Evolución Propagandística Estadounidense En La Guerra De Vietnam
La Guerra de Vietnam, ocurrida entre 1955 y 1975, fue un conflicto bélico cuyos antecedentes se deben tanto a la Guerra Fría como a los movimientos nacionalistas y de autodeterminación del país llevados a cabo principalmente por el Viet Minh de los comunistas. Tras la Primera Guerra de Indochina, Vietnam fue abandonada en 1954 por los derrotados franceses, cuya participación en la guerra había sido financiada principalmente por Estados Unidos. Ese mismo año se decidió en la Conferencia de Ginebra que el país quedaría dividido en dos estados (Vietnam del Sur y Vietnam del Norte), y se planteó la celebración de un plebiscito para determinar por fin su total unificación o asentar la separación. En un intento de evitar la primera opción, Vietnam del Sur decidió dar un golpe de Estado, provocando que el Norte comenzara a mandar soldados apoyando al Viet Cong (organizado por Ho Chi Minh) y así anexionarse al Sur.
En Estados Unidos la política exterior era esencialmente una política de contención, que se basaba tanto en la Doctrina Truman como en la “teoría del dominó” de Eisenhower, quien por entonces se encontraba ocupando la presidencia. Esta teoría aseguraba que si el Sureste asiático caía al fin bajo dominio comunista, poco a poco los países de alrededor acabarían sucumbiendo también al régimen como fichas de dominó. En el contexto de la Guerra Fría, la protección del sistema capitalista frente al comunismo era un asunto de vital importancia para Estados Unidos, por lo que el país se situó al instante en una posición de apoyo hacia Vietnam del Sur. Su líder, Ngo Dinh Diem, era una persona conservadora y religiosa que rechazaba por completo el comunismo, lo que le hacía un gran aliado a ojos de la Administración estadounidense.
La Guerra Fría y los acontecimientos ocurridos en años anteriores (como la prueba de la bomba atómica de la Unión Soviética en 1949) habían provocado miedo entre el pueblo estadounidense hacia los comunistas, por lo que una gran parte de la población de verdad creía necesaria la intervención de su país en Vietnam para evitar que el enemigo ganase territorio. Para acrecentar tal sentimiento, la Agencia de Información de los Estados Unidos (USIA) comenzó a distribuir internacionalmente en 1954 posters similares al adjuntado en el anexo 4. Si bien su función primordial era infundir terror en el Vietnam anticomunista, el cartel mostraba los horrores del comunismo para ensalzar a los Estados Unidos y los valores que este representaba, y así mantener un buen respaldo de la opinión pública en cuanto a sus objetivos en la Guerra Fría.
Como ya sabemos, infundir miedo en la población para atraer simpatizantes es una estrategia que no tiene nada de novedosa, y una vez más fue utilizada por el gobierno americano con fines propagandísticos: distribuyendo este estado de alarma sobre la amenaza comunista, la propia población temerosa le daba la justificación que necesitaba para entrar en un conflicto bélico.