Ensayo de Nutricion y su Importancia en el Paciente con Enfermedad Renal Crónica
Desde tiempos antiguos los alimentos y la salud siempre han estado relacionados y sobre ello hablaremos en el presente ensayo de nutricion. Cuando hablamos de salud nos referimos a lo establecido por la OMS (2019) la cual define a la salud como un estado de bienestar físico, mental y social total, no sólo como la ausencia de enfermedades o dolencias. La alimentación influye en todos los aspectos antes mencionados que componen la salud.
El padre de la medicina Hipócrates de Cos, hace 25 siglos señalo la gran importancia de los alimentos, con su famosa frase “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. Años posteriores, con el avance de la ciencia, ha mejorado la perspectiva de la repercusión de los alimentos en el estado de salud, el conocer la fisiología de la nutrición nos ha permitido mejorar las intervenciones dietéticas en diversas patologías.
Como se sabe, la alimentación dicta en gran medida la salud del paciente, este fenómeno es visible con el aumento de enfermedades crónicas durante los últimos 35 a 40 años, como consecuencia de la transición alimentaria pasando de alimentos naturales a alimentos industrializados y procesados, aunado al estilo de vida moderno, que nos arroga a prácticas sedentarias. El incremento de la población afectada con enfermedades crónico degenerativas, ha incrementado el uso de guías clínicas dietéticas en los sectores de salud, para mejorar el abordaje de la terapia nutricional y tener efectos positivos en la salud de los pacientes, Sin embargo, pese a la gran información sobre la nutrición, existen patologías del metabolismo, donde aún no está del todo claro de cómo intervenir adecuadamente desde el punto de vista nutricional. Es frecuente observar que algunas guías aconsejan el incremento de algún nutrimento mientras que otras marcan que debe disminuirse.
Una buena nutrición es esencial para una buena salud y es importante para el crecimiento y desarrollo físico, una buena composición corporal y para el desarrollo mental. El estado nutricional de una persona puede protegerla de enfermedades crónicas o predisponerla a las mismas. Sólo hasta hace poco se ha descubierto que la nutrición influye nuestro código genético. El tratamiento médico de muchas enfermedades incluye un régimen alimenticio. Así, la nutrición es una ciencia tanto preventiva como terapéutica. La dietoterapia es la rama de la terapéutica médica en la que los alimentos y sus nutrientes se emplean con fines curativos en personas que padecen alguna enfermedad.
Así pues, en las últimas décadas, se ha dado mayor importancia al uso de la dieta como terapia total o parcial de diversas patologías. Para eso se hace uso de la dieta modificada en las cuales se caracterizan por incluir cantidades mayores o menores de nutrientes, efectuar un cambio en la textura o consistencia de lo que se ingiere o en casos específicos restringir alimentos y nutrientes específicos.
Lo que se debería de aplicar, es que en cada hospital de primer hasta tercer nivel deben trabajar a la par de un grupo de apoyo nutricional, que indique los elementos de la dietoterapia en función de la práctica clínica, el cual estaría formado por un equipo multidisciplinario e interactivo que posibilite el hecho de que el apoyo alimentario-nutricional y metabólico de los pacientes permita una orientación sistemática integrada.
Si se aplicara la dietoterapia en la práctica clínica, podría evitarse la desnutrición de personas hospitalizadas e influir de manera positiva en todo lo relacionado con la buena alimentación de ellos para lograr su rápida recuperación.Además, disminuir la morbilidad y mortalidad hospitalarias, mejorar la calidad de vida del paciente, reducir el tiempo de estadía en hospitales y lograr un empleo óptimo de los recursos diagnósticos y terapéuticos, así como del capital humano en la provisión de los cuidados de salud.
En este ensayo se presentará la enfermedad renal crónica y como la alimentación como terapia puede ayudar a disminuir o retrasar las complicaciones de la misma. constituye un importante problema de salud pública tanto por su elevada incidencia y prevalencia como por su alta mortalidad y coste socioeconómico.
En cualquier patología un correcto diagnostic nutricio es indisipensable para manetener el estado de nutricion adecuada. La valoración nutricional permite detectar factores desencadenantes de malnutrición, identificar pacientes en riesgo y planificar el tratamiento nutricional. Las guías clínicas recomiendan valorar y monitorizar el estado nutricional en los estadíos iniciales de la ERC y en terapia renal sustitutiva (TRS).
La terapia dietética para los pacientes con enfermedades renales depende de una comprensión de la función normal de los riñones y de los conceptos básicos de la fisiopatología de las enfermedades renales. El cuidado nutrimental de los pacientes con enfermedades renales es complejo; a menudo, estas personas deben aprender no sólo una dieta en la que se controlan entre uno y siete nutrientes, sino una variedad de dietas distintas a medida que cambian su padecimiento médico y enfoque de tratamiento. No acatar los cambios dietéticos necesarios puede ocasionar la muerte. Un aspecto del trabajo con pacientes que padecen enfermedades renales es que la falta de atención a las modificaciones dietéticas puede medirse de forma objetiva en los cambios de peso o en la química sanguínea.
