Evangelio de Marcos: Historia del Profeta Jesucrísto
Aunque las experiencias religiosas forman más parte de la historia de Marcos que en cualquier otro evangelio canónico, los actos reveladores de Dios comprenden sólo unos pocos versículos. El segundo evangelio no contiene una narración del nacimiento ni un relato extenso de la Resurrección. Sin embargo, la escasez de relatos de experiencias reveladoras lleva a uno a preguntarse cómo se despliegan tales eventos dentro de la narrativa y qué relación estos reveladores. Las experiencias tienen que ver con la reverencia de los personajes por Jesús en el Evangelio de Marcos. Análisis estadístico de la experiencia religiosa en Mark La abundancia de relatos de experiencias religiosas en Marcos muestra la preferencia del Evangelio por lo milagroso.
Los cuatro actos reveladores de Dios de Marcos son menos, pero parecen aparecer en coyunturas en la historia de Marcos. En los 661 versículos que se encuentran en Marcos 1: 1–16: 8, 218 versículos son dedicado a las experiencias religiosas y solo 27 versos a los actos reveladores de Dios quizás para establecer a Jesús como alguien que está luchando contra la casa de Satanás (Marcos 3: 22-30).
Para Marcos 10, los relatos de experiencias religiosas disminuyen drásticamente a medida que avanza la narrativa. hacia la crucifixión. La importancia de la experiencia religiosa de Marcos es evidente en la prominencia de estos eventos en el Evangelio. La proporción de experiencia religiosa versus experiencia reveladora es informativa también. Las experiencias reveladoras son importantes por otras razones, aunque sí no dominar el panorama literario del Evangelio de Marcos. En particular, los actos reveladores de Marcos revelan a Jesús a los personajes de Marcos y, sin embargo, las respuestas de estos personajes son mixtas. Esta tesis analiza el papel de estos eventos para producir reverencia por Jesús en el Evangelio de Marcos.
Actos reveladores de Dios dentro de la estructura de Marcos La estructura del Evangelio de Marcos ha ocupado a los estudiosos durante décadas, y la organización primaria los principios utilizados son comprensiblemente determinantes para el resultado.4 Sin embargo, Larsen ha encontró que la organización geográfica del Evangelio es la elección ‘casi unánime”. Tesis no basa ninguna de sus conclusiones en ningún modelo estructural particular, sin embargo, el ordenamiento geográfico de Marcos coloca los cuatro actos reveladores de Dios en un lugar importante.
Ubicaciones geográficas dentro del Evangelio. En otras palabras, cada localidad general en Mark es delimitado por un evento revelador: el bautismo inicia la primera sección en Galilea de Marcos1: 15–8: 26; la transfiguración marca el movimiento hacia el sur a Jerusalén desde Marcos 8: 27–10:52; y los fenómenos de crucifixión y resurrección tienen lugar en Jerusalén y sus alrededores. El nacimiento y familia de Jesús puede parecer uno de los puntos menos controvertidos de su vida, ya que los Evangelios proporcionan una información precisa. Actualmente la mayoría de los historiadores consideran que Jesús debió nacer entre los años 7 y 4 a.
Los primeros pasos del profeta
cuando contaba treinta años, Jesús abandonó su Nazaret natal y viajó hacia el sur, a las tierras desiertas de Judea. Los historiadores consideran que la peregrinación de Jesús hasta el río Jordán para recibir el bautismo de manos de Juan el Bautista es cierta. Según el profesor Bartchy, ‘si los cristianos hubiesen querido manipularla su relación con Juan, el transcurso de los hechos habría sido el contrario y habrían presentado a Juan yendo hasta Jesús’. ‘ El profesor Siker añade que, ‘si Jesús acudió a bautizarse por la misma razón que acudían tantos otros, como muchos historiadores argumentan, fue debido a que tenía algún sentimiento de arrepentimiento.’ Jesús se sintió conmovido por el mensaje de Juan y fue bautizado por arrepentirse de sus pecados, y tuvo algún tipo de experiencia transformadora que le llevó a inaugurar su propio ministerio público, en parte modelado y realizado siguiendo el de Juan’. A su salida del desierto se encontraría con una noticia inquietante, el arresto de Juan el Bautista por orden de Herodes Antipas. De todos modos, Jesús abandonó Judea y regresó a Galilea, donde comenzaría su predicación. El Evangelio de Lucas cuenta cómo Jesús tuvo que escapar de la multitud airada de su población natal, a la que no volvería ya nunca más, sería ahora entre extraños donde crearía su propia comunidad, una comunidad de discípulos unidos por su fe en él. Pero no tenemos mucha evidencia sobre rabíes marginales que vagaban y creaban grupos de discípulos así que, a este respecto, Jesús es un caso muy poco usual. ‘ Es muy presumible que Jesús tuviese una relación previa con estas personas, que le conociesen o hubiesen tenido algún tipo de contacto con él’.
