótica publicado en 1928 donde habla sin censura de su deseo por una mujer de ojos negro y piel blanca, durante el poema de 22 versos expresa la lujuria correspondida de forma pasional, haciendo alusión al fuego y al cuerpo de la amada.
La labor del autor como crítico teatral si embargo se ve recogida en su obra Apostilladas a la escena, que fue su última obra publicada en 1929.