Las enfermedades renales pueden ser agudas o crónicas. La evidencia clínica más temprana de nefropatía es la aparición de niveles bajos pero anormales (≥30 mg/día o 20 μg/min) de albúmina en la orina, lo que se conoce como microalbuminuria.
En la insuficiencia renal aguda, los riñones dejan de funcionar por completo o casi por completo. La insuficiencia renal aguda se presenta de forma repentina y suele ser temporal;ésta puede durar unos cuantos días o semanas. La insuficiencia renal crónica sucede cuando de manera progresiva se destruyen más nefronas hasta que sencillamente los riñones no pueden llevar a cabo sus funciones vitales. La insuficiencia renal crónica se presenta a lo largo del tiempo y por lo general es irreversible.
A medida que las nefronas individuales se dañan, las nefronas restantes trabajan más duro para mantener una homeostasis metabólica. Conforme la carga de trabajo de cada nefrona funcional aumenta, ésta se vuelve más susceptible a una sobrecarga de trabajo y a daños. La composición normal de la sangre se ve alterada cuando las nefronas funcionales que quedan no pueden asumir la carga de trabajo adicional.
En ese momento, las concentraciones séricas de nitrógeno ureico sanguíneo (BUN), creatinina y ácido úrico se elevan. En algunos pacientes, aun cuando se trate el padecimiento subyacente (p. ej., diabetes mellitus, hipertensión), la enfermedad renal crónica puede conducir a insuficiencia renal terminal. Durante la insuficiencia renal terminal la mayoría o la totalidad de la capacidad de los riñones para producir orina y regular la química sanguínea se ve gravemente comprometida.
Desde hace varias décadas los profesionales de la salud han sabido que los pacientes que tienen una enfermedad renal crónica y que presentan disminuciones sostenidas en la TFG pueden seguir perdiendo su función renal hasta desarrollar una insuficiencia renal terminal. En la actualidad se llevan a cabo diversas investigaciones para encontrar la manera de detener el progreso de la insuficiencia renal crónica. Entre las causas nutrimentales de la insuficiencia renal progresiva están: Dietas altas en fósforo, dietas elevadas en grasas o colesterol, ingesta excesiva de vitamina C, control glucémico y Sobredosis de vitamina D.
La restricción de proteínas y disminución de fosfatos pueden ser benéficas en ciertos pacientes (American Diabetes Association, 2014). Los individuos diabéticos que se hallan en las primeras etapas de enfermedad renal crónica no deben ingerir más de 0.8 a 1 g de proteína por kilogramo de peso corporal ajustado.
Diversos estudios sobre todo de Estados unidos han arrojado evidencia de que esta restricción de proteínas puede mejorar las medidas de funcionamiento renal. Es por esta razón que en la actualidad se instituye la intervención dietética ante la presencia de micro albuminuria en la orina. El tratamiento antihipertensivo agresivo y el uso de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) disminuyen la tasa de progreso de la nefropatía. Si el paciente progresa a las etapas 3 o 4 de la ERC, la reducción de proteínas a 0.8 g/kg mejorará la albuminuria, pero no la TFG (American Diabetes Association, 2014).
Concluyendo este ensayo sobre la nutricion, hace falta mencionar que las necesidades nutricionales de los pacientes con enfermedades renales cambian de manera constante. La razón para dicho cambio es que el estado de la enfermedad y el abordaje de tratamiento no son estáticos. Los individuos que padecen enfermedades renales requieren evaluación, monitoreo y orientación constante. Además, ofrecer una atención nutricional de calidad a estos pacientes, que a menudo requieren que se les persuada a que coman, representa un desafío. Debido a que la anorexia, náusea y el vómito son quejas habituales, en especial dentro del hospital, al mismo tiempo la restricción de ciertos nutrimento y minerales (proteína, fosforo, sodio entre otros) puede hacer que los platillos que consumen los pacientes sean poco apetitosos. Es importante crear estrategias que permitan aplicar adecuada y efectivamente la dietoterapia en este tipo de pacientes, asegurando repercusiones benéficas en su estado de salud.
Referencías
- Intervención dietético-nutricional. paciente con enfermedad renal crónica sin y con tratamiento sustitutivo en el 1º, 2º y 3er nivel de atención. México: Instituto Mexicano del Seguro Social; 03/11/2016.
- Carroll, Lutz. Nutrición y dietoterapia. 2011. Mcgraw-Hill.
- Gómez, R. Martínez, A. Artola, S. Menéndez, E. Documento de Consenso sobre el tratamiento de la diabetes tipo 2 en el paciente con enfermedad renal crónica. (2014). Revista Nefrología. Órgano Oficial de la Sociedad Española de Nefrología.