Predicación y enseñanza de un joven rabí
El Evangelio de Lucas afirma que tenía treinta años, pero el de Juan supone que tendría que ser mayor de esa edad. ‘ En opinión del profesor Barr, ‘no hay duda de que Jesús hizo actos de poder que impresionaron a sus contemporáneos. ‘ Cuando las personas eran curadas, pensaban en Jesús como una persona con poder’. Pero si los milagros atraían a la gente, ésta no permanecía al lado de Jesús por ellos, sino por sus enseñanzas, enraizadas profundamente en la tradición moral judía, que como otros profetas y el mismo Juan predicaba la compasión por los otros, la preocupación por los pobres y el amor por el prójimo. “En opinión del profesor Barr, ‘parece que Jesús quiso abandonar a su familia. Con sus atípicas enseñanzas Jesús comenzó a ganarse enemigos entre el judaísmo ortodoxo, especialmente entre los fariseos, que defendían una lectura estricta de las leyes y a los que las interpretaciones que hacía Jesús en nombre de la compasión resultaban completamente rechazables. Aunque tuvo un éxito indudable saliendo airoso de las trampas de sus enemigos, un hecho singular debió hacerle replantearse seriamente su misión, la muerte de Juan el Bautista, mandado a asesinar por Herodes Antipas después de varios meses de arresto. ‘ En opinión del profesor Crossan, ‘el primer gran momento traumático de la vida adulta de Jesús debió ser la muerte de Juan el Bautista. Para quienes habían aceptado el mensaje de Juan, y Jesús era uno de ellos, parecía que Dios había permitido su muerte y a medida que los días pasaban y ésta no tenía consecuencias para sus asesinos, parecía que Dios no hacía nada. ‘ En cierto sentido se pudo pensar que Juan podía haberse equivocado’. Sin embargo, la vivencia de una experiencia reveladora debió decidir a Jesús a seguir adelante, su transfiguración, relatada en Mateo. ‘ Como afirma el profesor Riley sobre este episodio ‘parece tratarse claramente de una epifanía, una revelación de que Jesús era realmente un tipo de ser divino que, momentáneamente, revela ser quien es. Es tras este episodio cuando Jesús parece estar convencido absolutamente de su misión y decide dar un paso sustancial.
Jerusalén: Triunfo y Muerte
Presumiblemente a la edad de treinta y tres años Jesús de Nazaret acudió a la ciudad para la celebración de la Pascua y fue recibido triunfalmente por la multitud como el auténtico Mesías. Es posible que cuando Jesús acudió al Templo quisiese representar una parábola. Uno de los discípulos de Jesús, Judas Iscariote, se habría puesto de acuerdo con los saduceos para traicionar a Jesús y entregárselo con objeto de imputarle fraudulentamente algún delito. El jueves anterior a la Pascua Jesús la habría celebrado por adelantado con sus discípulos en una cena, anunciándoles durante la misma la traición de que era víctima y su próximo fallecimiento, e instituyendo la Eucaristía. Conminado por Caifás a declarar si era el Mesías, la respuesta de Jesús sería considerada por los sacerdotes blasfemia, penada por las leyes judías con la muerte y por tanto suficiente para condenarle. Por esta razón Jesús habría sido dirigido ante la máxima autoridad romana en Palestina, el procurador Poncio Pilato Sin embargo éste no consideró que Jesús fuese reo de muerte, por lo que por dos veces expresó a los saduceos su intención de liberarle después de azotarle. Finalmente, éstos agitaron a la población de Jerusalén para que reclamasen su muerte. Pilato intentó nuevamente liberarle haciendo recaer en él la gracia pascual de liberar a un reo, pero la multitud instigada insistió en exigir su muerte.
Finalmente, Pilato cedió y dictó sentencia a muerte mediante crucifixión. Fuese como fuese, la condena del poder religioso judío y la aquiescencia del poder civil romano llevaron a Jesús a la cruz, uno de los más espantosos tormentos utilizados por las autoridades romanas para las ejecuciones. La muerte solía producirse por asfixia debido al estiramiento de los pulmones, para que la persona pudiese respirar tenía que empujar hacia arriba desde los pies, así que aguantaba mientras sus fuerzas respondían.
